Das Ich
Clásico
- Registro
- 24 Jun 2005
- Mensajes
- 2.316
- Reacciones
- 0
Malos tiempos corren para las hazañas bélicas, para las grandes gestas y las memorables batallas. Ahora hacer la guerra está muy mal visto, quizás por que éstas se hacen por motivos que la gente no comparte o quizás por que no están concienciados de que la guerra es un mal necesario en algunas ocasiones. Una ola de chupismo nos invade, los héroes no tienen lugar en los medios de comunicación, a no ser que hayan salvado la vida de un niño o hayan curado a un puñado de muertos de hambre.
Se han olvidado a héroes relativamente recientes como el teniente Martín Cerezo y sus últimos de Filipinas o el todavía más reciente Manfred Von Richthofen, el mortífero Barón Rojo y su Jasta 11. Ahora nada de esto se enseña siquiera en los libros de texto, se tratan de pasada, eso si con suerte se habla de ellos. Nadie les rinde homenajes ni les recuerda. Pero ¿De que sirve hablar de fechas y victorias si no recordamos a la gente que hizo eso posible? ¿Porqué ese empeño por borrar de nuestra memoria a aquellos héroes que sacrificaron su vida por defender su causa? Su único consuelo era saber que pasarían a la historia siendo recordados para siempre por su disciplina y valor y ahora los estamos traicionando.
Por este motivo me surge una pregunta ¿Vale la pena morir de forma heroica para ser recordado por siempre o es mejor ser uno más y procurar salvar el pellejo para disfrutar del resto de tu vida? Con la primera opción se ganan guerras pero no se puede disfrutar tanto la victoria, en cambio con la segunda, lo más probable es que se pierdan batallas y se tenga que vivir con el recuerdo de haberse rendido o haber sido derrotado.
¿Qué pensáis vosotros?
Se han olvidado a héroes relativamente recientes como el teniente Martín Cerezo y sus últimos de Filipinas o el todavía más reciente Manfred Von Richthofen, el mortífero Barón Rojo y su Jasta 11. Ahora nada de esto se enseña siquiera en los libros de texto, se tratan de pasada, eso si con suerte se habla de ellos. Nadie les rinde homenajes ni les recuerda. Pero ¿De que sirve hablar de fechas y victorias si no recordamos a la gente que hizo eso posible? ¿Porqué ese empeño por borrar de nuestra memoria a aquellos héroes que sacrificaron su vida por defender su causa? Su único consuelo era saber que pasarían a la historia siendo recordados para siempre por su disciplina y valor y ahora los estamos traicionando.
Por este motivo me surge una pregunta ¿Vale la pena morir de forma heroica para ser recordado por siempre o es mejor ser uno más y procurar salvar el pellejo para disfrutar del resto de tu vida? Con la primera opción se ganan guerras pero no se puede disfrutar tanto la victoria, en cambio con la segunda, lo más probable es que se pierdan batallas y se tenga que vivir con el recuerdo de haberse rendido o haber sido derrotado.
¿Qué pensáis vosotros?