Un grupo de foreros de PF, la mayor comunidad de renegados salidos de PL, vieron alborotados la llegada a su foro de una chica con escasa prudencia, tratamiento psiquiátrico con medicación, carencias afectivas y afición por el alcohol. Aproximadamente hace ya un año, empezaron a pinchar en sesiones de videochat para ver si les enseñaba algo, más allá del "escanéate las tetas y prueba que no tienes rabo", como protocolo rutinario. Un día la joven llegó borracha a casa, se conectó y contenta con acaparar la atención de varones que le sacaban bastantes años, enseñó las berzas. A partir de ahí fue accediendo a casi todo, siempre por internet: fotos desnuda, webcam donde se desnuda y se masturbaba siguiendo lo que la ordenaban incluyendo meterse objetos en la vagina y el ano, etc. Liachu no fue el que más se aprovechó de ella, eso es cierto, pero igualmente se jactaba de haber obtenido fotografías de la chica junto con los otros perdedores.
El caso es que los buenos consejos de algún forero con conciencia moral no fueron suficientes para detener esos abusos, realizados a través de la cortina que supone internet, aunque por el juicio del concurso de Leto para Pepsicola ya sabemos que no es garantía de ocultamiento. Más de un forero tomó capturas de pantalla, vídeos con programas para grabar lo que ves en tu escritorio y pestañas de aplicaciones, se juntó el material y un forero avisó al padre y a la madre de la chica.
Al parecer, ni el padre ni la madre llegaron a denunciar, aunque inicialmente querían hacerlo contra la web de videochat que usaban los de PF. Creo que no quisieron denunciar por vergüenza al ver cómo se comportaba su hija, porque ésta ya tenía 19 años cuando sucedieron los hechos (era mayor de edad por tanto), para que no se enteraran otros familiares, conocidos, etc. y por si el proceso repercutía en la baja autoestima de la chica. Lo que ocurre con esto es que ganan los que causan daño, al beneficiarse de que a efectos jurídicos queda como si nunca hubiera pasado nada.