Una vez hace tiempo una conocida me pidió que le acompañará a casa de su amiga que no la veía hace mucho y le daba miedo ir sola y allá me fui. Vivía en un bajo en Chamberí. Una casa muy grande y nada más llegar, tenía llaves ella, a mí ya me olió a muerte en el descansillo, pero nadie había rechistado en el vecindario y pensé, vamos. El olor a muerto es terrible, es mucho peor que comida podrida, que caca, que todo. Las otras cosas dan asco, el olor a muerto es diferente se te mete en el cuerpo de una manera que parece que te vaya a acompañar el difunto de por vida. Huele a... A muerto.