Tiene un diseño de producción magnifico y en algunas partes la ambientación decimonónica oscurantista es de lo mejor de la película. Se deja intuir ese siglo XIX del progreso científico y lo industrial, pero donde aun existen los ladrones de tumbas, un campesino sigue viviendo igual que hace mil años y sigue resonando el eco de lo romántico. Me gusto la escena de la clase de anatomía, el tribunal médico oscurantista, la biblioteca familiar del padre, o las escenas de los funerales y sus féretros.
Dicho esto, tengo la sensación de ver un videojuego más que una película. Parece algo hecho para Marvel. Tienes la sensación de que no hay una puta antorcha, luz, o atardecer que no sea CGI. Las mariposas, los disparos, las aves… todo es un render. Se pierde lo visual, lo plástico, lo tangible y creíble.
Quiere ser tan grandilocuente que llega al absurdo. La torre gigantesca y ultrarecargada en medio de la puta nada; parece desgajada de una megacatedral neogótica surgida de algún grabado de Piranesi y se hizo para: "filtrar agua”. Cómeme los huevos, Guillermo del Toro.
Se pierde en el artificio, no hay lugar para la sutilidad, ni la sencillez. Entiendo que es cine espectáculo, pero hay niveles y pactos de credibilidad que para mi se rompen. La progresión de personajes es brusca y absurda. La actitud de Elizabeth con Victor Frankenstein es, desde el principio, forzada y poco creíble, igual que su relación. Igualmente pasa con la de Víctor con su criatura, que pasa de la euforia al hastió y asco, sin grises; de blanco a negro. Lo forzado y poco creíble del aprendizaje y evolución de la criatura... mil mierdas.
La novela la leí de adolescente y recuerdo apenas fragmentos sueltos, pero no me suena que el bicho fuera el puto Hulk. Te saca barcos encajados en el hielo de un golpe de polla, se come descargas de mosquete a pecho y proyecta tíos a 6 metros de una hostia a rodabrazo.
Entretenida, con algunas luces sueltas, pero meh.