Hilo para explicar el origen y/o significado de tu avatar.

el mio es por dos de mis aficiones

Tito_Pulo nos trae una anécdota interesante que merece ser ampliada. ¡¡Kholmov y Fischer, vaya dos locos que se juntaron!!



kho04753.jpg


El protagonista de esta historia es Ratmir Kholmov (el de la foto), un fortísimo Gran Maestro soviético que nunca llegó a alcanzar el top ten ajedrecístico por la sencilla razón de que las autoridades de su país jamás le autorizaron a competir en Occidente y en torneos de máxima envergadura. Sólo le dejaban viajar al exterior para competir en países “amigos” como Cuba, Yugoslavia, Hungría, Checoslovaquia, etc. Las cosas funcionaban así en la URSS por aquel entonces: no sólo habías de tener un nivel altísimo como ajedrecista, sino que además tenías que ser “de fiar”. Kholmov era demasiado amigo de la botella de vodka, de las fiestas nocturnas en habitaciones de hotel y de quitarle las gorras a los policías cuando venían a detenerle por alterar el orden público. A este tipo de jugadores no se les promocionaba de la misma manera que a quienes observaban una conducta más acorde con el soviet way of life. A Kholmov le colgaron la etiqueta de “conflictivo” y esto fue determinante para que su carrera avanzara siempre a trompicones.

Bien, el caso es que en 1965 se disputó en La Habana un torneo muy fuerte al que Kholmov fue invitado y en el que la mayoría de los jugadores pertenecían al bloque comunista, excepto el sin par Bobby Fischer. Sin embargo, las autoridades yankis no permitieron a Fischer que viajara a Cuba (recordemos que la crisis de los misiles se había producido sólo tres años antes) y sólo aceptaron que Fischer participara vía télex. O sea, Fischer movía una pieza en Nueva York, transmitían el movimiento a La Habana, su rival contestaba con otro movimiento, retransmitían éste a Nueva York y así durante cinco o seis horas. Un coñazo para todos, pero así era la Guerra Fría.

Vayamos ahora a la noche anterior a la partida entre Kholmov y Fischer. Kholmov ha bajado al bar de su hotel a tomarse un ron. Sólo uno, ojo. Está tan rico que sería un pecado perdérselo, ¿verdad? Aaahhhh, qué bueno está. Bueno, no pasa nada si me tomo otro. Total, si igual no me dejan volver a La Habana… ¡Camarero, otro ron! Y así una y otra vez durante tres o cuatro horas, al término de las cuales Kholmov está borracho como una cuba, feliz como un oso Misha y sin dejar de gritar "!Viva Cuba libre, camaradas!". Entonces irrumpe en el bar el ex-campeón mundial Vassili Smyslov, quien participa en el mismo torneo. Es del dominio público que un ex-campeón del mundo sólo necesita un simple vistazo para evaluar una situación, ya sea dentro o fuera del tablero. Smyslov tarda exactamente cuarenta y dos centésimas de segundo en tomar a Kholmov del brazo y decirle: “Ratmir Dimitrievich, anda, ven conmigo, te voy a enseñar una novedad que he descubierto en la apertura española. A lo mejor puedes utilizarla mañana contra Fischer. Porque mañana juegas contra Fischer, ¿recuerdas?”. Así que Ratmir Dimitrievich balbucea: "¿Fischer?", con la misma cara que ponen los bacalaos cuando ven un tiburón a dos metros de distancia y deja dócilmente que Vassili Vassilievich le saque del bar.

Ya en su habitación, Smyslov reproduce la apertura española en el tablero y le enseña la jugada de marras. Kholmov apenas puede mantener los ojos abiertos y es incapaz de pronunciar algo más largo que "da" o "niet", pero atiende a lo que Smyslov le muestra y luego se va a la cama haciendo más eses que un camarero a bordo del Titanic. Por muy borracho que esté, comprende que el camarada Smyslov acaba de hacerle un gran favor.

Al día siguiente, Kholmov tiene una resaca que ríete tú de la erupción del Krakatoa. Mientras se aplica compresas frías en la cabezota, maldice su suerte e imagina la desagradable conversación que podría tener lugar en Moscú, a la vuelta del torneo, con las autoridades del Comité de Deportes soviético: "Maldito hijo de puta descerebrado, ¿tenías que emborracharte como un piojo precisamente cuando jugabas contra Fischer al día siguiente? ¿Dónde coño tienes la cabeza?”. Fischer es el enemigo público número uno del ajedrez ruso, su bestia negra, el enemigo a las puertas. Así que Kholmov se sienta pálido como un muerto frente al tablero cuando llega la hora de la partida. Temblando por la presión, rechinando los dientes, haciendo crujir los nudillos, dispuesto a no levantar el culo de la silla en toda la partida. Si pierde frente a Fischer, no le perdonarán la borrachera del día anterior y su carrera ajedrecística se habrá ido a la mierda. Y entonces ocurre el milagro. Porque los milagros o la suerte o como se quiera llamar a los caprichos de la Fortuna, existen: Fischer plantea la apertura española con las blancas y sobre el tablero se suceden todos los movimientos que Smyslov había mostrado a Kholmov la noche anterior. Ratmir Dimitrievich efectúa el movimiento sorpresa recomendado por Vassili Vassilievich y Fischer, sorprendido, tarda veinte minutos en contestar. Su respuesta no es mala pero tampoco es la mejor posible. Entonces Kholmov aprieta el culo contra el asiento y exclama mentalmente: "Te vas a cagar por las patas, chaval". Logra una pequeña ventaja y, paso a paso, aumenta la presión sobre Fischer, apretándole las tuercas hasta que éste acaba rindiéndose en el movimiento nº 46. Y, por si fuera poco, el propio Fischer le felicita por su victoria: "Una partida brillante, Ratmir”. ¡Así se escribe la historia del ajedrez, hoygan!

Un poco más sobre la vida del inimitable Ratmir Kholmov:

Ratmir Kholmov era originario de Arkhangelsk, ciudad muy próxima al Círculo Polar. Su juventud había sido dura, viéndose obligado a trabajar como pescador, como remachador y como fogonero... y aun tuvo tiempo de dedicarse al ajedrez, algo que hizo con un talento natural asombroso. Con sólo 16 años ya era el mejor jugador de ajedrez de su ciudad, aunque el estallido de la II Guerra Mundial trastocó todos sus planes en el tablero.

Cuando su ciudad fue brutalmente bombardeada por los nazis, Kholmov y varias personas más intentaron huir a Vladivostok, que se encontraba hacia el oriente. Sin embargo, tras mucho navegar en unas condiciones muy adversas terminaron arribando a la costa oeste de Estados Unidos. Tras reponerse de la odisea, Kholmov se embarco en un petrolero que debía devolverle a su patria. Pero durante la travesía el barco se vio envuelto en una fuerte tormenta y terminó encallando en una zona rodeada de barcos japoneses. Por fortuna, Kholmov, ayudado por otros marineros, reaccionó con rapidez y logró cerrar una válvula para que el agua dejase de entrar a través del casco del barco, por lo que consiguieron reflotar el barco. Esta segunda odisea tuvo un final feliz y Kholmov pudo regresar a su hogar, aunque muy diezmado, ya que perdió la voz de forma temporal.

Kholmov-04.jpg


Tras esta experiencia, Kholmov fue llamado a filas y sirvió en la Marina Soviética, enrolado en un barco de transporte. Participó en multitud de misiones en el Mar del Norte, trabajo muy peligroso, ya que era habitual que el enemigo bombardease este tipo de convoyes. Ratmir no se olvidó del ajedrez en momentos tan complicados, ya que cada rato libre de que disponía, cuando no entraba en combate, lo dedicaba a estudiar el juego de los maestros antiguos, como Chigorin y Alekhine, o de sus rivales, como Botvinnik y Smyslov.

Tras la guerra Kholmov, cansado de una vida tan movida, se trasladó a Vilnius (Lituania) y se dedicó a la agricultura, siendo un campesino más que en sus ratos libres jugada al ajedrez. A pesar de tener una preaparición casi nula, Kholmov estuvo entre los jugadores más fuertes de la URSS, obteniendo grandes resultados y derrotando a los mejores jugadores de la época. Esto sólo lo pudo lograr con un talento natural inmenso, algo que tienen unos pocos escogidos
@naxo puta chivata, tu mataste a qualitysex
 
Que año es? 2004?

El mio es el Pete :oops:, hasta hace unos minutos era James Patrick
 
A ver si el próximo jilazo se pasa la gente a pedir perdón por el retraso y esas cosas tan graciosas:face:
 
Mi avatar es Tom Hardy, protagonista de Transporter. Es una de mis películas favoritas.
 
mi avatar es la teoria de la relatividad en una grafica.
 
El de mi avatar es Chuck Schuldiner, un puto genio absoluto que con su grupo DEATH se convirtió en leyenda. Cuando me di de alta en este lodazal hace 12 años, Chuck hacia poco que había fallecido, y es por eso. Que historia más bonita verdad?
 
Yo hace tiempo tenía a Chicho Terremoto de avatar, y como he madurado muchísimo pues he cambiado un monigote de anime por otro monigote de anime.
 
El mío lo pillé de una review de la peli Story of Ricky. En principio quería poner una foto del propio Riki Oh, pero esa captura me acabó dando puta risa.
 
- El mío es Chris Herren, el ex-jugador politoxicómano que logró vencer sus adicciones aunque no su carrera NBA.
 
Mi primer user en esta casa y el avatar que usé con diferentes variaciones.
Bernie_Evolution.jpg


La foto que utilizo actualmente tampoco destaca por la felicidad que desprende, si hay algún psicólogo por la sala seguro que tiene algo que decir. Si alguien tiene el día aburrido... Has nacido para ser forero





Y ya puestos, @Black Adder, si piensas cambiarte de avatar te vuelvo a poner uno que te hice en su día. Con mi dominio actual del paint podría mejorarlo, pero la intención es lo que cuenta, o eso dicen.

Black_Adder.jpg
 
Última edición:
Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.
 
Arriba Pie