Salsa pija para filete/hamburguesa/carne en general....
Tienes hambre y te apetece un filete o un "steak haché", que no es más que la carne de la hamburguesa tal y como la llaman en Francia.
Sabes que terminarás comiéndola a palo seco, o eventualmente acompañada de dalsa Ketchup y/o mostaza, o incluso mayonesa. Como mucho le pondrás sal y pimienta. El plato, pues, quedará desangelado, triste... tu comida será una forma de ingerir alimentos, nada más.
¿No es eso penoso?
Hnpyc tiene la solución de la mano de los bistrots parisinos, con una de las recetas más tontas y a la vez resultonas que pueda haber.
Ingredientes:
- un filete o una hamburguesa
- mantequilla
- nata líquida para cocinar
- chalotas o, en su defecto, cebolla pequeña
- sal
- pimienta
- ganas de comer rico
- escasa preocupación por el colesterol (una vez al año no hace daño)
Como siempre, convendrá tenerlo todo preparado y a mano antes de ponernos a cocinar. Igualmente, la mesa ha de estar ya servida con lo que acompañe a la comida (ensalada, pan, bebida), ya que será emplatar y comer al instante, como debe de hacerse siempre con la carne en sartén.
Al tema.
En una buena sartén pondremos a calentar una nuez de mantequilla. Lo ideal es que la mantequilla cubra bien todo el fondo. Lo ideal sería también usar mantequilla previamente derretida, para que no se queme, pero tampoco es tan grave por una vez que lo hagamos, y la preparación es suficientemente rápida. Es importante que la sartén esté fría cuando calentemos la mantequilla, que todo vaya calentando al mismo tiempo y de forma gradual. Así minimizamos el tueste de la mantequilla.
Cuando la temperatura es conveniente para freír, antes de que la mantequilla se ponga marrón (el punto exacto es cuando la mantequilla parece hervir, saliéndole burbujitas).... pondremos la carne. Si se trata de un filete fino, el siguiente paso ha de ser simultaneo. Si se trata de una hamburguesa gordota (de las de carnicería, de las hechas a partir de las tirillas de carne picada), o de un buen filetón, no tendremos que darnos tanta prisa.
Con la carne en la sartén empezando a hacerse, cortamos en rodajas las chalotas con un buen cuchillo. El usar cebollas nos obligará a picarlas antes de ponernos a la faena. La chalota, más manejable (y mucho más rica), nos permite hacerlo directamente sobre la sartén. En estos momentos, la carne y las chalotas se están friendo en nuestra sartén mantequillosa. Si se observa falta de grasa, no ha de dudarse en añadir más mantequilla.
ATENCIÓN: no has de poner la sal aún... Por cierto, entiendo que hemos usado mantequilla dulce, no mantequilla semisalada o salada.
Cuando estimemos oportuno, se le dará la vuelta a la carne, y en ese punto se le pondrá la sal. Vayamos abriendo el bote de nata, para tenerla lista, al tiempo que nos acercamos el plato en el que se sirva. Eventualmente, conviene pensar a un trozo de papel de plata con el que cubrir la carne (si se trata de filete, sea fino o tocho; a las hamburguesas no les hace tanta falta).
Es el momento de sacar la carne y ponerla en el plato. Cúbrase si necesario, pero al tiempo viértase un buen chorro de nata líquida en la sartén, directamente, sin bajar el fuego. Pronto empezará a hervir, siendo ese el momento en el que se le añadirá sal y pimienta, sin pasarse. Remuévase y deje evaporar al gusto.
Truco! Si nos hemos olvidado de algo, no tenemos más que bajar el fuego y/o añadir más nata. Así ganamos tiempo....
Ahora en nuestra sartén hay una nata que se ha puesto de color crema oscuro, entre la mantequilla requemada y los jugos de la carne. Entre la nata hay trozos de cebolla-chalota, que a estas alturas estará blandita, cocida.
Cuando la salsa alcance la espesura que se estime conveniente, se retirará la sartén del fuego y se salseará el plato. Si se trata de filete, sin ninguna duda por encima y a un lado; si se trata de hamburguesa, se puede elegir entre un lado, los alrededores, o todo por encima. El plato estará listo para llevarlo a la mesa y devorarlo.
El resultado es excelente, con un gusto "a restaurante" que sólo da la carne frita en mantequilla. Graso, si. Colesteroloso, si. Insano, seguramente... Rico, MUCHO.
Otro punto a tener en cuenta es que tan sólo hemos manchado un cuchillo y una cuchara de palo de más que si hubiésemos frito la carne solita. La limpieza será, pues, muy sencilla.
Bebidas que pueden acompañar: en el caso de un filete, un vino tinto relativamente joven y afrutado, como pueda ser algo que tenga un porcentaje de uva Merlot; en el caso de la hamburguesa, pocos se atreverían con el vino, debido a la supuesta "menor categoría" de la carne... va en gustos.
En cualquiera de los dos casos, una buena cerveza es un excelente acompañamiento. Optaremos en este caso por rubias lagers de un carácter marcado, sea una Brahma por su ligereza (ideal en tiempo caluroso), sea una Mahou ***** por su conjunto, sea una Budvaar checa por su gusto a lúpulo.... siempre, eso si, una cerveza con carácter. Es posible, no obstante, optar por una buena ale belga de abadía, como una Westmalle blanca o una Rodenbach. Ales inglesas.... no las veo. Rubias alemanas... tampoco. Weissen alemanas y Witten belgas... ni de coña.
Espero que os haya gustado, hijos del Ketchup Prima. Las preguntas, aquí. Las reclamaciones, al maestro armero. Usad ingredientes buenos y evitaréis indigestiones. Si la carne está verde o la nata tiene grumitos, comprobad antes el buen aprovisionamiento de papel higiénico y no olvidéis visitar ratemypoo.com
Termino el post con una bella foto de Almaty, antigua capital de Kazajkstán. No viene a cuento, pero mola.
Pd. Unas buenas patatas fritas (no congeladas y fritas en aceite de oliva), son un acompañamiento ideal. Una ensaladita también.