Bergman nació un 14 de julio de 1918 en Uppsala (Suecia), siendo hijo de un pastor protestante, lo que influyó en su forma de ver la vida, especialmente la religión, la existencia de Dios y la muerte. Algunas de estas obsesiones están narradas en un "fragmento" de su infancia en la película que en 1992 dirigió su hijo Daniel Bergman.
Niños del domingo.
Es una muestra de como la educación estrictamente religiosa de su padre crearía al mas grande de los directores metafísicos.
Nunca un director ha sido capaz de mostrar los temores que envuelven al ser humano como lo ha hecho este maestro. En las películas de Bergman los fantasmas se encuentran en los propios personajes, pues ellos acostumbran a ser enemigos de si mismos. Mirarse en un espejo puede ser el mayor de los castigos. Enfrentarse a la muerte sin saber lo que se esconde bajo su túnica, puede ser otro.
El séptimo sello
Nunca la muerte ha quedado tan bien reflejada como en esta película. Ni siquiera ha podido tener otro rostro que no sea el de Bengt Ekerot. Hay muchas imágenes que la vuelven grande. La partida de ajedrez, el confesionario, el niño Jesús andando en brazos de la virgen Maria, y la muerte danzando mientras conduce a los subordinados hacia su valle. No hay resumen que valga, hay que verla.
El manantial de la doncella
Puede que sea la película de Bergman donde mueren mas personajes. Donde la sed venganza se enfrenta a la conciencia. Donde Bergman pide perdón a Dios por dudar de su existencia. Y que mas tarde volvería a reflejar en ,
Los comulgantes
con la secuencia final en la que el pastor Ericsson (grandioso Gunnar Björnstrand) temía enfrentarse a su falta de fe.
Gritos y susurros
En una casa de campo, tres hermanas se enfrentan a la muerte de una de ellas. En esta película Bergman expresa algunos de sus miedos. La incomunicación y la muerte. El máximo logro de Gritos y susurros se encuentra en la muerte de Agnes (Harriet Andersson), cuando asustada ante su inminente muerte se pierde entre el camino de los vivos y los muertos. Y todo ello bajo un fundido rojo.
La cantidad de películas destacables de este maestro, no caben en un solo post. Me resulta imposible separarlas, escogerlas, despreciar a otras. Son tantas las que me vienen a la cabeza,
Fresas salvajes
Un verano con Monika
Persona
Cara a cara
Sonata de otoño
De la vida de las marionetas
Fanny y Alexander
Hubo un tiempo en que hablar de Bergman era ir de intelectual, de aparentar cultura. Todo eso ya ha quedado obsoleto. Ahora hablar de Bergman es ser un proscrito de cualquier conversación de cine. Pero que nadie se equivoque. Que uno vea películas de Bergman no significa que entienda mas de cine. Ni que sea un intelectual o gafapasta. Que uno vea películas de Bergman no significa nada.
Lo peor de todo es que no siento como si se hubiera muerto solo un director de cine. Un maestro. Un padre cinematográfico. Es como si hubiera muerto una parte de mi. La persona que me dijo que era normal dudar de la presencia de Dios en una época en que me obligaban a ir a misa. Que no todo se basaba en la creencia o en el agnosticismo. Que me introdujo en el mundo del cine. Que me enseñó que no todas las películas tenían que tener una comprensión fácil.
Cinematográficamente hablando, hoy es el día mas triste de mi vida.