cuellopavo
Frikazo
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Hoy me llovió haciendo dominadas en la playa y a lo lejos había una negra sombra -fui a las 5:30, aún no había amanecido- creía que era un perro bajo y muy voluminoso pero luego emitió un sonido jabalinesco. ORRRJEIN o algo así, como el demonio Garm.
Os acordáis en la peli de Deadpool cuando le dicen que la vida sólo te da dos o tres ocasiones para ser un héroe? Pues así me sentí. El animal venía indudablemente hacia mí. La naturaleza suele dictar que el animal más fuerte pasa y el más débil se aparta. Pero yo estoy en mi prime y me sentía confiado como un hermano Dalton atracando un estanco y me propuse que el jabalí, de 60 kilos o así, fuese quien retrocediera. Me acordé también de la peli Depredador donde Mac graba a cuchillo el nombre de su asesinado amigo Hawkings en el jabalí que confunde con el Yautja.
I was fucking ready. Creo que estaba tan feliz como nunca. Os lo digo siempre: todo hombre lamenta no haber sido un soldado.
Mostré un lenguaje corporal agresivo y fui incrementando el tono de voz “VAMOS, VAMOS, VAMOSSSSS” pero el hideputa empezó a hacer eso con la pata como si estuviera cavando. Yo seguía gritando y gesticulando y en mis oídos comenzó un atronador zumbido como si se me metiesen los Napalm Death en el cerebro a dar un concierto. En mi cabeza me repetía “ESTE ES EL TORO DE CRETA. ESTE ES MI DESTINO”. Llegado este punto la tensión era inenarrable.
Mi plan era aprovechar mi reach y jugar con la distancia, un stricking desde fuera, patada baja y salir del ángulo. No quería ir al suelo con él porque creo que los jabalíes tienen buen brazilian jiu-jitsu.
Sabía que el momento inicial era clave, si sentía mi low kick no le iba a quedar otra que respetar mi poder, pero si esquivaba y me entraba en el clinch donde él tiene ventaja con sus miembros más cortos y su centro de gravedad más bajo, sería un combate difícil.
Lo narro largo pero todo esto sucede en pocos segundos. Noto la adrenalina galopando por todo mi cuerpo, no sólo estoy vivo, soy un instrumento del Señor, un Ángel de la Venganza. No tengo miedo. Mis ancestros contemplan, mi apellido es mi raza, mi apellido es mi patria, no toleramos el deshonor.
También me vino a la cabeza la fórmula de Euler para poliedros, es extraño porque pese al estado primal inducido hormonalmente por el sistema nervioso simpático, el mundo no dejaba de tener un sentido geométrico.
Y precisamente en ese instante hubo una distensión. Creo que ambos entendimos que no habría ningún Homero que cantara nuestra cólera, no habríamos defendido nuestra estirpe, muertos en un parque con figuras geométricas convexas: (C+V=A+2) el número de caras sumado al número de vértices iguala al número de aristas MÁS DOS! Un jabalí y un hombre respetando el teorema de Euler! Tenía sentido. El jabalí dio la vuelta con la honra intacta, pues ambos estábamos murmurando aquel verso precioso de Pavese “vendrá la Muerte y tendrá tus ojos”. No temer a la muerte no es lo mismo que desearla, porque es como lo que decía Euler cuando perdió la vista: mejor que de nuestro juicio debemos fiarnos del cálculo algebraico.
En serio, era un bichaco, pero es lógico que me respetara, ahora que se va Abalos estoy fijo en la lista de Perro para crear el ministerio de Virilidad y honor.
Os acordáis en la peli de Deadpool cuando le dicen que la vida sólo te da dos o tres ocasiones para ser un héroe? Pues así me sentí. El animal venía indudablemente hacia mí. La naturaleza suele dictar que el animal más fuerte pasa y el más débil se aparta. Pero yo estoy en mi prime y me sentía confiado como un hermano Dalton atracando un estanco y me propuse que el jabalí, de 60 kilos o así, fuese quien retrocediera. Me acordé también de la peli Depredador donde Mac graba a cuchillo el nombre de su asesinado amigo Hawkings en el jabalí que confunde con el Yautja.
I was fucking ready. Creo que estaba tan feliz como nunca. Os lo digo siempre: todo hombre lamenta no haber sido un soldado.
Mostré un lenguaje corporal agresivo y fui incrementando el tono de voz “VAMOS, VAMOS, VAMOSSSSS” pero el hideputa empezó a hacer eso con la pata como si estuviera cavando. Yo seguía gritando y gesticulando y en mis oídos comenzó un atronador zumbido como si se me metiesen los Napalm Death en el cerebro a dar un concierto. En mi cabeza me repetía “ESTE ES EL TORO DE CRETA. ESTE ES MI DESTINO”. Llegado este punto la tensión era inenarrable.
Mi plan era aprovechar mi reach y jugar con la distancia, un stricking desde fuera, patada baja y salir del ángulo. No quería ir al suelo con él porque creo que los jabalíes tienen buen brazilian jiu-jitsu.
Sabía que el momento inicial era clave, si sentía mi low kick no le iba a quedar otra que respetar mi poder, pero si esquivaba y me entraba en el clinch donde él tiene ventaja con sus miembros más cortos y su centro de gravedad más bajo, sería un combate difícil.
Lo narro largo pero todo esto sucede en pocos segundos. Noto la adrenalina galopando por todo mi cuerpo, no sólo estoy vivo, soy un instrumento del Señor, un Ángel de la Venganza. No tengo miedo. Mis ancestros contemplan, mi apellido es mi raza, mi apellido es mi patria, no toleramos el deshonor.
También me vino a la cabeza la fórmula de Euler para poliedros, es extraño porque pese al estado primal inducido hormonalmente por el sistema nervioso simpático, el mundo no dejaba de tener un sentido geométrico.
Y precisamente en ese instante hubo una distensión. Creo que ambos entendimos que no habría ningún Homero que cantara nuestra cólera, no habríamos defendido nuestra estirpe, muertos en un parque con figuras geométricas convexas: (C+V=A+2) el número de caras sumado al número de vértices iguala al número de aristas MÁS DOS! Un jabalí y un hombre respetando el teorema de Euler! Tenía sentido. El jabalí dio la vuelta con la honra intacta, pues ambos estábamos murmurando aquel verso precioso de Pavese “vendrá la Muerte y tendrá tus ojos”. No temer a la muerte no es lo mismo que desearla, porque es como lo que decía Euler cuando perdió la vista: mejor que de nuestro juicio debemos fiarnos del cálculo algebraico.
En serio, era un bichaco, pero es lógico que me respetara, ahora que se va Abalos estoy fijo en la lista de Perro para crear el ministerio de Virilidad y honor.