Sus valores se los han inculcado e involuntariamente los ha adoptado. Es algo análogo y realmente muy ligado a la religión. Usted está adoctrinado. Por tanto, su ética es irracional.Misógino Empedernido rebuznó:Mis valores me los han inculcado mis padres y la cultura occidental cristiana en la que me he criado. Libros y películas también.
Estará bien o mal en función de quién lo juzgue y de su sistema de valores. Para esa persona no está mal. Si lo juzgo yo, estará mal si produjera un daño o mal a alguien. Si lo juzga su madre probablemente esté mal incluso que se haga una paja.Misógino Empedernido rebuznó:Su ética de la empatía es una sandez. ¿Y si una persona carece de empatía, estará bien que haga lo que se le antoje? Como no sufre cuando otros lo hacen, pensará que nada genera sufrimiento.
Para saber qué es bueno y malo me basta con imaginar la cara que pondría mi madre al contárselo.
Supongo que su madre no acepta el matrimonio homosexual -o simplemente ser homosexual- y sin embargo yo sí lo veo bien, porque creo que no perjudica a nadie y al fin y al cabo ellos son felices con esas tonteridas.
No es mi ánimo empezar un debate sobre este tema.
Yo pienso que no es malo siempre y cuando no se haga daño a nadie y estoy de acuerdo en que uno debe siempre asumir las consecuencias de sus actos... siempre y cuando estos tengan consecuencias. Si puedo evitar que tengan consecuencias negativas, mejor.Misógino Empedernido rebuznó:O será porque pienso que engañar, ocultar y mentir por quedar sin castigo es algo malo. Será porque pienso que debo asumir las consecuencias de mis actos.
Si por ser castigado voy a provocar un daño a otra persona, prefiero no ser castigado. O perdemos los dos o no pierde ninguno... Aquí soy más pragmático que empático, lo reconozco.
Usted es un valiente del teclado y habría que ver dónde se queda toda esa palabrería y buena voluntad en la vida real. Yo no me tengo que justificar ante nadie ni creo que merezca ser juzgado por algo que -repito- ni he hecho ni pienso hacer. Simplemente soy una persona que lo racionaliza todo y le da mil vueltas a los pros y los contras, no hago lo que me dicen las tradiciones ni acepto la ética "de otros".Misógino Empedernido rebuznó:El asunto que queda claro es que mintiendo nos ahorramos el daño a nosotros mismos, ése es el verdadero motivo del silencio, reconózcalo. Y confesando, evitamos el doble daño de ser infiel y, además, mentiroso, que se puede producir si la otra persona se entera de la infidelidad.
Cobardía, no hay más.
Además, eso de que por confesar evita el doble daño de ser infiel no se lo cree ni usted, a mi me confiesan una infidelidad y el atenuante de confesión no me va a quitar ni el 10% del cabreo, con lo que la susodicha se va a ir a tomar por culo de todas formas (a no ser que tenga una excusa realmente buena)
Caso real:
Aunque ya he dicho que no he puesto los cuernos ni creo que me los hayan puesto, este es un tema al que he podido dar bastantes vueltas ya que he tenido un ejemplo realmente cercano.
Los foreros habituales saben que me he estado petando este verano a una casada. La interfecta no solo tiene un esposo apodado Dimitri por los foreros sino que también cría dos churumbeles de muy corta edad.
Después de liarse conmigo por primera vez tenía muchos remordimientos y no sabía que hacer, estaba pensando en decírselo a su marido. Yo le dije que por el bien de ella y de su familia no debía confesar, y utilicé este mismo argumento que estoy utilizando: si no lo sabe no hay daño.
¿Vosotros que le recomendaríais a esta señora? ¿Que lo confesara y se arriesgase a un divorcio, quedarse sola cuidando a dos niños de 3 años y apenas meses? O callar y seguir su vida -y la de su familia- igual?
Muchos dirán "hay que decir siempre la verdad y afrontar las consecuencias". Muy noble. Yo prefiero valorar los pros y los contras.
Los foreros habituales saben que me he estado petando este verano a una casada. La interfecta no solo tiene un esposo apodado Dimitri por los foreros sino que también cría dos churumbeles de muy corta edad.
Después de liarse conmigo por primera vez tenía muchos remordimientos y no sabía que hacer, estaba pensando en decírselo a su marido. Yo le dije que por el bien de ella y de su familia no debía confesar, y utilicé este mismo argumento que estoy utilizando: si no lo sabe no hay daño.
¿Vosotros que le recomendaríais a esta señora? ¿Que lo confesara y se arriesgase a un divorcio, quedarse sola cuidando a dos niños de 3 años y apenas meses? O callar y seguir su vida -y la de su familia- igual?
Muchos dirán "hay que decir siempre la verdad y afrontar las consecuencias". Muy noble. Yo prefiero valorar los pros y los contras.
edito que no he contestado a M4:
Mu potito.Lo digo y lo repito, no haces ningún favor contándolo, si se lo cuentas no es porque la quieras o quieras ayudarla. Lo haces porque merece saberlo, porque si no lo dices, ella está jugando con media baraja y si de verdad sientes algo por ella, eso debería hacerte sentir mal. Hacerte sentir mal a ti, no a ella, que no sabe nada. Ella estará mejor antes que después, de ahí el mal trago. Y ahí el mal de poner los cuernos, tú no sufres sino es indirectamente, a través del sufrimiento de la persona que quieres. Una vez puestos hay decenas de argumentos para no contarlo y sólo uno para hacerlo: que el amor que sientes hace que te inspire respeto tu pareja y ese sentimiento es más poderoso que el miedo a contarlo y que te dejen.
En efecto, supongo que uno se encontrará bastante mal cuando hace eso. Pero no debe sentir tanto amor y tanto respeto por ella cuando le ha sido infiel. También hay que ver las circunstancias, hay que valorar cada caso.