El problema que tienen los lácteos (quitando a los intolerantes) es que provocan gases y al cuerpo le cuesta mucho digerirlo, cosas de los disacáridos; que me corrija
@Faraón Hijodeputh IV pero creo que es muy importante que la leche al tomarla esté bien mezclada con saliva para permitir su digestibilidad.
Yo antes bebía en torno a medio litro diario de semidesnatada y ahora la mitad, noté cierta mejoría en cuanto a gases y digestiones, pero lo que me sienta peor son las hortalizas ricas en azufre (cebolla y ajo) que me hinchan y se me repiten brootalmente, pero reduciendo cantidades ahora algo mejor, me obligo a comerlo por sus propiedades (micronutrientes y oligoelementos, además de prevención de infecciones)