Hasta los cohones de los calendarios eróticos con fines benéficos.

atanatosII

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18 Dic 2011
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La hostiaputa.........estoy hasta los mismísimos de tanta farise@ que pulula a sus anchas y sin ningún tipo de control.

Con la llegada del mes de Noviembre,siempre hemos tenido que capear con la propaganda típica al uso;que si la lotería del calvo,que si el boleto del hijo del vecino,que si los anuncios anticipados de regalos y así un interminable ect.Como si eso no fuera ya de por si insufrible ,ahora debemos añadir los famosos calendarios eróticos que la peña se hace para darle salida a su ego pero,eso si, finamente revestido con una capa de supuesto fin benéfico.

Son muchos colectivos que se han sumado ya a la moda en cuestión;los bomberos porque les falta material para apagar los fuegos,las madres de un equipo de fútbol para sufragar la equipación de sus hijos,las enfermeras de no sé que hospital porque los pacientes no están bien atentidos,las madres de unos alumnos de primaria porque sus retoños no tienen autobús escolar,las monjas clarisas de no sé que convento porque les falta mermelada para sus postres navideños.Y un mojón para estas putas:lo único que desean es enseñar tetamen porque necesitan sentirse deseadas y encima restregarle a los cornudos de sus maridos el hecho de que si venden muchos calendarios,es porque sus cuerpos serranos lo valen pero no son lo suficientemente valoradas por el machista de turno,que por marido tienen.

Lo más gracioso es escucharles las frases típicas ante las cámaras de t.v.:"el pudor se supera pensando en nuestros hijos","el buen hacer del fotógrafo nos ha hecho olvidar el mal trago de enseñar nuestro cuerpo",y está que se lleva la palma de todas:"han salido unas fotos muy artísticas,no pensaba que tenía ese cuerpo".Y se queda tan pancha la vaca-burra........la hostiaputa.......que mosqueo tengo........:shock:

Os pongo un enlace para ilustrar el tema...
Me gustaría saber vuestra opinión al respecto.:lol:
 
atanatosII rebuznó:
La hostiaputa.........estoy hasta los mismísimos de tanta farise@ que pulula a sus anchas y sin ningún tipo de control.

Con la llegada del mes de Noviembre,siempre hemos tenido que capear con la propaganda típica al uso;que si la lotería del calvo,que si el boleto del hijo del vecino,que si los anuncios anticipados de regalos y así un interminable ect.Como si eso no fuera ya de por si insufrible ,ahora debemos añadir los famosos calendarios eróticos que la peña se hace para darle salida a su ego pero,eso si, finamente revestido con una capa de supuesto fin benéfico.

Son muchos colectivos que se han sumado ya a la moda en cuestión;los bomberos porque les falta material para apagar los fuegos,las madres de un equipo de fútbol para sufragar la equipación de sus hijos,las enfermeras de no sé que hospital porque los pacientes no están bien atentidos,las madres de unos alumnos de primaria porque sus retoños no tienen autobús escolar,las monjas clarisas de no sé que convento porque les falta mermelada para sus postres navideños.Y un mojón para estas putas:lo único que desean es enseñar tetamen porque necesitan sentirse deseadas y encima restregarle a los cornudos de sus maridos el hecho de que si venden muchos calendarios,es porque sus cuerpos serranos lo valen pero no son lo suficientemente valoradas por el machista de turno,que por marido tienen.

Lo más gracioso es escucharles las frases típicas ante las cámaras de t.v.:"el pudor se supera pensando en nuestros hijos","el buen hacer del fotógrafo nos ha hecho olvidar el mal trago de enseñar nuestro cuerpo",y está que se lleva la palma de todas:"han salido unas fotos muy artísticas,no pensaba que tenía ese cuerpo".Y se queda tan pancha la vaca-burra........la hostiaputa.......que mosqueo tengo........:shock:

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Me gustaría saber vuestra opinión al respecto.:lol:

Precisamente anoche, viendo mi parienta y yo en "trois antennes" esa noticia en las noticias de las 9, se lo comenté. Ya todo quisqui hace calendarios de'sos de los cohones. Han perdido toda su originalidad y sus intenciones primigenias, que era el denunciar cualquier injusticia.
Le propuse hacer uno nosotros en el que saliese ella en pose provocativa con algunos foreros, incluído yo. El fotógrafo podría ser Pentecost, que tiene pinta de tener estilo y saber hacer. Evidentement no podrían faltar en esas foto el Vita con el Nome en postura provocativa homogayer. Naty, si quiere, puede salir, pero enseñando cacho. Y el avinagrado de Ajucles, mostrando tableta y glúteos torneados y prietos.
El resto, como somos gordos, calvos y sebosos, saldríamos en la página del making off en una esquinilla para que no se nos vea demasiado.
 
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La hostiaputa.........estoy hasta los mismísimos de tanta farise@ que pulula a sus anchas y sin ningún tipo de control.

Con la llegada del mes de Noviembre,siempre hemos tenido que capear con la propaganda típica al uso;que si la lotería del calvo,que si el boleto del hijo del vecino,que si los anuncios anticipados de regalos y así un interminable ect.Como si eso no fuera ya de por si insufrible ,ahora debemos añadir los famosos calendarios eróticos que la peña se hace para darle salida a su ego pero,eso si, finamente revestido con una capa de supuesto fin benéfico.

Son muchos colectivos que se han sumado ya a la moda en cuestión;los bomberos porque les falta material para apagar los fuegos,las madres de un equipo de fútbol para sufragar la equipación de sus hijos,las enfermeras de no sé que hospital porque los pacientes no están bien atentidos,las madres de unos alumnos de primaria porque sus retoños no tienen autobús escolar,las monjas clarisas de no sé que convento porque les falta mermelada para sus postres navideños.Y un mojón para estas putas:lo único que desean es enseñar tetamen porque necesitan sentirse deseadas y encima restregarle a los cornudos de sus maridos el hecho de que si venden muchos calendarios,es porque sus cuerpos serranos lo valen pero no son lo suficientemente valoradas por el machista de turno,que por marido tienen.

Lo más gracioso es escucharles las frases típicas ante las cámaras de t.v.:"el pudor se supera pensando en nuestros hijos","el buen hacer del fotógrafo nos ha hecho olvidar el mal trago de enseñar nuestro cuerpo",y está que se lleva la palma de todas:"han salido unas fotos muy artísticas,no pensaba que tenía ese cuerpo".Y se queda tan pancha la vaca-burra........la hostiaputa.......que mosqueo tengo........:shock:

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Calendarios publicitarios 2013. Calendarios personalizados para empresas

El calendario (del latín calenda) es una cuenta sistematizada del transcurso del tiempo, utilizado para la organización cronológica de las actividades humanas.
Antiguamente, muchos estaban basados en los ciclos lunares, perdurando su uso en el calendario musulmán, en la fecha de varias fiestas religiosas cristianas y en el uso de la semana (correspondiente a las cuatro fases lunares, aproximadamente).
En la actualidad, la mayor parte de los calendarios tienen por referencia el ciclo que describe la Tierra alrededor del Sol y se denominan calendarios solares.
El calendario sideral se fundamenta en el movimiento terrestre respecto de otros astros diferentes al Sol.

Etimología
Las "calendas" eran los primeros días de cada mes. El "calendario" era pues el registro de las calendas para un año.
sábado 17 noviembre 2012
El comienzo del año en la era romana era marzo, y se llamó de esa manera en honor a Marte, dios de la guerra; abril, fue llamado por Apru que era la diosa etrusca de la fertilidad (como Aphrodita para los griegos); mayo, en honor a Maia, la diosa de la primavera; junio, en honor a Juno, esposa de Júpiter y diosa del matrimonio.
En la época de Julio César, Quinctilis se cambió por julio en su honor, y un poco más tarde, en los años del emperador Augusto, se cambió Sextilis por agosto. Los meses de enero y febrero, como se explica más adelante, se añadieron después. Febrero fue llamado así en honor a Februa, el festival de la purificación, y enero por el dios Jano, dios de las puertas.
Historia
El calendario egipcio surge a principios del tercer milenio antes de Cristo y es el primer calendario solar conocido de la Historia.
El primer año de la era romana, denominado el Año de Rómulo, consistía en diez o doce meses, según la bibliografía que se cite. Censorino, Plutarco y otros manifestaban que al principio el año tenía doce meses, pero debe darse más crédito a Gracano, Fulvio (Nobilior), Varro, Ovidio en varios pasajes de sus Fasti (i.27, 43, iii.99, 119, 151), Gelio (Noct. Att. iii.16), Macrobio (Saturn. i.12), Solino (Polyh. i), Servio (ad Georg. i.43), y otros, que mantenían que el primer año romano tenía solo diez meses.
El principio del año romano no era enero, como es en la actualidad; era en marzo, y llegaba hasta diciembre. Esto es confirmado por el hecho del encendido del fuego sagrado en el templo de Vesta, en el primer día del año, el primero de marzo. Los diez meses del calendario eran llamados Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, Septembris, Octobris, Novembris, Decembris. La duración de los meses era de treinta y un días para cuatro de ellos (Martius, Maius, Quinctilis y Octobris) y treinta días para los demás, de tal manera que la duración de los meses quedaba en orden sucesivo: 31, 30; 31, 30; 31, 30, 30; 31, 30, 30; con la duración total del año de 304 días.
Más tarde, se instauró el año de Numa, con doce meses y 355 días. Este año fue creado alrededor del 700 a. C. por el segundo rey de Roma, Numa Pompilio. Censorino (c20) cuenta que al año de Rómulo se le adhirieron cincuenta y un días: “se les quitó un día a cada uno de los meses huecos antes nombrados, que entonces sumados hacían 57 días, de los cuales se formaron dos meses, Ianuarius con 29, y Februarius con 28 días. Así todos los meses eran de este modo plenos, y contenían un número impar de días, salvo Februarius, que era el único hueco, y por eso considerado más desafortunado que el resto.", quedando el año de la siguiente manera: Martius, 31 días; Aprilis, 29 días; Maius, 31 días; Iunius, 29 días; Quinctilis, 31 días; Sextilis, 29 días; September, 29 días; October, 31 días; Nouember, 29 días; December, 29 días; Ianuarius, 29 días; y Februarius, 28 días.
Aún de esta manera el año quedaba corto once días respecto al año solar, por lo que Numa Pompilio ordenó que se le añadiera un mes cada dos años de 22 días en el segundo y sexto años, y de 23 días en el cuatro y octavo, haciendo un ciclo de ocho años. El mes intercalar era llamado Mercedonius (Plutarco, Numa, 19; Caes. 59). El año romano estaba basado en los ciclos lunares y, según Livio, la relación con los años solares se daba cada 19 años. Este ciclo fue introducido en el 432 a. C. y, aunque este conocimiento carecía de uso popular, era utilizado por los pontífices para los cultos de los dioses.
En 45 a. C. Julio César encargó al astrónomo alejandrino Sosígenes la elaboración de su calendario. Este fijó la duración del año en 365 días y seis horas, cálculo asombrosamente exacto dados los rudimentarios instrumentos de la época, ya que su margen de error fue sólo de 11 minutos y 9 segundos al año, es decir, menos de un segundo por día, pero con el fin de evitar complicaciones, se tomó de 365 días de duración, añadiendo diez días al año de 355 días. Censorino escribió el siguiente texto al respecto: “La confusión fue al final llevada tan lejos que C. César, el Pontifex Maximus, en su tercer consulado, con Lépido como colega, insertó entre noviembre y diciembre dos meses intercalares de 67 días, habiendo ya recibido el mes de febrero una intercalación de 23 días, e hizo así que el año completo consistiera en 445 días. Al mismo tiempo proveyó contra una repetición de errores similares al renunciar al mes intercalar, y al adaptar el año al curso solar. Para ello, a los 355 días del año previamente existente, añadió diez días, que distribuyó entre los siete meses que tenían 29 días, de tal forma que Enero, Sextilis y Diciembre recibieron dos cada uno, y los otros sólo uno; y estos días adicionales los colocó al final de cada mes, sin duda con el deseo de no mover los diversos festivales de aquellas posiciones en cada uno de los meses que durante tanto tiempo habían ocupado. Así, en el presente calendario, aunque hay siete meses de 31 días, los cuatro meses que originalmente poseían ese número aún son distinguibles al tener sus nonas en el quinto día del mes. Por último, en consideración por el cuarto de día que él consideraba que completaba el año, estableció la regla de que, al final de cada cuatro años, un único día debía ser intercalado donde el mes había sido anteriormente insertado, esto es, inmediatamente después de los Terminalia; ese día es ahora llamado el Bisextum.". Bissextum viene de bis-sexto. El 24 de febrero era llamado por los romanos "ante diem sextum Kalendas Martias"; en los años bisiestos, el día 25 era llamado "ante diem bis sextum Kalendas Martias" y no "ante diem quintum Kalendas Martias" como en los años normales. De ahí viene el nombre de Bisiesto ("bis sextum", esto es, dos veces sexto).
Julio César añadió un día a julio, mes de su nacimiento, para engrandecerse. Augusto hizo lo mismo con agosto, pues él no iba a ser menos que su antecesor. Ambos días fueron retirados de febrero, que pasó a tener 28. Ante la disminución de este mes con respecto a los otros, el día añadido de los años bisiestos se le concedió a él.
La imperfección del Calendario Juliano dio pie para que en el año 1582 el Papa Gregorio XIII encargara a Luis Lilio y al jesuita alemán Christopher Clavius la reforma que dará vida al conocido como Calendario Gregoriano
Esta reforma tuvo dos aspectos principales. Por una parte, dado que el equinoccio de primavera se había adelantado 10 días, se suprimieron estos para ajustar el ciclo de las estaciones. Este ajuste se llevó a cabo el jueves 4 de octubre de 1582, por lo que el día siguiente se consideró viernes 15 de octubre. Además para conseguir que este resultado pudiera mantenerse en el futuro, se acordó que los años bisiestos cuyas dos últimas cifras fueran ceros no fueran bisiestos, excepto si sus dos primeras son divisibles por cuatro. Así pues de los años 1600, 1700, 1800, 1900 y 2000, que en el calendario juliano son bisiestos, en el gregoriano lo son sólo el 1600 y el 2000, de modo que cada cuatro siglos quedan suprimidos tres días.
Este calendario fue poco a poco asumido por todos los países y es el mayoritariamente utilizado hoy en todo el mundo.
Actualmente el desfase que se produce es de aproximadamente 3 días cada 10.000 años, ya que el año gregoriano resulta más largo que el trópico de cáncer.
En la actualidad coexisten unos cuarenta calendarios, que no tienen nada que ver unos con otros. Medir el tiempo ha sido siempre una de nuestras pasiones y nuestros errores nos han hecho festejar la llegada de la primavera en pleno invierno

El calendario musulmán es un calendario lunar. Se basa en ciclos lunares de 30 años (360 lunaciones, de tradición sumeria). Los 30 años del ciclo se dividen en 19 años de 354 días y 11 años de 355 días. Los años de 354 días se llaman años simples y se dividen en seis meses de 30 días y otros seis meses de 29 días. Los años de 355 días se llaman intercalares y se dividen en siete meses de 30 días y otros cinco de 29 días. Años y meses van alternándose. Es decir, cada 33 años musulmanes equivalen a 32 años gregorianos. Las intercalaciones se hacen añadiendo un día al final del mes de du l-hiyya en los años 2º, 5º, 7º, 10º, 13º, 16º, 18º, 21º, 24º, 26º y 29º de cada ciclo de 30 años.

El origen de este calendario es el día del inicio de la Hégira, que en el calendario gregoriano correspondería al 16 de julio de 622.

El año islámico actual es 1433, aproximadamente desde el 26 noviembre de 2011 al 14 de noviembre de 2012.

1 Los días
2 Los meses
3 Particularidades
4 Véase también
5 Notas y referencias

Los días de la semana son siete:

al-áhad (الأحد «el primero»), domingo
al-ithnáyn (الإثنين «el segundo»), lunes
al-thalatha (الثلاثاء «el tercero»), martes
al-arba‘a (الأربعاء «el cuarto»), miércoles
al-jamís (الخميس «el quinto»), jueves
al-yuma‘a (الجمعة «la reunión»), viernes. Se llama así porque es el día festivo, en que se realiza la oración colectiva en las mezquitas.
as-sabt (السبت «el sábat»), sábado
[editar] Los mesesLos meses son doce:

Muharram
Safar
Rabi' al-Awwal
Rabi' al-Thani
Yumada al-Wula
Yumada al-Thania
Rayab
Sha'abán
Ramadán
Shawwuil
Du al-Qa'da
Du al-Hiyya
[editar] ParticularidadesEl día comienza con la caída del sol, y el mes empieza unos dos días después de la luna nueva, cuando comienza a verse el creciente lunar.

Si consideramos la diferencia de días entre el calendario lunar y el solar, y el hecho de comenzar el año 633, nos daremos cuenta de la dificultad de establecer una correspondencia entre el calendario musulmán y el gregoriano. Existen tablas de correspondencia de años,[1] pero para un cálculo rápido y exacto sirven las siguientes fórmulas:

Para pasar del año musulmán al gregoriano:
G+H Le sumas a tu puta madre
Para pasar del año gregoriano al musulmán:
G-H Le restas a tu puta madre
Donde:

G = año gregoriano

H = año musulmán (hégira)

Estas fórmulas sirven para establecer la correspondencia entre los años musulmanes y los gregorianos de una manera exacta. Para establecer la correspondencia de una fecha concreta, la cosa es casi imposible, e incluso los historiadores admiten un error de un día más o menos. La causa de este desfase es que el inicio y el fin de cada mes se regula según el ciclo lunar observable, lo que lleva a introducir un día de más cuando las observaciones no coinciden con el cálculo teórico.

El calendario egipcio surge a principios del tercer milenio antes de Cristo y es el primer calendario solar conocido de la Historia.

El primer año de la era romana, denominado el Año de Rómulo, consistía en diez o doce meses, según la bibliografía que se cite. Censorino, Plutarco y otros manifestaban que al principio el año tenía doce meses, pero debe darse más crédito a Gracano, Fulvio (Nobilior), Varro, Ovidio en varios pasajes de sus Fasti (i.27, 43, iii.99, 119, 151), Gelio (Noct. Att. iii.16), Macrobio (Saturn. i.12), Solino (Polyh. i), Servio (ad Georg. i.43), y otros, que mantenían que el primer año romano tenía solo diez meses.

El principio del año romano no era enero, como es en la actualidad; era en marzo, y llegaba hasta diciembre. Esto es confirmado por el hecho del encendido del fuego sagrado en el templo de Vesta, en el primer día del año, el primero de marzo. Los diez meses del calendario eran llamados Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, Septembris, Octobris, Novembris, Decembris. La duración de los meses era de treinta y un días para cuatro de ellos (Martius, Maius, Quinctilis y Octobris) y treinta días para los demás, de tal manera que la duración de los meses quedaba en orden sucesivo: 31, 30; 31, 30; 31, 30, 30; 31, 30, 30; con la duración total del año de 304 días.

Más tarde, se instauró el año de Numa, con doce meses y 355 días. Este año fue creado alrededor del 700 a. C. por el segundo rey de Roma, Numa Pompilio. Censorino (c20) cuenta que al año de Rómulo se le adhirieron cincuenta y un días: “se les quitó un día a cada uno de los meses huecos antes nombrados, que entonces sumados hacían 57 días, de los cuales se formaron dos meses, Ianuarius con 29, y Februarius con 28 días. Así todos los meses eran de este modo plenos, y contenían un número impar de días, salvo Februarius, que era el único hueco, y por eso considerado más desafortunado que el resto.", quedando el año de la siguiente manera: Martius, 31 días; Aprilis, 29 días; Maius, 31 días; Iunius, 29 días; Quinctilis, 31 días; Sextilis, 29 días; September, 29 días; October, 31 días; Nouember, 29 días; December, 29 días; Ianuarius, 29 días; y Februarius, 28 días.

Aún de esta manera el año quedaba corto once días respecto al año solar, por lo que Numa Pompilio ordenó que se le añadiera un mes cada dos años de 22 días en el segundo y sexto años, y de 23 días en el cuatro y octavo, haciendo un ciclo de ocho años. El mes intercalar era llamado Mercedonius (Plutarco, Numa, 19; Caes. 59). El año romano estaba basado en los ciclos lunares y, según Livio, la relación con los años solares se daba cada 19 años. Este ciclo fue introducido en el 432 a. C. y, aunque este conocimiento carecía de uso popular, era utilizado por los pontífices para los cultos de los dioses.

En 45 a. C. Julio César encargó al astrónomo alejandrino Sosígenes la elaboración de su calendario. Este fijó la duración del año en 365 días y seis horas, cálculo asombrosamente exacto dados los rudimentarios instrumentos de la época, ya que su margen de error fue sólo de 11 minutos y 9 segundos al año, es decir, menos de un segundo por día, pero con el fin de evitar complicaciones, se tomó de 365 días de duración, añadiendo diez días al año de 355 días. Censorino escribió el siguiente texto al respecto: “La confusión fue al final llevada tan lejos que C. César, el Pontifex Maximus, en su tercer consulado, con Lépido como colega, insertó entre noviembre y diciembre dos meses intercalares de 67 días, habiendo ya recibido el mes de febrero una intercalación de 23 días, e hizo así que el año completo consistiera en 445 días. Al mismo tiempo proveyó contra una repetición de errores similares al renunciar al mes intercalar, y al adaptar el año al curso solar. Para ello, a los 355 días del año previamente existente, añadió diez días, que distribuyó entre los siete meses que tenían 29 días, de tal forma que Enero, Sextilis y Diciembre recibieron dos cada uno, y los otros sólo uno; y estos días adicionales los colocó al final de cada mes, sin duda con el deseo de no mover los diversos festivales de aquellas posiciones en cada uno de los meses que durante tanto tiempo habían ocupado. Así, en el presente calendario, aunque hay siete meses de 31 días, los cuatro meses que originalmente poseían ese número aún son distinguibles al tener sus nonas en el quinto día del mes. Por último, en consideración por el cuarto de día que él consideraba que completaba el año, estableció la regla de que, al final de cada cuatro años, un único día debía ser intercalado donde el mes había sido anteriormente insertado, esto es, inmediatamente después de los Terminalia; ese día es ahora llamado el Bisextum.". Bissextum viene de bis-sexto. El 24 de febrero era llamado por los romanos "ante diem sextum Kalendas Martias"; en los años bisiestos, el día 25 era llamado "ante diem bis sextum Kalendas Martias" y no "ante diem quintum Kalendas Martias" como en los años normales. De ahí viene el nombre de Bisiesto ("bis sextum", esto es, dos veces sexto).

Julio César añadió un día a julio, mes de su nacimiento, para engrandecerse. Augusto hizo lo mismo con agosto, pues él no iba a ser menos que su antecesor. Ambos días fueron retirados de febrero, que pasó a tener 28. Ante la disminución de este mes con respecto a los otros, el día añadido de los años bisiestos se le concedió a él.

La imperfección del Calendario Juliano dio pie para que en el año 1582 el Papa Gregorio XIII encargara a Luis Lilio y al jesuita alemán Christopher Clavius la reforma que dará vida al conocido como Calendario Gregoriano

Esta reforma tuvo dos aspectos principales. Por una parte, dado que el equinoccio de primavera se había adelantado 10 días, se suprimieron estos para ajustar el ciclo de las estaciones. Este ajuste se llevó a cabo el jueves 4 de octubre de 1582, por lo que el día siguiente se consideró viernes 15 de octubre. Además para conseguir que este resultado pudiera mantenerse en el futuro, se acordó que los años bisiestos cuyas dos últimas cifras fueran ceros no fueran bisiestos, excepto si sus dos primeras son divisibles por cuatro. Así pues de los años 1600, 1700, 1800, 1900 y 2000, que en el calendario juliano son bisiestos, en el gregoriano lo son sólo el 1600 y el 2000, de modo que cada cuatro siglos quedan suprimidos tres días.

Este calendario fue poco a poco asumido por todos los países y es el mayoritariamente utilizado hoy en todo el mundo.

Actualmente el desfase que se produce es de aproximadamente 3 días cada 10.000 años, ya que el año gregoriano resulta más largo que el trópico de cáncer.

En la actualidad coexisten unos cuarenta calendarios, que no tienen nada que ver unos con otros. Medir el tiempo ha sido siempre una de nuestras pasiones y nuestros errores nos han hecho festejar la llegada de la primavera en pleno invierno.

calendariolaboral2013.gif


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Precisamente anoche, viendo mi parienta y yo en "trois antennes" esa noticia en las noticias de las 9, se lo comenté. Ya todo quisqui hace calendarios de'sos de los cohones. Han perdido toda su originalidad y sus intenciones primigenias, que era el denunciar cualquier injusticia.
Le propuse hacer uno nosotros en el que saliese ella en pose provocativa con algunos foreros, incluído yo. El fotógrafo podría ser Pentecost, que tiene pinta de tener estilo y saber hacer. Evidentement no podrían faltar en esas foto el Vita con el Nome en postura provocativa homogayer. Naty, si quiere, puede salir, pero enseñando cacho. Y el avinagrado de Ajucles, mostrando tableta y glúteos torneados y prietos.
El resto, como somos gordos, calvos y sebosos, saldríamos en la página del making off en una esquinilla para que no se nos vea demasiado.

What a coñazo you are, Maduro!!!!
 
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El calendario (del latín calenda) es una cuenta sistematizada del transcurso del tiempo, utilizado para la organización cronológica de las actividades humanas.
Antiguamente, muchos estaban basados en los ciclos lunares, perdurando su uso en el calendario musulmán, en la fecha de varias fiestas religiosas cristianas y en el uso de la semana (correspondiente a las cuatro fases lunares, aproximadamente).
En la actualidad, la mayor parte de los calendarios tienen por referencia el ciclo que describe la Tierra alrededor del Sol y se denominan calendarios solares.
El calendario sideral se fundamenta en el movimiento terrestre respecto de otros astros diferentes al Sol.

Etimología
Las "calendas" eran los primeros días de cada mes. El "calendario" era pues el registro de las calendas para un año.
sábado 17 noviembre 2012
El comienzo del año en la era romana era marzo, y se llamó de esa manera en honor a Marte, dios de la guerra; abril, fue llamado por Apru que era la diosa etrusca de la fertilidad (como Aphrodita para los griegos); mayo, en honor a Maia, la diosa de la primavera; junio, en honor a Juno, esposa de Júpiter y diosa del matrimonio.
En la época de Julio César, Quinctilis se cambió por julio en su honor, y un poco más tarde, en los años del emperador Augusto, se cambió Sextilis por agosto. Los meses de enero y febrero, como se explica más adelante, se añadieron después. Febrero fue llamado así en honor a Februa, el festival de la purificación, y enero por el dios Jano, dios de las puertas.
Historia
El calendario egipcio surge a principios del tercer milenio antes de Cristo y es el primer calendario solar conocido de la Historia.
El primer año de la era romana, denominado el Año de Rómulo, consistía en diez o doce meses, según la bibliografía que se cite. Censorino, Plutarco y otros manifestaban que al principio el año tenía doce meses, pero debe darse más crédito a Gracano, Fulvio (Nobilior), Varro, Ovidio en varios pasajes de sus Fasti (i.27, 43, iii.99, 119, 151), Gelio (Noct. Att. iii.16), Macrobio (Saturn. i.12), Solino (Polyh. i), Servio (ad Georg. i.43), y otros, que mantenían que el primer año romano tenía solo diez meses.
El principio del año romano no era enero, como es en la actualidad; era en marzo, y llegaba hasta diciembre. Esto es confirmado por el hecho del encendido del fuego sagrado en el templo de Vesta, en el primer día del año, el primero de marzo. Los diez meses del calendario eran llamados Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, Septembris, Octobris, Novembris, Decembris. La duración de los meses era de treinta y un días para cuatro de ellos (Martius, Maius, Quinctilis y Octobris) y treinta días para los demás, de tal manera que la duración de los meses quedaba en orden sucesivo: 31, 30; 31, 30; 31, 30, 30; 31, 30, 30; con la duración total del año de 304 días.
Más tarde, se instauró el año de Numa, con doce meses y 355 días. Este año fue creado alrededor del 700 a. C. por el segundo rey de Roma, Numa Pompilio. Censorino (c20) cuenta que al año de Rómulo se le adhirieron cincuenta y un días: “se les quitó un día a cada uno de los meses huecos antes nombrados, que entonces sumados hacían 57 días, de los cuales se formaron dos meses, Ianuarius con 29, y Februarius con 28 días. Así todos los meses eran de este modo plenos, y contenían un número impar de días, salvo Februarius, que era el único hueco, y por eso considerado más desafortunado que el resto.", quedando el año de la siguiente manera: Martius, 31 días; Aprilis, 29 días; Maius, 31 días; Iunius, 29 días; Quinctilis, 31 días; Sextilis, 29 días; September, 29 días; October, 31 días; Nouember, 29 días; December, 29 días; Ianuarius, 29 días; y Februarius, 28 días.
Aún de esta manera el año quedaba corto once días respecto al año solar, por lo que Numa Pompilio ordenó que se le añadiera un mes cada dos años de 22 días en el segundo y sexto años, y de 23 días en el cuatro y octavo, haciendo un ciclo de ocho años. El mes intercalar era llamado Mercedonius (Plutarco, Numa, 19; Caes. 59). El año romano estaba basado en los ciclos lunares y, según Livio, la relación con los años solares se daba cada 19 años. Este ciclo fue introducido en el 432 a. C. y, aunque este conocimiento carecía de uso popular, era utilizado por los pontífices para los cultos de los dioses.
En 45 a. C. Julio César encargó al astrónomo alejandrino Sosígenes la elaboración de su calendario. Este fijó la duración del año en 365 días y seis horas, cálculo asombrosamente exacto dados los rudimentarios instrumentos de la época, ya que su margen de error fue sólo de 11 minutos y 9 segundos al año, es decir, menos de un segundo por día, pero con el fin de evitar complicaciones, se tomó de 365 días de duración, añadiendo diez días al año de 355 días. Censorino escribió el siguiente texto al respecto: “La confusión fue al final llevada tan lejos que C. César, el Pontifex Maximus, en su tercer consulado, con Lépido como colega, insertó entre noviembre y diciembre dos meses intercalares de 67 días, habiendo ya recibido el mes de febrero una intercalación de 23 días, e hizo así que el año completo consistiera en 445 días. Al mismo tiempo proveyó contra una repetición de errores similares al renunciar al mes intercalar, y al adaptar el año al curso solar. Para ello, a los 355 días del año previamente existente, añadió diez días, que distribuyó entre los siete meses que tenían 29 días, de tal forma que Enero, Sextilis y Diciembre recibieron dos cada uno, y los otros sólo uno; y estos días adicionales los colocó al final de cada mes, sin duda con el deseo de no mover los diversos festivales de aquellas posiciones en cada uno de los meses que durante tanto tiempo habían ocupado. Así, en el presente calendario, aunque hay siete meses de 31 días, los cuatro meses que originalmente poseían ese número aún son distinguibles al tener sus nonas en el quinto día del mes. Por último, en consideración por el cuarto de día que él consideraba que completaba el año, estableció la regla de que, al final de cada cuatro años, un único día debía ser intercalado donde el mes había sido anteriormente insertado, esto es, inmediatamente después de los Terminalia; ese día es ahora llamado el Bisextum.". Bissextum viene de bis-sexto. El 24 de febrero era llamado por los romanos "ante diem sextum Kalendas Martias"; en los años bisiestos, el día 25 era llamado "ante diem bis sextum Kalendas Martias" y no "ante diem quintum Kalendas Martias" como en los años normales. De ahí viene el nombre de Bisiesto ("bis sextum", esto es, dos veces sexto).a engrandecerse. Augusto hizo lo mismo con agosto, pues él no iba a ser menos que su antecesor. Ambos días fueron retirados de febrero, que pasó a tener 28. Ante la disminución de este mes con respecto a los otros, el día añadido de los años bisiestos se le concedió a él.
La imperfección del Calendario Juliano dio pie para que en el año 1582 el Papa Gregorio XIII encargara a Luis Lilio y al jesuita alemán Christopher Clavius la reforma que dará vida al conocido como Calendario Gregoriano
Esta reforma tuvo dos aspectos principales. Por una parte, dado que el equinoccio de primavera se había adelantado 10 días, se suprimieron estos para ajustar el ciclo de las estaciones. Este ajuste se llevó a cabo el jueves 4 de octubre de 1582, por lo que el día siguiente se consideró viernes 15 de octubre. Además para conseguir que este resultado pudiera mantenerse en el futuro, se acordó que los años bisiestos cuyas dos últimas cifras fueran ceros no fueran bisiestos, excepto si sus dos primeras son divisibles por cuatro. Así pues de los años 1600, 1700, 1800, 1900 y 2000, que en el calendario juliano son bisiestos, en el gregoriano lo son sólo el 1600 y el 2000, de modo que cada cuatro siglos quedan suprimidos tres días.
Este calendario fue poco a poco asumido por todos los países y es el mayoritariamente utilizado hoy en todo el mundo.
Actualmente el desfase que se produce es de aproximadamente 3 días cada 10.000 años, ya que el año gregoriano resulta más largo que el trópico de cáncer.
En la actualidad coexisten unos cuarenta calendarios, que no tienen nada que ver unos con otros. Medir el tiempo ha sido siempre una de nuestras pasiones y nuestros errores nos han hecho festejar la llegada de la primavera en pleno invierno

El calendario musulmán es un calendario lunar. Se basa en ciclos lunares de 30 años (360 lunaciones, de tradición sumeria). Los 30 años del ciclo se dividen en 19 años de 354 días y 11 años de 355 días. Los años de 354 días se llaman años simples y se dividen en seis meses de 30 días y otros seis meses de 29 días. Los años de 355 días se llaman intercalares y se dividen en siete meses de 30 días y otros cinco de 29 días. Años y meses van alternándose. Es decir, cada 33 años musulmanes equivalen a 32 años gregorianos. Las intercalaciones se hacen añadiendo un día al final del mes de du l-hiyya en los años 2º, 5º, 7º, 10º, 13º, 16º, 18º, 21º, 24º, 26º y 29º de cada ciclo de 30 años.

El origen de este calendario es el día del inicio de la Hégira, que en el calendario gregoriano correspondería al 16 de julio de 622.

El año islámico actual es 1433, aproximadamente desde el 26 noviembre de 2011 al 14 de noviembre de 2012.

1 Los días
2 Los meses
3 Particularidades
4 Véase también
5 Notas y referencias

Los días de la semana son siete:

al-áhad (الأحد «el primero»), domingo
al-ithnáyn (الإثنين «el segundo»), lunes
al-thalatha (الثلاثاء «el tercero»), martes
al-arba‘a (الأربعاء «el cuarto»), miércoles
al-jamís (الخميس «el quinto»), jueves
al-yuma‘a (الجمعة «la reunión»), viernes. Se llama así porque es el día festivo, en que se realiza la oración colectiva en las mezquitas.
as-sabt (السبت «el sábat»), sábado
[editar] Los mesesLos meses son doce:

Muharram
Safar
Rabi' al-Awwal
Rabi' al-Thani
Yumada al-Wula
Yumada al-Thania
Rayab
Sha'abán
Ramadán
Shawwuil
Du al-Qa'da
Du al-Hiyya
[editar] ParticularidadesEl día comienza con la caída del sol, y el mes empieza unos dos días después de la luna nueva, cuando comienza a verse el creciente lunar.

Si consideramos la diferencia de días entre el calendario lunar y el solar, y el hecho de comenzar el año 633, nos daremos cuenta de la dificultad de establecer una correspondencia entre el calendario musulmán y el gregoriano. Existen tablas de correspondencia de años,[1] pero para un cálculo rápido y exacto sirven las siguientes fórmulas:

Para pasar del año musulmán al gregoriano:
G+H Le sumas a tu puta madre
Para pasar del año gregoriano al musulmán:
G-H Le restas a tu puta madre
Donde:

G = año gregoriano

H = año musulmán (hégira)

Estas fórmulas sirven para establecer la correspondencia entre los años musulmanes y los gregorianos de una manera exacta. Para establecer la correspondencia de una fecha concreta, la cosa es casi imposible, e incluso los historiadores admiten un error de un día más o menos. La causa de este desfase es que el inicio y el fin de cada mes se regula según el ciclo lunar observable, lo que lleva a introducir un día de más cuando las observaciones no coinciden con el cálculo teórico.

El calendario egipcio surge a principios del tercer milenio antes de Cristo y es el primer calendario solar conocido de la Historia.

El primer año de la era romana, denominado el Año de Rómulo, consistía en diez o doce meses, según la bibliografía que se cite. Censorino, Plutarco y otros manifestaban que al principio el año tenía doce meses, pero debe darse más crédito a Gracano, Fulvio (Nobilior), Varro, Ovidio en varios pasajes de sus Fasti (i.27, 43, iii.99, 119, 151), Gelio (Noct. Att. iii.16), Macrobio (Saturn. i.12), Solino (Polyh. i), Servio (ad Georg. i.43), y otros, que mantenían que el primer año romano tenía solo diez meses.

El principio del año romano no era enero, como es en la actualidad; era en marzo, y llegaba hasta diciembre. Esto es confirmado por el hecho del encendido del fuego sagrado en el templo de Vesta, en el primer día del año, el primero de marzo. Los diez meses del calendario eran llamados Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, Septembris, Octobris, Novembris, Decembris. La duración de los meses era de treinta y un días para cuatro de ellos (Martius, Maius, Quinctilis y Octobris) y treinta días para los demás, de tal manera que la duración de los meses quedaba en orden sucesivo: 31, 30; 31, 30; 31, 30, 30; 31, 30, 30; con la duración total del año de 304 días.

Más tarde, se instauró el año de Numa, con doce meses y 355 días. Este año fue creado alrededor del 700 a. C. por el segundo rey de Roma, Numa Pompilio. Censorino (c20) cuenta que al año de Rómulo se le adhirieron cincuenta y un días: “se les quitó un día a cada uno de los meses huecos antes nombrados, que entonces sumados hacían 57 días, de los cuales se formaron dos meses, Ianuarius con 29, y Februarius con 28 días. Así todos los meses eran de este modo plenos, y contenían un número impar de días, salvo Februarius, que era el único hueco, y por eso considerado más desafortunado que el resto.", quedando el año de la siguiente manera: Martius, 31 días; Aprilis, 29 días; Maius, 31 días; Iunius, 29 días; Quinctilis, 31 días; Sextilis, 29 días; September, 29 días; October, 31 días; Nouember, 29 días; December, 29 días; Ianuarius, 29 días; y Februarius, 28 días.

Aún de esta manera el año quedaba corto once días respecto al año solar, por lo que Numa Pompilio ordenó que se le añadiera un mes cada dos años de 22 días en el segundo y sexto años, y de 23 días en el cuatro y octavo, haciendo un ciclo de ocho años. El mes intercalar era llamado Mercedonius (Plutarco, Numa, 19; Caes. 59). El año romano estaba basado en los ciclos lunares y, según Livio, la relación con los años solares se daba cada 19 años. Este ciclo fue introducido en el 432 a. C. y, aunque este conocimiento carecía de uso popular, era utilizado por los pontífices para los cultos de los dioses.

En 45 a. C. Julio César encargó al astrónomo alejandrino Sosígenes la elaboración de su calendario. Este fijó la duración del año en 365 días y seis horas, cálculo asombrosamente exacto dados los rudimentarios instrumentos de la época, ya que su margen de error fue sólo de 11 minutos y 9 segundos al año, es decir, menos de un segundo por día, pero con el fin de evitar complicaciones, se tomó de 365 días de duración, añadiendo diez días al año de 355 días. Censorino escribió el siguiente texto al respecto: “La confusión fue al final llevada tan lejos que C. César, el Pontifex Maximus, en su tercer consulado, con Lépido como colega, insertó entre noviembre y diciembre dos meses intercalares de 67 días, habiendo ya recibido el mes de febrero una intercalación de 23 días, e hizo así que el año completo consistiera en 445 días. Al mismo tiempo proveyó contra una repetición de errores similares al renunciar al mes intercalar, y al adaptar el año al curso solar. Para ello, a los 355 días del año previamente existente, añadió diez días, que distribuyó entre los siete meses que tenían 29 días, de tal forma que Enero, Sextilis y Diciembre recibieron dos cada uno, y los otros sólo uno; y estos días adicionales los colocó al final de cada mes, sin duda con el deseo de no mover los diversos festivales de aquellas posiciones en cada uno de los meses que durante tanto tiempo habían ocupado. Así, en el presente calendario, aunque hay siete meses de 31 días, los cuatro meses que originalmente poseían ese número aún son distinguibles al tener sus nonas en el quinto día del mes. Por último, en consideración por el cuarto de día que él consideraba que completaba el año, estableció la regla de que, al final de cada cuatro años, un único día debía ser intercalado donde el mes había sido anteriormente insertado, esto es, inmediatamente después de los Terminalia; ese día es ahora llamado el Bisextum.". Bissextum viene de bis-sexto. El 24 de febrero era llamado por los romanos "ante diem sextum Kalendas Martias"; en los años bisiestos, el día 25 era llamado "ante diem bis sextum Kalendas Martias" y no "ante diem quintum Kalendas Martias" como en los años normales. De ahí viene el nombre de Bisiesto ("bis sextum", esto es, dos veces sexto).

Julio César añadió un día a julio, mes de su nacimiento, para engrandecerse. Augusto hizo lo mismo con agosto, pues él no iba a ser menos que su antecesor. Ambos días fueron retirados de febrero, que pasó a tener 28. Ante la disminución de este mes con respecto a los otros, el día añadido de los años bisiestos se le concedió a él.

La imperfección del Calendario Juliano dio pie para que en el año 1582 el Papa Gregorio XIII encargara a Luis Lilio y al jesuita alemán Christopher Clavius la reforma que dará vida al conocido como Calendario Gregoriano

Esta reforma tuvo dos aspectos principales. Por una parte, dado que el equinoccio de primavera se había adelantado 10 días, se suprimieron estos para ajustar el ciclo de las estaciones. Este ajuste se llevó a cabo el jueves 4 de octubre de 1582, por lo que el día siguiente se consideró viernes 15 de octubre. Además para conseguir que este resultado pudiera mantenerse en el futuro, se acordó que los años bisiestos cuyas dos últimas cifras fueran ceros no fueran bisiestos, excepto si sus dos primeras son divisibles por cuatro. Así pues de los años 1600, 1700, 1800, 1900 y 2000, que en el calendario juliano son bisiestos, en el gregoriano lo son sólo el 1600 y el 2000, de modo que cada cuatro siglos quedan suprimidos tres días.

Este calendario fue poco a poco asumido por todos los países y es el mayoritariamente utilizado hoy en todo el mundo.

Actualmente el desfase que se produce es de aproximadamente 3 días cada 10.000 años, ya que el año gregoriano resulta más largo que el trópico de cáncer.

En la actualidad coexisten unos cuarenta calendarios, que no tienen nada que ver unos con otros. Medir el tiempo ha sido siempre una de nuestras pasiones y nuestros errores nos han hecho festejar la llegada de la primavera en pleno invierno.

calendariolaboral2013.gif


What a coñazo you are, Maduro!!!!

Totalmente de acuerdo en tu exposición.Sin embargo queda una cuestión pendiente;¿tú eres más del calendario gregoriano o juliano?.
 
Yo es que soy un poco antiguo. Todavía me guío por el Egipcio.

Saludos, N.
 
atanatosII rebuznó:
La hostiaputa.........estoy hasta los mismísimos de tanta farise@ que pulula a sus anchas y sin ningún tipo de control.

Con la llegada del mes de Noviembre,siempre hemos tenido que capear con la propaganda típica al uso;que si la lotería del calvo,que
si el boleto del hijo del vecino,que si los anuncios anticipados de regalos y así un interminable ect.Como si eso no fuera ya de por si insufrible ,ahora debemos añadir los famosos calendarios eróticos que la peña se hace para darle salida a su ego pero,eso si, finamente revestido con una capa de supuesto fin benéfico.

Son muchos colectivos que se han sumado ya a la moda en cuestión;los bomberos porque les falta material para apagar los fuegos,las madres de un equipo de fútbol para sufragar la equipación de sus hijos,las enfermeras de no sé que hospital porque los pacientes no están bien atentidos,las madres de unos alumnos de primaria porque sus retoños no tienen autobús escolar,las monjas clarisas de no sé que convento porque les falta mermelada para sus postres navideños.Y un mojón para estas putas:lo único que desean es enseñar tetamen porque necesitan sentirse deseadas y encima restregarle a los cornudos de sus maridos el hecho de que si venden muchos calendarios,es porque sus cuerpos serranos lo valen pero no son lo suficientemente valoradas por el machista de turno,que por marido tienen.

Lo más gracioso es escucharles las frases típicas ante las cámaras de t.v.:"el pudor se supera pensando en nuestros hijos","el buen hacer del fotógrafo nos ha hecho olvidar el mal trago de enseñar nuestro cuerpo",y está que se lleva la palma de todas:"han salido unas fotos muy artísticas,no pensaba que tenía ese cuerpo".Y se queda tan pancha la vaca-burra........la hostiaputa.......que mosqueo tengo........:shock:

Os pongo un enlace para ilustrar el tema...
Me gustaría saber vuestra opinión al respecto.:lol:
Amigo MakinaS, no me suelo mover en el tema calendarios eroticos, no veo la tele y soy selectico con internete (en mis perversiones no entran calendariosEroticos) y como ninguna de mis empresas es un SESchoS, eso si estoy hasta la mismisimapolla de comprar participaciones de navidad en beneficio de......... hijaputadas multiples y para colomo si me toca, participo con 2 o 3 euros, mecagoensantaClos estadisticamentes es ruinoso.

Nomegustalatele rebuznó:
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El calendario (del latín calenda) es una cuenta sistematizada del transcurso del tiempo, utilizado para la organización cronológica de las actividades humanas.
Antiguamente, muchos estaban basados en los ciclos lunares, perdurando su uso en el calendario musulmán, en la fecha de varias fiestas religiosas cristianas y en el uso de la semana (correspondiente a las cuatro fases lunares, aproximadamente).
En la actualidad, la mayor parte de los calendarios tienen por referencia el ciclo que describe la Tierra alrededor del Sol y se denominan calendarios solares.
El calendario sideral se fundamenta en el movimiento terrestre respecto de otros astros diferentes al Sol.

Etimología
Las "calendas" eran los primeros días de cada mes. El "calendario" era pues el registro de las calendas para un año.
sábado 17 noviembre 2012
El comienzo del año en la era romana era marzo, y se llamó de esa manera en honor a Marte, dios de la guerra; abril, fue llamado por Apru que era la diosa etrusca de la fertilidad (como Aphrodita para los griegos); mayo, en honor a Maia, la diosa de la primavera; junio, en honor a Juno, esposa de Júpiter y diosa del matrimonio.
En la época de Julio César, Quinctilis se cambió por julio en su honor, y un poco más tarde, en los años del emperador Augusto, se cambió Sextilis por agosto. Los meses de enero y febrero, como se explica más adelante, se añadieron después. Febrero fue llamado así en honor a Februa, el festival de la purificación, y enero por el dios Jano, dios de las puertas.
Historia
El calendario egipcio surge a principios del tercer milenio antes de Cristo y es el primer calendario solar conocido de la Historia.
El primer año de la era romana, denominado el Año de Rómulo, consistía en diez o doce meses, según la bibliografía que se cite. Censorino, Plutarco y otros manifestaban que al principio el año tenía doce meses, pero debe darse más crédito a Gracano, Fulvio (Nobilior), Varro, Ovidio en varios pasajes de sus Fasti (i.27, 43, iii.99, 119, 151), Gelio (Noct. Att. iii.16), Macrobio (Saturn. i.12), Solino (Polyh. i), Servio (ad Georg. i.43), y otros, que mantenían que el primer año romano tenía solo diez meses.
El principio del año romano no era enero, como es en la actualidad; era en marzo, y llegaba hasta diciembre. Esto es confirmado por el hecho del encendido del fuego sagrado en el templo de Vesta, en el primer día del año, el primero de marzo. Los diez meses del calendario eran llamados Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, Septembris, Octobris, Novembris, Decembris. La duración de los meses era de treinta y un días para cuatro de ellos (Martius, Maius, Quinctilis y Octobris) y treinta días para los demás, de tal manera que la duración de los meses quedaba en orden sucesivo: 31, 30; 31, 30; 31, 30, 30; 31, 30, 30; con la duración total del año de 304 días.
Más tarde, se instauró el año de Numa, con doce meses y 355 días. Este año fue creado alrededor del 700 a. C. por el segundo rey de Roma, Numa Pompilio. Censorino (c20) cuenta que al año de Rómulo se le adhirieron cincuenta y un días: “se les quitó un día a cada uno de los meses huecos antes nombrados, que entonces sumados hacían 57 días, de los cuales se formaron dos meses, Ianuarius con 29, y Februarius con 28 días. Así todos los meses eran de este modo plenos, y contenían un número impar de días, salvo Februarius, que era el único hueco, y por eso considerado más desafortunado que el resto.", quedando el año de la siguiente manera: Martius, 31 días; Aprilis, 29 días; Maius, 31 días; Iunius, 29 días; Quinctilis, 31 días; Sextilis, 29 días; September, 29 días; October, 31 días; Nouember, 29 días; December, 29 días; Ianuarius, 29 días; y Februarius, 28 días.
Aún de esta manera el año quedaba corto once días respecto al año solar, por lo que Numa Pompilio ordenó que se le añadiera un mes cada dos años de 22 días en el segundo y sexto años, y de 23 días en el cuatro y octavo, haciendo un ciclo de ocho años. El mes intercalar era llamado Mercedonius (Plutarco, Numa, 19; Caes. 59). El año romano estaba basado en los ciclos lunares y, según Livio, la relación con los años solares se daba cada 19 años. Este ciclo fue introducido en el 432 a. C. y, aunque este conocimiento carecía de uso popular, era utilizado por los pontífices para los cultos de los dioses.
En 45 a. C. Julio César encargó al astrónomo alejandrino Sosígenes la elaboración de su calendario. Este fijó la duración del año en 365 días y seis horas, cálculo asombrosamente exacto dados los rudimentarios instrumentos de la época, ya que su margen de error fue sólo de 11 minutos y 9 segundos al año, es decir, menos de un segundo por día, pero con el fin de evitar complicaciones, se tomó de 365 días de duración, añadiendo diez días al año de 355 días. Censorino escribió el siguiente texto al respecto: “La confusión fue al final llevada tan lejos que C. César, el Pontifex Maximus, en su tercer consulado, con Lépido como colega, insertó entre noviembre y diciembre dos meses intercalares de 67 días, habiendo ya recibido el mes de febrero una intercalación de 23 días, e hizo así que el año completo consistiera en 445 días. Al mismo tiempo proveyó contra una repetición de errores similares al renunciar al mes intercalar, y al adaptar el año al curso solar. Para ello, a los 355 días del año previamente existente, añadió diez días, que distribuyó entre los siete meses que tenían 29 días, de tal forma que Enero, Sextilis y Diciembre recibieron dos cada uno, y los otros sólo uno; y estos días adicionales los colocó al final de cada mes, sin duda con el deseo de no mover los diversos festivales de aquellas posiciones en cada uno de los meses que durante tanto tiempo habían ocupado. Así, en el presente calendario, aunque hay siete meses de 31 días, los cuatro meses que originalmente poseían ese número aún son distinguibles al tener sus nonas en el quinto día del mes. Por último, en consideración por el cuarto de día que él consideraba que completaba el año, estableció la regla de que, al final de cada cuatro años, un único día debía ser intercalado donde el mes había sido anteriormente insertado, esto es, inmediatamente después de los Terminalia; ese día es ahora llamado el Bisextum.". Bissextum viene de bis-sexto. El 24 de febrero era llamado por los romanos "ante diem sextum Kalendas Martias"; en los años bisiestos, el día 25 era llamado "ante diem bis sextum Kalendas Martias" y no "ante diem quintum Kalendas Martias" como en los años normales. De ahí viene el nombre de Bisiesto ("bis sextum", esto es, dos veces sexto).
Julio César añadió un día a julio, mes de su nacimiento, para engrandecerse. Augusto hizo lo mismo con agosto, pues él no iba a ser menos que su antecesor. Ambos días fueron retirados de febrero, que pasó a tener 28. Ante la disminución de este mes con respecto a los otros, el día añadido de los años bisiestos se le concedió a él.
La imperfección del Calendario Juliano dio pie para que en el año 1582 el Papa Gregorio XIII encargara a Luis Lilio y al jesuita alemán Christopher Clavius la reforma que dará vida al conocido como Calendario Gregoriano
Esta reforma tuvo dos aspectos principales. Por una parte, dado que el equinoccio de primavera se había adelantado 10 días, se suprimieron estos para ajustar el ciclo de las estaciones. Este ajuste se llevó a cabo el jueves 4 de octubre de 1582, por lo que el día siguiente se consideró viernes 15 de octubre. Además para conseguir que este resultado pudiera mantenerse en el futuro, se acordó que los años bisiestos cuyas dos últimas cifras fueran ceros no fueran bisiestos, excepto si sus dos primeras son divisibles por cuatro. Así pues de los años 1600, 1700, 1800, 1900 y 2000, que en el calendario juliano son bisiestos, en el gregoriano lo son sólo el 1600 y el 2000, de modo que cada cuatro siglos quedan suprimidos tres días.
Este calendario fue poco a poco asumido por todos los países y es el mayoritariamente utilizado hoy en todo el mundo.
Actualmente el desfase que se produce es de aproximadamente 3 días cada 10.000 años, ya que el año gregoriano resulta más largo que el trópico de cáncer.
En la actualidad coexisten unos cuarenta calendarios, que no tienen nada que ver unos con otros. Medir el tiempo ha sido siempre una de nuestras pasiones y nuestros errores nos han hecho festejar la llegada de la primavera en pleno invierno

El calendario musulmán es un calendario lunar. Se basa en ciclos lunares de 30 años (360 lunaciones, de tradición sumeria). Los 30 años del ciclo se dividen en 19 años de 354 días y 11 años de 355 días. Los años de 354 días se llaman años simples y se dividen en seis meses de 30 días y otros seis meses de 29 días. Los años de 355 días se llaman intercalares y se dividen en siete meses de 30 días y otros cinco de 29 días. Años y meses van alternándose. Es decir, cada 33 años musulmanes equivalen a 32 años gregorianos. Las intercalaciones se hacen añadiendo un día al final del mes de du l-hiyya en los años 2º, 5º, 7º, 10º, 13º, 16º, 18º, 21º, 24º, 26º y 29º de cada ciclo de 30 años.

El origen de este calendario es el día del inicio de la Hégira, que en el calendario gregoriano correspondería al 16 de julio de 622.

El año islámico actual es 1433, aproximadamente desde el 26 noviembre de 2011 al 14 de noviembre de 2012.

1 Los días
2 Los meses
3 Particularidades
4 Véase también
5 Notas y referencias

Los días de la semana son siete:

al-áhad (الأحد «el primero»), domingo
al-ithnáyn (الإثنين «el segundo»), lunes
al-thalatha (الثلاثاء «el tercero»), martes
al-arba‘a (الأربعاء «el cuarto»), miércoles
al-jamís (الخميس «el quinto»), jueves
al-yuma‘a (الجمعة «la reunión»), viernes. Se llama así porque es el día festivo, en que se realiza la oración colectiva en las mezquitas.
as-sabt (السبت «el sábat»), sábado
[editar] Los mesesLos meses son doce:

Muharram
Safar
Rabi' al-Awwal
Rabi' al-Thani
Yumada al-Wula
Yumada al-Thania
Rayab
Sha'abán
Ramadán
Shawwuil
Du al-Qa'da
Du al-Hiyya
[editar] ParticularidadesEl día comienza con la caída del sol, y el mes empieza unos dos días después de la luna nueva, cuando comienza a verse el creciente lunar.

Si consideramos la diferencia de días entre el calendario lunar y el solar, y el hecho de comenzar el año 633, nos daremos cuenta de la dificultad de establecer una correspondencia entre el calendario musulmán y el gregoriano. Existen tablas de correspondencia de años,[1] pero para un cálculo rápido y exacto sirven las siguientes fórmulas:

Para pasar del año musulmán al gregoriano:
G+H Le sumas a tu puta madre
Para pasar del año gregoriano al musulmán:
G-H Le restas a tu puta madre
Donde:

G = año gregoriano

H = año musulmán (hégira)

Estas fórmulas sirven para establecer la correspondencia entre los años musulmanes y los gregorianos de una manera exacta. Para establecer la correspondencia de una fecha concreta, la cosa es casi imposible, e incluso los historiadores admiten un error de un día más o menos. La causa de este desfase es que el inicio y el fin de cada mes se regula según el ciclo lunar observable, lo que lleva a introducir un día de más cuando las observaciones no coinciden con el cálculo teórico.

El calendario egipcio surge a principios del tercer milenio antes de Cristo y es el primer calendario solar conocido de la Historia.

El primer año de la era romana, denominado el Año de Rómulo, consistía en diez o doce meses, según la bibliografía que se cite. Censorino, Plutarco y otros manifestaban que al principio el año tenía doce meses, pero debe darse más crédito a Gracano, Fulvio (Nobilior), Varro, Ovidio en varios pasajes de sus Fasti (i.27, 43, iii.99, 119, 151), Gelio (Noct. Att. iii.16), Macrobio (Saturn. i.12), Solino (Polyh. i), Servio (ad Georg. i.43), y otros, que mantenían que el primer año romano tenía solo diez meses.

El principio del año romano no era enero, como es en la actualidad; era en marzo, y llegaba hasta diciembre. Esto es confirmado por el hecho del encendido del fuego sagrado en el templo de Vesta, en el primer día del año, el primero de marzo. Los diez meses del calendario eran llamados Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, Septembris, Octobris, Novembris, Decembris. La duración de los meses era de treinta y un días para cuatro de ellos (Martius, Maius, Quinctilis y Octobris) y treinta días para los demás, de tal manera que la duración de los meses quedaba en orden sucesivo: 31, 30; 31, 30; 31, 30, 30; 31, 30, 30; con la duración total del año de 304 días.

Más tarde, se instauró el año de Numa, con doce meses y 355 días. Este año fue creado alrededor del 700 a. C. por el segundo rey de Roma, Numa Pompilio. Censorino (c20) cuenta que al año de Rómulo se le adhirieron cincuenta y un días: “se les quitó un día a cada uno de los meses huecos antes nombrados, que entonces sumados hacían 57 días, de los cuales se formaron dos meses, Ianuarius con 29, y Februarius con 28 días. Así todos los meses eran de este modo plenos, y contenían un número impar de días, salvo Februarius, que era el único hueco, y por eso considerado más desafortunado que el resto.", quedando el año de la siguiente manera: Martius, 31 días; Aprilis, 29 días; Maius, 31 días; Iunius, 29 días; Quinctilis, 31 días; Sextilis, 29 días; September, 29 días; October, 31 días; Nouember, 29 días; December, 29 días; Ianuarius, 29 días; y Februarius, 28 días.

Aún de esta manera el año quedaba corto once días respecto al año solar, por lo que Numa Pompilio ordenó que se le añadiera un mes cada dos años de 22 días en el segundo y sexto años, y de 23 días en el cuatro y octavo, haciendo un ciclo de ocho años. El mes intercalar era llamado Mercedonius (Plutarco, Numa, 19; Caes. 59). El año romano estaba basado en los ciclos lunares y, según Livio, la relación con los años solares se daba cada 19 años. Este ciclo fue introducido en el 432 a. C. y, aunque este conocimiento carecía de uso popular, era utilizado por los pontífices para los cultos de los dioses.

En 45 a. C. Julio César encargó al astrónomo alejandrino Sosígenes la elaboración de su calendario. Este fijó la duración del año en 365 días y seis horas, cálculo asombrosamente exacto dados los rudimentarios instrumentos de la época, ya que su margen de error fue sólo de 11 minutos y 9 segundos al año, es decir, menos de un segundo por día, pero con el fin de evitar complicaciones, se tomó de 365 días de duración, añadiendo diez días al año de 355 días. Censorino escribió el siguiente texto al respecto: “La confusión fue al final llevada tan lejos que C. César, el Pontifex Maximus, en su tercer consulado, con Lépido como colega, insertó entre noviembre y diciembre dos meses intercalares de 67 días, habiendo ya recibido el mes de febrero una intercalación de 23 días, e hizo así que el año completo consistiera en 445 días. Al mismo tiempo proveyó contra una repetición de errores similares al renunciar al mes intercalar, y al adaptar el año al curso solar. Para ello, a los 355 días del año previamente existente, añadió diez días, que distribuyó entre los siete meses que tenían 29 días, de tal forma que Enero, Sextilis y Diciembre recibieron dos cada uno, y los otros sólo uno; y estos días adicionales los colocó al final de cada mes, sin duda con el deseo de no mover los diversos festivales de aquellas posiciones en cada uno de los meses que durante tanto tiempo habían ocupado. Así, en el presente calendario, aunque hay siete meses de 31 días, los cuatro meses que originalmente poseían ese número aún son distinguibles al tener sus nonas en el quinto día del mes. Por último, en consideración por el cuarto de día que él consideraba que completaba el año, estableció la regla de que, al final de cada cuatro años, un único día debía ser intercalado donde el mes había sido anteriormente insertado, esto es, inmediatamente después de los Terminalia; ese día es ahora llamado el Bisextum.". Bissextum viene de bis-sexto. El 24 de febrero era llamado por los romanos "ante diem sextum Kalendas Martias"; en los años bisiestos, el día 25 era llamado "ante diem bis sextum Kalendas Martias" y no "ante diem quintum Kalendas Martias" como en los años normales. De ahí viene el nombre de Bisiesto ("bis sextum", esto es, dos veces sexto).

Julio César añadió un día a julio, mes de su nacimiento, para engrandecerse. Augusto hizo lo mismo con agosto, pues él no iba a ser menos que su antecesor. Ambos días fueron retirados de febrero, que pasó a tener 28. Ante la disminución de este mes con respecto a los otros, el día añadido de los años bisiestos se le concedió a él.

La imperfección del Calendario Juliano dio pie para que en el año 1582 el Papa Gregorio XIII encargara a Luis Lilio y al jesuita alemán Christopher Clavius la reforma que dará vida al conocido como Calendario Gregoriano

Esta reforma tuvo dos aspectos principales. Por una parte, dado que el equinoccio de primavera se había adelantado 10 días, se suprimieron estos para ajustar el ciclo de las estaciones. Este ajuste se llevó a cabo el jueves 4 de octubre de 1582, por lo que el día siguiente se consideró viernes 15 de octubre. Además para conseguir que este resultado pudiera mantenerse en el futuro, se acordó que los años bisiestos cuyas dos últimas cifras fueran ceros no fueran bisiestos, excepto si sus dos primeras son divisibles por cuatro. Así pues de los años 1600, 1700, 1800, 1900 y 2000, que en el calendario juliano son bisiestos, en el gregoriano lo son sólo el 1600 y el 2000, de modo que cada cuatro siglos quedan suprimidos tres días.

Este calendario fue poco a poco asumido por todos los países y es el mayoritariamente utilizado hoy en todo el mundo.

Actualmente el desfase que se produce es de aproximadamente 3 días cada 10.000 años, ya que el año gregoriano resulta más largo que el trópico de cáncer.

En la actualidad coexisten unos cuarenta calendarios, que no tienen nada que ver unos con otros. Medir el tiempo ha sido siempre una de nuestras pasiones y nuestros errores nos han hecho festejar la llegada de la primavera en pleno invierno.

calendariolaboral2013.gif




What a coñazo you
Nomegustalatele rebuznó:
are, Maduro!!!!
aprobecho para quotearle y mandarlo a la mieLda, vaya m+1 largo, si tuvieramos moderador y este fuera sensato, esto le saldria caro.

Saludos
 
nirvanaputero rebuznó:
...aprobecho para quotearle y mandarlo a la mieLda, vaya m+1 largo, si tuvieramos moderador y este fuera sensato, esto le saldria caro. Saludos

Pues dígaselo a Vita, para que no me tenga en cuenta :lol:
 
Nomegustalatele rebuznó:
Pues dígaselo a Vita, para que no me tenga en cuenta :lol:
El sr Vita despues de celebrar su "cumple" estara off durante un tiempo por las fantas, la tarta y las chuches, ademas de empujar por el ojal "retro"
(me imagino algo asiNE
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):lol:
necesita relaS
 
atanatosII rebuznó:
Me gustaría saber vuestra opinión al respecto.:lol:
Mi opinión es que este tema no tiene nada que ver con el foro putas, aunque las marujas son unas putas, eso sí, pero destacarlo es una redundancia.

P.D. Con todo, tienes toda la razón.
 
Nomegustalatele rebuznó:
Pues dígaselo a Vita, para que no me tenga en cuenta :lol:
No te creas. Ya me tienes hasta las pelotas. Te descarto. Alguien que se avergüenza de ser calvo y gordo, llevando peluca y corsé, no merecer gobernar este antro :???:


nirvanaputero rebuznó:
El sr Vita despues de celebrar su "cumple" estara off durante un tiempo por las fantas, la tarta y las chuches, ademas de empujar por el ojal "retro"
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Tengo nabo para 10 puretas juntas, qué te crees... :lol:


Bueno, a lo que iba...


Cuando se habla de calendarios, yo pienso en almanaques. Y uno que ya es talludito, recuerda - no sin sonrojo - aquellos almanaques antiguos de tias en pelotas que su tio Ramón colgaba de las paredes de su taller en el pueblo.


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Pues bien, precisamente ayer, cuando regresaba a Sevilla, después de haber tenido una tarde movidita :lol:, me regalaron mi primer almanaque para el año 2013. Y la novedad con respecto a años anteriores no es ya que me lo entregaron en una gasolinera tras pagar, sino que el mismo me evocó los almanaques del tio Ramón, por la concreta temática que en imágenes tocaba, no por sus formas.

Y porqué coño os cuento esto... pues porque al igual que hoy ya no se hacen calendarios como antaño, lo que me parece fatal, las tías y, más en concreto, la putas se han subido al carro, y la gran mayoría han optado por tunearse el cuerpo y los pelos del coño tenerlos del todo afeitado, lo que viene a ser una gran putada para aquellos machos que aún gustamos de ver a las zorras con pelazo.

Entiendo que si nos sale vello púbico es porque resulta algo natural. Yo no entiendo porqué muchas veces las personas no se sienten a gusto con el vello púbico y se lo rasuran, no sé porqué las putas no entienden que Diox les puso el vello púbico, y aunque fuese por eso sólo deberían respetarlo y dejárselo.

Aparte, el vello púbico tiene una misión. No voy al hecho de que pueda facilitar la diseminación de feromonas y conceda cierta protección a los órganos sexuales, que también, sino al hecho de que a mi juicio resulta más llamativa y hermosa una mujer con vello púbico, mucho más sexy, haciendo ver al potencial compañero sexual que la persona que lo posee es sexualmente madura. Además, el vello púbico entiendo ayuda a lubricar la parte alta de los muslos y las nalgas, haciendo que los movimientos producidos durante el folleteo sean más suaves y confortables.

A ver, que ya me estoy viendo los chistecitos y las imágenes omegastyle, no se trata de que las putas gasten unas pelambreras del copón bendito sin cuidar, joder. Lo que reclamo es que porten vello, y cuando menos tengan algo de flequillo en el monte venusiano (hola Orejas :1).



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Vamos, que a mí me gustan ver conejos, y no sólo las almejas (antes, incluso, era un guarro y me los comía).

A favor del vello púbico, pero sin excesos.

Despejar el camino, hace más excitante la meta.

No sé que pensáis vosotros...

:115



Edito: Ni caso a P. Está muy henbidiozo porque te has currado un jilo y él aún no ha havierto el primero con hésito ;)
 
Vita e Morte rebuznó:

A favor del vello púbico, pero sin excesos.

Despejar el camino, hace más excitante la meta.

No sé que pensáis vosotros...

Que quien se para en pelos no come tocino.
 
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Vamos, que a mí me gustan ver conejos, y no sólo las almejas (antes, incluso, era un guarro y me los comía).

A favor del vello púbico, pero sin excesos.

Despejar el camino, hace más excitante la meta.

No sé que pensáis vosotros...

A un servidor, cuánto más rasuraditos estén mejor. Es cuestión de gustos. Aparte, estoy harto de que cuando me estoy comiendo una almejita, se me metan pelos en la boca, llegando incluso algunos a alcanzar la glotis, con el ascazo que eso da. Luego tienes que estar una rato provocándote arcadas hasta que lo echas, o peor aún, te lo acabas tragando.
Si Dios puso pelos en esa parte del cuerpo es porque el no le comía el coño a su señora diosa. Si lo hubiese hecho, fijo que todos seríamos barbilampiños en esa zona.


¿Cómo tenía el nonete la pureta que soñaste calzarte ayer tras tu juerga?
 
Maduro rebuznó:
A un servidor, cuánto más rasuraditos estén mejor. Es cuestión de gustos. Aparte, estoy harto de que cuando me estoy comiendo una almejita, se me metan pelos en la boca, llegando incluso algunos a alcanzar la glotis, con el ascazo que eso da. Luego tienes que estar una rato provocándote arcadas hasta que lo echas, o peor aún, te lo acabas tragando.
Si Dios puso pelos en esa parte del cuerpo es porque el no le comía el coño a su señora diosa. Si lo hubiese hecho, fijo que todos seríamos barbilampiños en esa zona.
Hay que ser muy guarro para comerle el potorro a una tía, pero guarro de cojones. Y si es a una puta, ya no te digo ná. Y Diox piensa lo mismo que ahora pienso yo.


Maduro rebuznó:
¿Cómo tenía el nonete la pureta que soñaste calzarte ayer tras tu juerga?
No lo soñé, ni tenía nonete. Es una señora, con pasta para enterrarnos. Atractiva, para su edad. Muy, muy guarra. Gasta un pipón con profusos labios vaginales, que coronaba un atractivo mollete de vellos recortados. Si quieres, subo una foto, y te haces con ella una paja :lol:
 
Vita e Morte rebuznó:
No lo soñé, ni tenía nonete. Es una señora, con pasta para enterrarnos. Atractiva, para su edad. Muy, muy guarra. Gasta un pipón con profusos labios vaginales, que coronaba un atractivo mollete de vellos recortados. Si quieres, subo una foto, y te haces con ella una paja :lol:

Hace. Estoy aburrido en el trabajo y no paro de tocarme entre posteo y posteo. Si consigues que la foto me ponga palote no sabes cuánto te lo agradecería. Si no fuese porque no estoy solo, llamaba a una profesional para que viniera a aliviarme. Pero bueno, a falta de pan buenos son molletes de vellos recortados.
Saludos onánicos.
 
Maduro rebuznó:
Hace. Estoy aburrido en el trabajo y no paro de tocarme entre posteo y posteo. Si consigues que la foto me ponga palote no sabes cuánto te lo agradecería. Si no fuese porque no estoy solo, llamaba a una profesional para que viniera a aliviarme. Pero bueno, a falta de pan buenos son molletes de vellos recortados.
Saludos onánicos.
Espera. No sé si te va a gustar. Pero a mí me puso cardiaco...

Edito: Ahora, ponerle pegas....

a2udumym.jpg


Premio para quien acierte en qué restaurante era... :D
 
Vita e Morte rebuznó:
Entiendo que si nos sale vello púbico es porque resulta algo natural. Yo no entiendo porqué muchas veces las personas no se sienten a gusto con el vello púbico y se lo rasuran, no sé porqué las putas no entienden que Diox les puso el vello púbico, y aunque fuese por eso sólo deberían respetarlo y dejárselo.

Aparte, el vello púbico tiene una misión. No voy al hecho de que pueda facilitar la diseminación de feromonas y conceda cierta protección a los órganos sexuales, que también, sino al hecho de que a mi juicio resulta más llamativa y hermosa una mujer con vello púbico, mucho más sexy, haciendo ver al potencial compañero sexual que la persona que lo posee es sexualmente madura. Además, el vello púbico entiendo ayuda a lubricar la parte alta de los muslos y las nalgas, haciendo que los movimientos producidos durante el folleteo sean más suaves y confortables.

A favor del vello púbico, pero sin excesos.

Despejar el camino, hace más excitante la meta.

No sé que pensáis vosotros...

:115
Después de quedar muy claro que eres un macho primario, déjame aclararte que todo lo natural no tiene por qué ser necesariamente bueno o deseable. Como ejemplo: los pelos del sobaco. Son muy naturales y tal pero a las personas en su sano juicio no les excita, salvo casos extremos de depravación absoluta, como podría ser el de Nome.

A mí, por ejemplo, un conejo depilado por completo me parece más atrayente, tanto visualmente como a la hora de manipularlo. También está el tema de la sensibilidad, ya que un sexo peludo no obtiene la misma intensidad de estímulo que uno despejado. ¿O acaso no disfrutas más cuando te lamen los huevos con poco o nada de pelo? La diferencia es más que evidente, creo yo... Pues con los chuminos pasa exactamente lo mismo.

Con todo esto no quiero decir que rechace un chocho estilo Chewbacca, pero qué menos que las putas se depilen... Lo contrario, me parece una grosería y una falta de respeto hacia el cliente. Aunque para gustos, los colores.

Follaviejas :lol:
 
PENTECOST rebuznó:
Mi opinión es que este tema no tiene nada que ver con el foro putas, aunque las marujas son unas putas, eso sí, pero destacarlo es una redundancia.

P.D. Con todo, tienes toda la razón.

Púes no,no tiene nada que ver.Puse este hilo porque necesitaba dar unas cuantas voces por el hastío que la situación me estaba provocando y claro,no me iba a desahogar en forofemenino-donde el Vita es un de sus activos más cotizados-lo cual me hubiera supuesto;exponerme a los ataques furibundos de las feminazis.

Bueno,sé que aquí también se me atacará pero ya estoy inmunizado :lol:


Vita e Morte rebuznó:
Espera. No sé si te va a gustar. Pero a mí me puso cardiaco...

Edito: Ahora, ponerle pegas....
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Premio para quien acierte en qué restaurante era... :D

Reconozco que para ser una yaya;la chica no está mal,siempre y cuando le haya invitado,ella,a todo.

Ya se sabe,lo que el dicho popular dice:"en tiempos de guerra cualquier agujero sirve de trinchera".Así que como necesidad urgente,la tipa es válida.

Respecto al supuesto restaurante debo decirle:

1º.Que no es tal,pues todo restaurante que se precie;pone manteles y servilletas de tela.

2º.Que por sus azulejos style-andaluc,bien pudiera estar situado en el centro de Sevilla o,por el contrario,en cualquier parte de Barcelona:si su dueño fuera uno de los andaluces que se vieron obligados a establecerse por allí.

He acertado?.8-)
 
PENTECOST rebuznó:
Después de quedar muy claro que eres un macho primario, déjame aclararte que ...
Bien, veo que has captado el mensaje qe deseaba dar. Aquí yo soy el macho ibérico, lo demás poco importa... :lol:

PENTECOST rebuznó:
Está buena, coño. Prietas las carnes. Curtida en gym. A tope experiencia. Muy guarra. Mucha pasta. Negocio cerrado ;)


atanatosII rebuznó:
Púes no,no tiene nada que ver.Puse este hilo porque necesitaba dar unas cuantas voces por el hastío que la situación me estaba provocando y claro,no me iba a desahogar en forofemenino-donde el Vita es un de sus activos más cotizados-lo cual me hubiera supuesto;exponerme a los ataques furibundos de las feminazis.
Lo menos 3 o 4 user he tenido, y siempre han sido muy bien recibidos mis loleantes comentarios. Obviamente, hasta que se me pasaba la mano y buscaba pillar cacho, que es cuando era baneado. Aún tiene que existir alguna hija que dejé allí :1



Reconozco que para ser una yaya;la chica no está mal,siempre y cuando le haya invitado,ella,a todo.
Yo no meto mi polla en cualquiera. Pagué yo. No podía ser de otra manera.

Respecto al supuesto restaurante debo decirle:

1º.Que no es tal,pues todo restaurante que se precie;pone manteles y servilletas de tela.

2º.Que por sus azulejos style-andaluc,bien pudiera estar situado en el centro de Sevilla o,por el contrario,en cualquier parte de Barcelona:si su dueño fuera uno de los andaluces que se vieron obligados a establecerse por allí.

He acertado?.8-)
Te equivocas. Es restaurante, en Sevilla. De los considerados buenos, aunque yo soy más de tasca y poder escupir en el suelo :roll:




EDITO: Un saludo al superdaum de Maduro, que sé que me estará leyendo, después de que Ruben le haya metido las almorranas para dentro :35
 
Vita e Morte rebuznó:
EDITO: Un saludo al superdaum de Maduro, que sé que me estará leyendo, después de que Ruben le haya metido las almorranas para dentro :35
¿Qué le ha pasado al nunca bien ponderado Mongomaduro?:lol: ¿Qué ha hecho ahora?
 
Vita e Morte rebuznó:
EDITO: Un saludo al superdaum de Maduro, que sé que me estará leyendo, después de que Ruben le haya metido las almorranas para dentro :35

Y ha sido ¿de una sola estacada?, o ¿en varios intentos?, pues mira que el madurón las sufría en silencio pero las sufría, no ves el aire de atrancado que tiene.
 
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