LeChuck
Freak total
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Buenas.
Estaba dándole vueltas a las historias que se leen en el hilo de la multiculturalidad y me he acordado de que hace unos años, en mi tranquila ciudad, Logroño, a un chaval de veintipocos que volvía a casa tras una noche de parranda, un moro lo enganchó bien enganchau dentro del portal de la victima, le puso una navaja en el cuello y procedió a un tras-tras no autorizado.
Como por aquí pasan pocas cosas de esas pues fue la comidilla de todo el mundo. Hoy me he puesto a buscar la noticia y no la encuentro, pero he ido a parar a otras noticias de violaciones en la comunidad, pocas, y en casi todas el agresor es morham. Ademas que en el periódico local y su versión digital gustan mucho de utilizar solo iniciales y a no poner fácil el saber la nacionalidad del agresor, a no ser que sea autóctono, en ese caso no les cuesta trabajo soltar información, pero esto es otro asunto.
Aquí los moros dan poca guerra, yo las cosas como son, me caliento cuando se pasan de la raya y sé reconocer a la buena gente y a la trabajadora. En ese aspecto por aquí los negros, con las que andan liando últimamente por Benidorm, pues aquí la gente con sentido común los ve como currantes que no dan problemas, lo mas ahora cuando viene la temporada de uva brotan muchos negros que durante algunos meses viven en cajeros y en la calle pero problemas pocos o ninguno. De los panchitos poco que decir también, aunque a cualquiera con un poco de cabeza le escuece un poquito que haya tantos, no dan de que hablar, aparte de algún adolescente que va de pandillero y tiene una guantada o media, como los de aquí.
Los rumanos pasan un poco de las normas no escritas de buena convivencia pero poco más, los hay muy buena gente, aunque hubo una época que no había casa de campo que no hubiesen desvalijado y estaba la gente caliente caliente con este asunto. Y por supuesto la mala fama que se han ganado no se les va a quitar ni en 200 años de ser Teresa de Calcuta. Lo de los robos se oye mucho menos que hace pongamos 5 años, igual soy yo que vivo mas aislado del mundo real pero diría que entre que algunos se vuelven a su país y que la pulisia ha echado el guante a unas cuantas bandas de estas pues la cosa ha menguado bastante.
Y hasta aquí mi análisis sobre la inmigración en Logroño.
Que venia a decir que por aquí poca cosa, las noticias de fechorías vienen de todas las nacionalidades por igual, hablo de estos años, pero que a pesar de que los moritos están tranquilos, todo dios tiene alguna historia con ellos, de toda la colección que tenemos en este país son los mas chanchulleros, malos y rastreros, los mas irascibles en temas religiosos y los menos integrados, los que se indignan y exigen más dando menos a cambio, los que mas muerden la mano del país que los ha acogido, digo, que también hay muy buena gente, pero que llevan el mal dentro.
Historias de moros.
Estaba dándole vueltas a las historias que se leen en el hilo de la multiculturalidad y me he acordado de que hace unos años, en mi tranquila ciudad, Logroño, a un chaval de veintipocos que volvía a casa tras una noche de parranda, un moro lo enganchó bien enganchau dentro del portal de la victima, le puso una navaja en el cuello y procedió a un tras-tras no autorizado.
Como por aquí pasan pocas cosas de esas pues fue la comidilla de todo el mundo. Hoy me he puesto a buscar la noticia y no la encuentro, pero he ido a parar a otras noticias de violaciones en la comunidad, pocas, y en casi todas el agresor es morham. Ademas que en el periódico local y su versión digital gustan mucho de utilizar solo iniciales y a no poner fácil el saber la nacionalidad del agresor, a no ser que sea autóctono, en ese caso no les cuesta trabajo soltar información, pero esto es otro asunto.
Aquí los moros dan poca guerra, yo las cosas como son, me caliento cuando se pasan de la raya y sé reconocer a la buena gente y a la trabajadora. En ese aspecto por aquí los negros, con las que andan liando últimamente por Benidorm, pues aquí la gente con sentido común los ve como currantes que no dan problemas, lo mas ahora cuando viene la temporada de uva brotan muchos negros que durante algunos meses viven en cajeros y en la calle pero problemas pocos o ninguno. De los panchitos poco que decir también, aunque a cualquiera con un poco de cabeza le escuece un poquito que haya tantos, no dan de que hablar, aparte de algún adolescente que va de pandillero y tiene una guantada o media, como los de aquí.
Los rumanos pasan un poco de las normas no escritas de buena convivencia pero poco más, los hay muy buena gente, aunque hubo una época que no había casa de campo que no hubiesen desvalijado y estaba la gente caliente caliente con este asunto. Y por supuesto la mala fama que se han ganado no se les va a quitar ni en 200 años de ser Teresa de Calcuta. Lo de los robos se oye mucho menos que hace pongamos 5 años, igual soy yo que vivo mas aislado del mundo real pero diría que entre que algunos se vuelven a su país y que la pulisia ha echado el guante a unas cuantas bandas de estas pues la cosa ha menguado bastante.
Y hasta aquí mi análisis sobre la inmigración en Logroño.
Que venia a decir que por aquí poca cosa, las noticias de fechorías vienen de todas las nacionalidades por igual, hablo de estos años, pero que a pesar de que los moritos están tranquilos, todo dios tiene alguna historia con ellos, de toda la colección que tenemos en este país son los mas chanchulleros, malos y rastreros, los mas irascibles en temas religiosos y los menos integrados, los que se indignan y exigen más dando menos a cambio, los que mas muerden la mano del país que los ha acogido, digo, que también hay muy buena gente, pero que llevan el mal dentro.
Historias de moros.