No me gustan los cumpleaños y creo que están injustificados.
Entiendo que a un niño pequeño le haga ilusión celebrar los 5 años. Entiendo que te haga ilusión cumplir 18 años, o entrar en los 20. Pero, MANOLO, da igual si ya no tienes 53 sino 54. NOS DA IGUAL.
Mi madre el año pasado aún quería que le pusiera la música del Club Super 3 de cumpleaños a mi hermano que cumplía 26.
Por favor, hay que abolir los cumpleaños ya, los santos, las bodas multitudinarias, etc. Estas celebraciones ególatras son un sufrimiento para todos los demás, un compromiso y un sacapelas.
Yo hace años ya que ''celebro mi cumpleños'' en casa, sin invitados. Se hace una comidita de domingo y arreando.
Este año ya he avisado a mi familia de que me retiro de San Juan, de santos, de cumpleaños y de gilipolleces. Me inoportuna la Navidad porque la gente se pone nerviosa para cuatro tostadas de paté que ponen en la mesa con una servilleta brillante, y me estresan.
Detrás de mi casa hay un sitio de esos de celebrar cumpleaños de los niños y en sábado es imposible aparcar.
Por favor, ya está bien.
El otro día me encontré a un antiguo compañero de facultad en el supermercado. Es gay y lleva dos años preparando una boda a la que no me invita y le agradezco de todo corazón. Dice que será ''íntima'', pero yo sé que irán ciento y la madre. Pero es que no me importa, ¿sabéis por qué?
PORQUE DIOS NO APRUEBA ESO. Porque serán una unión civil pero jamás un matrimonio, y mucho menos una familia. Y no tengo más que decir.