Inmigración y delincuencia: ¿un matrimonio inseparable?
Desde hace algún tiempo se empieza a escuchar esta cantinela coda vez con más insistencia, no sabría exactamente si es la causa del auge de grupúsculos como los de Anglada en Cataluña, o Candela en Valencia, o la consecuencia pero si es cierto que de un tiempo a esta parte parecen estar alineándose de manera indisoluble en el imaginario colectivo como un matrimonio inseparable: inmigración y delincuencia. ¿Qué hay de cierto en ellos?
Hay algunas tesis que son ciertamente sorprendentes por la rotundidad, y cierta ligereza, con la que se lanzan, pero que son rápidamente repetidas hasta la saciedad, sin siquiera analizar someramente su posibilidad o imposibilidad. En este artículo pretendo constrastar tres tesis: 1. El 50% de los inmigrantes son delincuentes; 2. Cada vez hay mayor proporción de inmigrantes delincuentes; y 3. A mayor inmigración, mayor delincuencia, la inseguridad ciudadana va en aumento.
De momentos no vamos a afirmarla ni a desmentirlas, simplemente vamos a dejarlas entre paréntesis, vamos a realizar nuestra particular epojé, para dar cuenta de ellas cuando tengamos los datos concretos. Partamos pues de la primera de las tesis dejadas entre paréntesis:
1. El 50% de los inmigrantes son delincuentes.
Puede parecer una tesis algo aventurada, o que es exagerado por mi parte traer esta cuestión, que nadie cree tal cosa, que tan solo busco tergiversar, pero ésta es una cuestión real que surgió hace tan solo un par de semanas en el
Foro. Por ello mismo creo necesario responder a la misma.
En España hay 5,7 millones de extranjeros, el 12.2% de la población total. En 2008 los extranjeros reclusos en España eran 22.000. El 50% de 5,7 millones son 2.85 millones, creo que es evidente que no hay 2.85 millones de delincuentes extranjeros en España (ni no extranjeros, afortunadamente). Sino que hay 22.000. En 2008 el número de extranjeros en España era de 5.2 millones un 11.3% de la población total. Pues bien 22.000 delincuentes sobre un total de 5.2 millones suponen un 0.4% del total. Así que no, un 50% de los extranjeros no son delincuentes, sino que es un 0.4%.
2. Cada vez hay mayor proporción de inmigrantes delincuentes
Si esto fuese cierto, cuanto mayor fuese el número de inmigrantes mayor sería la proporción de delincuentes extranjeros en España. Pero esto es fácil de comprobar, puesto que la población extranjera ha ido creciendo en los últimos años en España, tan solo hay que comprobar si realmente esa misma población ha ido aumentando a su vez la proporción de delitos cometidos.
En 2002 había 1.9 millones de extranjeros en España, un 4.7% de la población, estábamos, pues, en el período de pre-invasión de delincuentes, que nos dirían Canduela y los suyos. Sin embargo la población reclusa de inmigrantes representaba un 34% del total (13.000 sobre 38.000).
Avancemos en el tiempo. En 2005 la población extranjera en España alcanzaba los 3,7 millones de habitantes, suponiendo el 8.4% de la población. Siguiendo la lógica de que los extranjeros delinquen en una mayor proporción (dado que el 4% representaba el 34% de los reclusos, se aventuraban a que delinquían 8 veces más), ahora deberían doblar esa tasa y representar el 64% del total. Por pura lógica matemática. Pero resulta que no es así, en 2005% el 30% de la población reclusa era extranjera (18.000 de 62.000).
Y si nos situamos en 2008, la población extranjera alcanza los 5.2 millones de personas, un 11.2% de la población, sin embargo la población reclusa es un 33% del total (26.000 sobre 75.000). Es decir hemos asistido a como los extranjeros han triplicado su población en España, pasando de un 4% a un 12% y, sin embargo, no se han movido un apice en cuanto a población reclusa. Han pasado de una proporción de 1 a 8 a una de 1 a 3. ¡En apenas 10 años!
Sin duda es ésta una buena noticia que no sacan los medios a diario, si uno no dispusiese de estos datos podría llegar a pensar todo lo contrario, que cada vez es mayor la proporción de extranjeros que delinquen, cuando la realidad es todo lo contrario. Estoy seguro de que Canduela, Anglada y demás, cuando constaten esta realidad se retractarán de sus incendiarios mensajes. No me cabe duda alguna.
Pero pasemos a la tercera de las tesis que habíamos puesto entre paréntesis:
3. A mayor inmigración, mayor delincuencia, la inseguridad ciudadana va en aumento.
Esta es otra tesis fácil de demostrar (o de desmontar). Toda vez que desde el 2002 hasta la actualidad la población inmigrante ha ido in crescendo pasando de representar un 4% a un 12% de la población, parece más que evidente que de ser cierto la tasa de criminalidad se debería haber triplicado. A mí me bastaría incluso con que se duplicase. Bueno, incluso me conformaría con que aumentase, que estamos de rebajas. Pero es que resulta que nada más lejos de la realidad: resulta que en 2010 se ha dado
la tasa de criminalidad más baja de la década.
Lo voy a repetir, porque sé que lo mismo ha sonado extraño. En 2010, de toda la década, año por año, es cuando tenemos la tasa de criminalidad más baja de todos. Sí, 2010. Después de triplicar la tasa de inmigración de principios de década nuestra tasa de criminalidad no solo no ha aumentado sino que sigue siendo de las más bajas de Europa. Pero es que la delincuencia común lleva bajando en España prácticamente
desde 1990 sin interrupciones, ¿se lo creen? Es decir desde que empezó el fenómeno de inmigración, la delincuencia común en vez de aumentar descendió. Si fuésemos igual de torticeros que quienes intentamos refutar concluiríamos que, inequívocamente, a mayor inmigración menor delincuencia. Las tasas de criminalidad de los 80 eran muchísimo más abultadas que las actuales, y es que los autóctonos no son mancos, no.
Si uno lee tan solo los medios tan solo puede llegar a la conclusión de que vivimos en una especie de paraíso del criminal extranjero, pero luego están los datos, los hechos concretos y fríos que pueden ser consultados.
Todavía los patriotas nos podrían argüir que quizá todo eso sea así, pero que los delitos realmente graves los cometen los extranjeros. Pues bien, tampoco. Tomemos como referencias los datos de los condenados durante 2009.
En 2009 hubo 583 sentenciados por homicidio. De éstos 410 fueron cometidos por españoles, es decir un 70%, además de otros 49 de ciudadanos de la UE, un 8.3%, lo que nos deja con que queda un 21.7% para el resto repartidos del siguiente modo: 2% para el resto de Europa, 9% procedente de América, 7.5% procedente de África, 2% de Asia y un 0.3% procedente de Oceanía. Es decir si en términos generales la proporción se triplica, en el caso de homicidios la tasa no es tan abrumadoramente inmigrante, quedándose en un 1.8 inmigrante por cada español (el 12% de inmigrantes cometen sobre un 22% de los homcidios).
En fin, quizá en homicidios no sea un dato tan abrumador, pero seguro que los inmigrantes causan más lesiones, son muy pendencieros, vienen de culturas muy salvajes y tal. Vamos a comprobarlo. Hubo 21.302 condenados por un delito de lesiones en 2009. De ellos 14.278 eran españoles, o lo que es lo mismo un 66.6%, alo que deberíamos sumar los 1854 condenados procedentes de ciudadanos de la UE, que serían un 8.7%, para un total de 75.3%. Es decir queda un 24.7% de delitos de lesiones que pertenecen a delincuentes procedentes de otras zonas: 192 (0.9%)del resto de Europa, 3249 (14.8%) de América, 1568 (8.9%) de África, 153 (0.6%)de Asia y 8 (0.1%) de Oceanía.
Vale, quizá los inmigrantes no se meten con tanta asiduidad en navajazos, peleas y demás historias que teníamos preconcebidas. Pero no podremos negar que roban más que nadie, que han venido a este país a robar porque España es el paraíso de los ladrones internacionales. Veámoslo. En 2009 hubo 14.576 condenados por robo. De ellos 10.189 fueron españoles, un 68.8%. Además otros 1636 (11%) fueron cometidos por ciudadanos procedentes de la UE, lo que deja un total de un 20.5% para el resto de extranjeros repartido así: 204 (1.4%) del resto de Europa, 757 (5%) de América, 70 (0.5%) de Asia y 55 (0.4% de Oceanía). Pues no, no tienen tampoco una especial interés en los robos.
Pero, entonces, ¿no hay algún tipo de delitos en los que los inmigrantes sean muy superiores a los nacionales? Mentiríamos si dijésemos que no existen. Especialmente relevantes son dos casos en los que los inmigrantes ostentan tasas mucho mayores que los autóctonos o, por lo menos, que los nacionales realicen en menor grado.
El primero de los casos es el de los hurtos. En 2009 hubo 6201 condenas por hurto, de los que 3449 condenados fueron españoles, un 55%, sensiblemente inferior. Pero tampoco pensemos que los inmigrantes son especialmente proclives al hurto, en esta ocasión la culpabilidad recae sobre el resto de ciudadanos de la Unión que alcanzan 1522 condenas, un 24.5% del total. El 20.5% restante se distribuye del siguiente modo: 86 (1.2%) del resto de Europa, 550 (9%) de América, 403 (7 %) de África, 53 (0.7%) de Asia y 58 (0.8%) de Oceanía.
Pues también aquí han resistido mejor de lo que esperábamos. Esos marroquíes que no se pasan el día hurtando… Pero espera, hay un delito en el que es especialmente sangrante la desproporción, un delito en el que si que podríamos decir que lleva tatuado el genoma racial…
Sí amigos, estoy hablando del delito contra la propiedad industrial e intelectual. En 2009 hubo 1448 condenas por este horrible crimen, tan solo 355 fueron españoles, una exiguo 24.3%, y luego Ramoncín se nos mosquea… Y apenas 23 condenados provenientes de la UE, un reducidísimo 1.5% de los condenados. El 74.2% restante pertenece al resto de inmigrantes auténtica barbarie que no sé si podremos soportar, siguiendo la siguiente proporción: 4 (0.2%) del resto de Europa, 35 (2.5%)de América, 785 (53%) de África, 246 (17%)de Asia y 0 de Oceanía. Malditos senegaleses que inundan nuestras mantas con discos de Bisbal…
En fin, teníamos tres tesis al principio de este artículo que hemos ido respondiendo:
1. El 50% de los inmigrantes son delincuentes
Falso, tan solo un 0.5% de los inmigrantes son delincuentes. Una cosa es que alcancen 35% de los delincuentes sean inmigrantes y otra que el 35% de los inmigrantes sean delincuentes.
¿Estoy diciendo que los inmigrantes y los nacionales delinquen en la misma proporción? No, eso sería mentir, los inmigrantes delinquen en una proporción de 3 a 1. Ahora bien, esta comparación es metodológicamente muy mejorable. En primer lugar porque estamos comparando como iguales dos grupos que son muy heterogéneos, para que la comparación fuese legítima debiera compararse grupos de similares características, sobre una serie de delitos.
No es el caso, se compara una población con una media de 42 años (la española) media de 31 (la inmigrante), dándose el caso de que los inmigrantes responden en mayor proporción al perfil delictivo (varón, de 20 a 45 años, perfil socioecónomico bajo), por la propia lógica social. Para que la comparación tuviese validez habría que compararlos con otro grupo nacional de edad, sexo y perfil socioecónomico similares. Y yo no he encontrado estudio alguno en ese sentido.
Tampoco estoy negando que el cambio de cultura, y determinados aspectos propios de la inmigración no puedan suponer un aumento de la delictividad, es obvio que el choque cultural, la captación por parte de mafias, la creación de guettos y el aislamiento de algunas comunidades pueden suponer un aumento de la delincuencia, por ello mismo hay que poner en marcha protocolos que permitan la integración de los inmigrantes en nuestra sociedad, protocolos que a tenor de los resultados están funcionando.
2. Cada vez hay mayor proporción de inmigrantes delincuentes
Esto es rotundamente falso como hemos ido viendo a lo largo del artículo. No solo se han mantenido prácticamente los mismo valores en la proporción inmigrante-nacional desde principio de la década, sino que ese mantenimiento se ha producido a pesar de triplicarse el porcentaje de inmigrantes en nuestro país, es decir más inmigrantes ahora suponen menos delincuentes que antes.
Eso puede deberse fundamentalmente a dos factores: 1. Los protocolos de actuación e integración están funcionando correctamente.; y 2. El perfil del inmigrante esta cambiando, ahora el abanico de edades es mayor y la mujer está empezando a ser una parte importante del colectivo inmigrante en España, con lo que el perfil del delincuente (varon, de 20 a 45 años) empieza a difuminarse y su población empieza a asemejarse más a la nacional.
3. A mayor inmigración, mayor delincuencia, la inseguridad ciudadana va en aumento.
De nuevo es rotundamente falso, no solo no supone una mayor proporción en el ajuste nacional-inmigrante, sino que en términos absolutos hay menos delincuencia hoy que a principios de décadas cuando los inmigrantes eran tres veces menos. La delincuencia alcanzó sus cotas altas en los 80, desde entonces en España no ha hecho más que descender, con ligero altibajos, posicionándonos como uno de los países más seguros de la UE, con una tasa de criminalidad muy por debajo de la media europea.
La mayor parte de los datos expuestos a lo largo del artículo provienen de esta
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