Hilo de la prensa deportiva

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Siempre me ha caído fatal el personaje, pero para quien le interese les dejo gratis esta entrevista de muro de pago:

LOS CORREVEIDILES

David Sánchez: "Todos los periodistas que dicen que no son de ningún equipo son del Real Madrid"

"Hace muchos años que dejé de tomarme el fútbol en serio", reconoce uno de los pocos periodistas deportivos que apuesta por desdramatizar. "Aquí hemos venido a divertirnos y, además, ¿sabes una cosa? Funciona", sentencia.
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22/04/2024 23:58



Hace tiempo que en el periodismo deportivo, por encima de cualquier otra cosa, se frunce el ceño. Se lanzan opiniones a un volumen muy alto y dotando de una solemnidad incomprensible a un entretenimiento magnífico, pero superficial por naturaleza. El futuro de Mbappé, el peinado de Xavi, la entonación del árbitro del VAR... todo es cuestión de Estado. En ese ambiente, el éxito de David Sánchez (Barcelona, 1974) es refrescante porque ha llegado a base de reírse de todo.

"Nos hemos pasado intentando que el fútbol sea serio cuando no lo es. Soy muy partidario de los palos, las críticas, los chistes y el pique sano. Hemos venido a esta vida a divertirnos", resume el presentador de 'Despierta San Francisco', en Radio Marca, y animador de tertulias profesional.

P. ¿Qué porcentaje de las cosas que dices las piensas de verdad?
R. Un 70%.

P. Has puesto cara de ir a decirme que todas y has cambiado de idea a mitad de camino.
R. Sí, he recapacitado [risas]. Suelo decir bastante lo que pienso, salvo cuando me dejo arrastrar por los comentarios de los compañeros de la tertulia de turno, me hinchan las narices y suelto algo que seguramente no pienso pero me viene bien para rebatir al personaje en cuestión. Suelo ser sincero. Tanto para hablar del Barça como para hablar del Madrid.
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Roberto Gómez.

"Soy el mejor reportero del mundo... y el mejor tertuliano, también"


  • Redacción:IÑAKO DÍAZ-GUERRA​
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Siro López.

"Yo sólo discuto de política y de deporte si me pagan"


  • Redacción:IÑAKO DÍAZ-GUERRA​
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P. ¿Tu apuesta por el humor ha sido una decisión profesional o un proceso natural?
R. Una consecuencia de conocer esto por dentro. Hace muchísimos años que dejé de tomarme el fútbol en serio, seguramente nunca lo haya hecho. Cuando viajaba con el Barça para [José María] García, empecé a ver cómo se tomaban los jugadores las derrotas y pensé: "¿Qué cojones hago preocupado por estos?". Yo era de los que si perdía el Barça ni cenaba y a ellos se la sudaba, sólo les importaba dónde salían esa noche de copas. Cómo vives el fútbol como aficionado, y todo periodista deportivo es aficionado a un equipo, marca qué tono das a tus opiniones profesionales. Yo quiero que gane el Barça porque soy del Barça, pero me parece exagerado llevarlo a otro nivel.
P. Vamos, que ya cenas sin problema.
R. Desde aquella revelación me empecé a tomar esto del fútbol un poquito a cachondeo y descubrí que era interesante también en lo laboral. En 'Despierta San Francisco', el humor y que todo me la sude me viene bien para entrevistar a gente y meter palos. Sé que si critico a alguien, incluso si le insulto, al hacerlo con humor no se lo toma tan mal como si lo hiciera un periodista de los teóricamente serios. La fórmula es perfecta. Así que cuando pierde el Barça ceno y duermo como un tronco. Me sabe mal, claro, pero como lastimosamente ya me estoy acostumbrando a que pierda más que gane, he hecho callo.

P. Hay una crispación exagerada alrededor del fútbol que es culpa, en buena parte, del periodismo.
R. Creo que el hecho de que los clubes hayan alejado a los futbolistas de los medios de comunicación no es el drama que se dice. Al contrario, nos viene bien. A mí las entrevistas con jugadores me molestan; salvo que sea muy especial, me aburren. Prefiero la tertulia, la opinión, el debate, las peleas periodísticas... Eso que llaman periodismo de periodistas me encanta. Y me encanta como aficionado, no como periodista. Me interesa más ver a dos colegas discutiendo por Vinicius que la entrevista insulsa con el delantero de turno. Además, está demostrando que funciona. ¿Cómo te está funcionando esta serie de entrevistas?
P. No voy a pronunciarme para que no empecéis a quererme cobrar, que conozco el gremio.
R. ¿Ves? Esto de haber convertido al periodista en protagonista seguramente va en contra de lo que debería ser la profesión, pero la realidad es que ha funcionado como un cañón. Los lunes tengo una sección con La libreta de Van Gaal que reúne los sonidos de la semana, comentamos lo que han dicho los compañeros y elegimos el enganchón entre periodistas de la semana. Es siempre lo más escuchado. Al que diga que eso le interesa solo a los periodistas, le saco los números. Ver a Isaac Fouto o a Fernando Burgos cabreados le gusta a todo el mundo.

P. ¿Cuántos se han cabreado contigo?
R. Yo no me cabreo nunca porque, como me meto mucho con compañeros, asumo que no me puedo molestar cuando me toca recibir. Y creo que tampoco nadie se ha cabreado muy en serio o mucho tiempo conmigo, la gente sabe de qué palo voy y que soy buen tío, que es todo por las risas. Me gusta provocar. Mira que me insultan en las redes y hace años, cuando estaba más activo en ellas, si veía que aquello no se agitaba, ponía algo solo para que me insultaran. Está todo controlado, me va la marcha. Se pueden meter con mi familia, con mis hijos... Me da igual. No le doy importancia porque llevo más de diez años viviendo en Madrid y jamás he tenido un conato de problema. Absolutamente nada. He ido al Bernabéu, no mucho pero he ido, paseo por Madrid, vivo en el centro y nunca me ha pasado nada desagradable. Tengo la sensación de que en Barcelona, en un caso contrario, algo me habría pasado.
P. ¿Crees que Roncero no podría vivir allí?
R. Tomás allí tendría algún problema todas las semanas. Nada grave, pero alguna cosita. El antimadridista está más tolerado en Madrid que el antibarcelonista en Cataluña.

P. El madridismo suele denunciar que los medios están plagados de antis.
R. Eso es que han trabajado en pocos medios. Somos pocos. El movimiento está latente, está más vivo que nunca, pero tengo la sensación de que el madridismo dispara hasta a los suyos. Siempre encuentras gente que dice: "En esta emisora de radio son antimadridistas este, este, este, este, este, este y este". Y me entra la risa porque, aunque sé que no les voy a lograr convencer, yo conozco a esas personas y he visto cómo celebran los goles del Madrid. El problema llega si pretendemos que el 100% de la crítica sea positiva para el Madrid. Yo soy del Barça y le pego palos hasta en el cielo de la boca. A los jugadores, a los presidentes, a todo el mundo. Lo que pasa es que, después de todo eso, criticas algo del Madrid y ya está: antimadridista. Yo no tengo problema porque lo soy, pero habrá madridistas que hagan con el Madrid lo mismo que yo con el Barça y tengan que aguantar esa cruz por hacer su trabajo.
P. Corre el rumor de que eres uno de los periodistas favoritos de Florentino Pérez.
R. Me llevo muy bien con él. No te voy a decir que somos amigos, para no ir de guay, pero tenemos muy buena relación. Muy, muy buena. Cuando nace mi primer hijo, la primera cesta con fruta y con cositas de bebé me la manda Florentino Pérez.

P. ¿Cómo surgió esa (no) amistad?
R. En una entrevista en la COPE durante la guerra con Ramón Calderón. Vino Florentino a la radio, me vio por ahí y no le cuadraba nada. Era cuando arrancaba 'Punto Pelota', él lo veía y pensaba que yo vivía en Barcelona. Bajé a saludar a Susana Guasch, que estaba grabando para La Sexta, y un productor se acercó a decirme que Florentino Pérez quería que fuera a hablar con él. Era la semana de la movida de la patada de Pepe a Casquero y yo había dicho todo tipo de burradas en el programa, le llamé de todo, y Florentino me bromeó con eso, estuvimos charlando y desde aquel día tenemos muy buena relación. Las bastantes equipaciones, demasiadas diría, que tiene mi hijo del Real Madrid se las ha enviado Florentino.
P. ¿Está intentando convertirle?
R. Sí, pero no lo ha logrado. Me dijo que quiere que el chaval sea feliz y por eso le intenta hacer madridista. Me cae mejor Florentino Pérez que Laporta, con el que no he hablado en mi vida. Con Florentino muchas veces, pero nunca para preguntarle por Mbappé ni por la actualidad del Madrid. A lo mejor eso también se valora.

P. Sin embargo, fuiste un gran defensor del regreso de Laporta al Barça.
R. Claro, porque con lo que había antes... Una vez llamé gafotas a Bartomeu y me llamaron del club pidiéndome que le telefoneara para disculparme. En serio, eh. Les dije: "Yo entiendo que se moleste, pero, vamos a ver, ¿no os parece cómico que un tío llame al presidente del Barcelona para pedir perdón por llamarle, de entre todos los insultos posibles, gafotas?". Era como de colegio. Con Laporta, igual que con Rosell y Bartomeu, no he hablado ni en antena. Me gusta como presidente futbolero, pero me parece nefasto como presidente gestor. Es el gran problema del Barcelona, que tiene un presidente que entiende mucho de fútbol y sabe lo que quiere, pero gestiona el club como la mercería Pepita. Además, como se sintió traicionado en su primera etapa, ahora ha preferido rodearse de amigos y de familiares que de tíos competentes. Lo entiendo, pero es un desastre.
P. ¿Llegaste a soñar con que el Barça ganara la Champions con un entrenador dimitido?
R. Buah, hubiera sido la hostia. Además Xavi es amigo mío, porque empiezo en esto del periodismo cuando él sube al primer equipo, con lo cual nuestras carreras arrancan a la vez y nos conocemos mucho. Sé cómo es perfectamente. Es muy buen tío, muy gruñón y no se esperaba tantas hostias por parte de los suyos en esa guerra continua que hay en Barcelona entre Guardiola y lo que no es Guardiola. Pero nunca imaginé que Xavi fuera a ganar la Champions porque no soy madridista. Ni a mí con el Barça ni a ti con el Atleti nos van a pasar esas cosas increíbles que les pasan a ellos. Nunca.

P. ¿Entiendes que Xavi se vaya?
R. Sí, Xavi se debería marchar aunque hubiera ganado la Liga de Campeones porque los que rajan de él y le han hecho trajes semana tras semana siguen en el club intentando comerle la oreja al presidente para que se lo cargue. Me haría feliz por Xavi que acabe bien la temporada, porque le abrirá las puertas de grandes equipos y volverá a Barcelona más pronto que tarde, pero tiene que salir de ahí cuanto antes.
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SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL

P. ¿Existe una fractura en el periodismo de Barcelona entre guardiolistas y antiguardiolistas?
R. Está muy marcado el que es Guardiola y el que no lo es y las dos posturas son muy defendibles. Lo de Guardiola y Xavi arranca porque ya hubo una mala relación entre ellos, y más aún entre sus entornos, cuando Xavi llegó al primer equipo. Él y su bando entendían que Pep y el guardiolismo le estaban poniendo palos en las ruedas para que no accediera a la titularidad del Barcelona. Y Guardiola entendía que Xavi no era una figura tan buena en lo deportivo y lo simbólico como él. El guardiolismo levanta pasiones y odios en Barcelona desde hace muchísimos años, en Madrid la gente piensa que todo el mundo en Barcelona es pro Pep, pero no es así. Hay mucha antigua guardia que nunca ha tolerado que sea un tipo ilustrado, que lee libros, se expresa bien y tiene educación. Esta semana, muchos han celebrado en Barcelona.

P. ¿Dónde te alineas?
R. Soy más de Guardiola ahora porque sé lo que jode en Madrid. En su época de jugador, como trabajaba en un medio nacional, era de la parte a la cual Pep siempre puteaba. Eso sí, por lo menos te lo decía a la cara. Le pedía entrar para García y me decía: "No, primero hablo con Jordi Basté, que estaba entonces en Catalunya Radio, y después con el resto". Así que en aquella época no era santo de mi devoción, pero me he vuelto muy guardiolista según he visto lo que molesta en Madrid defender esa figura. Ahora podría ser mi hermano prácticamente, pero en la época de jugador yo rajaba de él. Mucho [risas].
P. ¿Cómo recuerdas aquellos primeros años?
R. Ser periodista en aquella época era mucho más divertido de lo que es ahora. Cuando me proponen viajar con el Barcelona tengo un contrato lamentable, pero lamentable, porque tenía 20 años y estaba cubriendo en el local de 'Tiempo de juego' al Badalona y al Pomar, que me enviaban allí porque era un barrio conflictivo y era el único suficientemente macarra como para atreverse. Cogía mi moto y me iba allí como un campeón. Pasé en una semana del campo del Pomar a Old Trafford. Ese fue mi debut, un partido de Liga de Campeones que jugaba Luis Enrique. Aquello era la hostia. Hoteles de cinco estrellas y la única preocupación al llegar a la ciudad de turno, era ver el partido y preguntar por buenos restaurantes, bares y discotecas. Sin ningún tipo de complejo. Ahora eso ya se ha perdido. Yo recuerdo tener amigos futbolistas, que en la actualidad es imposible. Se lesionaba un jugador y te ibas a casa jodido porque le tenías aprecio personal, ahora se lesiona un jugador de tu equipo y sólo te preocupa quien le va a sustituir porque igual ni le has escuchado hablar. Emocionalmente te da igual. El periodismo es mucho menos disfrutón ahora.

P. A García le pillaste de retirada.
R. Sí, ya la última etapa. Todavía seguía la presión de que si hablaba antes en la SER no le queríamos, pero nada que ver con lo de antes. Luego poco a poco fui virando. Vi que esto tenía bastante de circo y la construcción del personaje empieza en mi primera época en Radio Marca, con Miguel Ángel Méndez y Paco García Caridad. Contractualmente estaba muy poco valorado y hubo un momento que decidí que me daba igual que me echaran, que me iba de reponedor a un supermercado. Me la soplaba para lo que me pagaban y en las tertulias empecé a ir a muerte en contra del Madrid, del madridismo y de cualquiera. Empezó a hacer gracia el rollo y todo eso ha derivado en lo de ahora.
P. Eres un orgulloso periodista de bufanda.
R. No veo el problema a decir de qué equipo eres, me parece hasta un acto de honestidad con el oyente. No entiendo a los periodistas que dicen que no son de ningún equipo o que no van a revelar de cuál. ¿Qué tienen que ocultar? Pues que son madridistas. Todos los que dicen que no son de ningún equipo, son del Madrid. Eso es de manual. A mí me gusta, cuando escucho un programa, saber más o menos de qué pie cojea cada uno. Es más, si sé que un tipo es del Atlético de Madrid y critica al Atlético de Madrid, le pongo más en valor que si no lo supiese. Defiendo el periodismo de bufanda siempre y cuando se critique también al equipo propio.

P. Eso molesta luego mucho a ciertos aficionados de tu equipo. Piensan que sólo puedes elogiarle y que eres un traidor.
R. En redes, no paran de decirme barcelonistas que soy uno más de la caverna, que me he intoxicado y me he vendido. Para ellos, cobro de Florentino Pérez. Me hace gracia lo absurdo de la situación. ¿Sabes otra cosa que me dicen mucho, que sé que te pasa a ti también?
P. Camiseta, barba... Me lo imagino.
R. Exacto, que me duche [risas]. Cada vez que algo no les gusta, me mandan a duchar. De todos modos, no tiene nada que ver el nivel de haterismo de ahora con el Twitter de hace seis o siete años, donde cada minuto era un insulto. Creo que han visto que me da realmente igual y muchas veces incluso les provoco yo, no les compensa. Me hace gracia que muchas veces vienen en plan: "Oye, que has bloqueado a mi amigo, a ver si lo puedes desbloquear". Algo haría y a ti también te voy a bloquear por si acaso.
P. Ahora estás mucho más en Instagram, que es un remanso de paz.
R. Sí, no tiene nada que ver. Twitter lo tengo un poco olvidado. Hubo etapas de mi vida que vivía pegado a Twitter. Me hacía mucha gracia, me parecía una red muy divertida, había partidos y grandes eventos que los seguía por ahí en vez de por la tele. Twitter ha bajado el pistón, se han ido quedando los más cafres y menos ocurrentes. Nos creímos que Twitter era el mundo, que si te montaban un lío por ahí ya estabas muerto y la realidad es que su importancia es escasísima. Aplaudo a la gente que deja Twitter si les afecta, no compensa.

P. Trabajaste con Josep Pedrerol en 'Punto Pelota', al que algunos ex empleados han acusado de crear un ambiente de trabajo tóxico. ¿Lo viviste?
R. Fui cuando el programa apenas empezaba. Pedrerol fue el primer tío que me dio la oportunidad de ir a la tele y la verdad es que no tengo ninguna queja. También es verdad que yo era colaborador, con lo cual llegaba un minuto antes de empezar, me iba al acabar y no tengo ni idea de nada fuera de ese rato. Me fui de 'Punto Pelota' porque me vine a Marca, que en aquella época tenía una televisión que era Veo7, y me lo exigía la empresa, pero yo no tuve problemas con él.
P. ¿Cómo ves el futuro del periodismo deportivo?
R. Lo veo bien porque hemos llegado a un punto en el cual los clubes no te dan bola, los jugadores no dan entrevistas, la sensación es que el periodismo es el enemigo y el invento sigue funcionando. Tengo la sensación de que esto va a seguir por los siglos de los siglos. A mí los programas ahora me entretienen más que cuando los jugadores entraban y los clubes estaban entregados. Este invento ya no se lo carga nadie.

P. Igual se autodestruye el fútbol español. Corrupción, racismo, machismo...
R. Sí, pero también es por el tema de las redes sociales. Todo se exagera. Hay cosas que son muy graves y otras que no lo son, pero se monta el mismo pollo que con las importantes. Lo del Mono Burgos del otro día no puede ser motivo de escándalo ni de despido. Era un elogio a Lamine, pero hemos llegado a un punto en que si alguien quiere interpretar algo malo, lo va a hacer tenga razón o no. Con Vinicius está claro que el fútbol español tiene un problema de racismo y quien no lo quiera ver, tiene dos problemas. Soy el primero al que Vinicius le cae mal y me va a seguir cayendo mal, pero eso no quita que se deba denunciar lo que le ha pasado en Valencia y otros campos. Dicho esto, si convertimos en racismo también lo que no lo es, flaco favor hacemos a esa lucha.
P. ¿Cómo lleva tu barcelonismo la sombra de Negreira?
R. Mantengo lo que dije en el primer día: creo que el Barcelona paga para lo que paga, que busca un beneficio arbitral, pero tengo dudas de que lo haya conseguido. Mi sensación es que no, pero el mero hecho de pagarle al vicepresidente de los árbitros durante tanto tiempo merece sanción y castigo. También entiendo que en un Estado de derecho es normal que el Barça, aún sintiéndose culpable, busque defender su inocencia para no ser castigado, pero es imposible pensar que pagas al vicepresidente de los árbitros para que te haga informes de niño de 14 años. No se lo cree nadie.

P. ¿Ya te quedas en Madrid, entonces?
R. Creo que sí, laboralmente está mejor Madrid que Barcelona. Me encantaría volver a mi ciudad, pero lo veo inviable. Tengo tres niños aquí, mi mujer trabajando aquí, todo montado aquí. Algún día volveré, pero hasta que la situación mejore en Barcelona lo veo imposible. Sospecho que aún me quedan bastantes añitos por Madrid.
 

Lo de la Ley Mbappé esta se nota que la habéis trabajado a conciencia. Esperemos que se quede en el Madrid 6 o 7 años, sin mover ni un metro su domicilio fiscal y que invierta lo que no está escrito en la Comunidad. Y nada de comprar pisos, que eso ya no vale. Y eso para que se beneficie únicamente Mbappé, porque al Madrid le cuesta lo mismo.

La podían haber llamado Ley "ven aquí venezolano con pasta", pero sonaba mucho mejor lo otro. También es verdad que esa "ley" viene de lejos y siempre la había bloqueado la Asamblea hasta que el PP ha conseguido mayoría. Pero que Mbappé y tal.

Lo del parking ya está muy trillado, hay que exigirse más y echar un ojo a los pliegos. Lo de Almeida con el Atlético entra en la categoría de club estado o eso ya depende?

En lo de Providence si que no tengo ni idea. Confío en que triunfe la justicia.
 
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