lemikox
Freak
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Iba dirección Mordor, escuchando KISSFM
mientras hacía gorgoritos que avergonzarían hasta al hijo calvo de
La carretera era amplia de dos carriles del mismo sentido y, cierto es, que quizás, de alguna manera inconsciente y sin querer queriendo, moviera grácilmente el volante y podría haber llegado a rozar la línea del otro carril con mi rueda izquierda. Pero lo dudo.
Huelga decir que yo, aunque sea forero, soy una persona de bien y cumplidora con las normas de circulación. Esto que vaya por delante.
Inopinadamente, oigo un par de bocinazos y miro por el retrovisor. En un potente Corsa gris veo a una pareja de engendros, que podría fácilmente jugar en la misma liga que Ozito, realizar aspavientos dignos de Camacho, Mou y compañía. Acelera y prácticamente se pone a mi par. Yo, que como os he comentado antes soy un hombre taimado, o, lo que para otros sería un tío vago, levanto la mano en son de paz. Según miro a mi izquierda descubro a una engendra, instigada y seguida por el orko conductor, soltar improperios que mejor no pasaré a reproducir ya que son muy duros y en este foro no se estima insultar. Así que me los ahorro y no hiero sensibilidades de mierda.
Por fin, me adelantan, y yo me quedo con cara de Torbellino cuando le peta el cacas a una teen y se da cuenta que es MAYOR de edad. La pareja de Uruk Hais frenan el coche, lo cual hace que un servidor frene también para no embestirles. El orko, muy educado, saca el brazo por la ventanilla y, todo corazón, me enseña su dedo anular para que la engendro, con mucha originalidad, lo repita también.
Anormales hay en todos los sitios, no hay más que ver el foro dando al F5 pero joder, lo del frenazo siempre me ha parecido de moderador, como señalan en otro hilo. Por eso cuando dejan de hacer el gilipollas e ir a velocidad reducida decido adelantar sin mirarles porque si bien, soy un individuo tranquilo también me caliento con facilidad cuando hay inyusticias y me tocan los huevos. Mantengo la calma hasta cierto punto, claro.
Dudo un poco si adelantar o no por si me vuelven a liar alguna pero al final les adelanto y haciendo acopio de voluntad miro hacia delante y
olvido el tema. Al cabo de unos 5 minutos o así paro en una gasofa y detrás de mí, oh sí, detrás de mí aparecen estos dos infraseres que
siguen dando por culo. Yo, me quedo escuchándoles, absorto, en el parco uso de esta nuestra lengua repitiendo varias veces "hijodeputa".
Observo el percal y al orco, que henchido de estupidez y vitoreado por la hembra a la que querría fertilizar sale del coche y sigue pesado
de cojones.
Espero que no se acerque porque lo cierto es que ya estoy muy caliente, en una extraña calma tensa. No sé si es lo común pero cuando tengo movidas un tanto tirantes me voy encendiendo poco a poco, hasta que al final llega un momento donde encuentro un cierto tope
y directamente me relajo. ¿Lo mismo que cuando aprietas un tapón a lo bruto y está perfectamente cerrado pero hay un momento que sobrepasas por exceso de burrismo y acabas pasándote de rosca? Pues eso mismo me sucede en estas situaciones.
Raudo y veloz, bueno, no, es mentira, torpemente se acerca cada vez más hasta que está como a metro y medio dos cuando se para y hace el amago de ir pero no ir, como si la engendro le estuviera llevando de paseo reteniendo con la correa al cuello.
A mí con el amago me basta y le suelto una bofetada que le pilla entre el cuello y la mandíbula. La verdad es que me está costando escribir esto del puto dolor que aún tengo en la mano. Entre que se estaba retirando al verme y el impacto en su puto jepeto de retrasado cae y se pone a veinte
uñas.
Todavía faltaba la subnormal que iba de copiloto. Se baja del coche y debe de reproducirse por esporas cual cardo porque que cosa más fea el puto orko. Y con voz y bigote de Ricardo Rocha.
La cosa estaba dudando entre venir hacia mí o seguir insultando y recoger al homínido que andaba barriendo el suelo, este sujeto reproduce
el sonido típico de Barad dur y la foca recoge a su hombre del suelo. Mientras berrea y bala nadie se mueve. El encargado andaba
parapetado detrás de la caja foreando, me imagino, porque pinta tenía.
Resuelvo en un instante que lo mejor es tirar millas, así que sin echar gasolina ni hostias me vuelvo a meter al coche y arranco mientras la
orko me despide con un obligado escupitajo y una patada en el coche.
Sorprendido de mi fuerza hercúlea descubro que tengo un golpe demoledor a lo Bud Spencer mientras me dirijo a Bilbo Bolsón Cerrado
orando para que no quedarme sin gasolina o, lo que sería aún peor, volver a encontrármelos en la siguiente gasolinera.
¿HISTORIAS SIMILARES?



Huelga decir que yo, aunque sea forero, soy una persona de bien y cumplidora con las normas de circulación. Esto que vaya por delante.
Inopinadamente, oigo un par de bocinazos y miro por el retrovisor. En un potente Corsa gris veo a una pareja de engendros, que podría fácilmente jugar en la misma liga que Ozito, realizar aspavientos dignos de Camacho, Mou y compañía. Acelera y prácticamente se pone a mi par. Yo, que como os he comentado antes soy un hombre taimado, o, lo que para otros sería un tío vago, levanto la mano en son de paz. Según miro a mi izquierda descubro a una engendra, instigada y seguida por el orko conductor, soltar improperios que mejor no pasaré a reproducir ya que son muy duros y en este foro no se estima insultar. Así que me los ahorro y no hiero sensibilidades de mierda.
Por fin, me adelantan, y yo me quedo con cara de Torbellino cuando le peta el cacas a una teen y se da cuenta que es MAYOR de edad. La pareja de Uruk Hais frenan el coche, lo cual hace que un servidor frene también para no embestirles. El orko, muy educado, saca el brazo por la ventanilla y, todo corazón, me enseña su dedo anular para que la engendro, con mucha originalidad, lo repita también.
Anormales hay en todos los sitios, no hay más que ver el foro dando al F5 pero joder, lo del frenazo siempre me ha parecido de moderador, como señalan en otro hilo. Por eso cuando dejan de hacer el gilipollas e ir a velocidad reducida decido adelantar sin mirarles porque si bien, soy un individuo tranquilo también me caliento con facilidad cuando hay inyusticias y me tocan los huevos. Mantengo la calma hasta cierto punto, claro.
Dudo un poco si adelantar o no por si me vuelven a liar alguna pero al final les adelanto y haciendo acopio de voluntad miro hacia delante y
olvido el tema. Al cabo de unos 5 minutos o así paro en una gasofa y detrás de mí, oh sí, detrás de mí aparecen estos dos infraseres que
siguen dando por culo. Yo, me quedo escuchándoles, absorto, en el parco uso de esta nuestra lengua repitiendo varias veces "hijodeputa".
Observo el percal y al orco, que henchido de estupidez y vitoreado por la hembra a la que querría fertilizar sale del coche y sigue pesado
de cojones.
Espero que no se acerque porque lo cierto es que ya estoy muy caliente, en una extraña calma tensa. No sé si es lo común pero cuando tengo movidas un tanto tirantes me voy encendiendo poco a poco, hasta que al final llega un momento donde encuentro un cierto tope
y directamente me relajo. ¿Lo mismo que cuando aprietas un tapón a lo bruto y está perfectamente cerrado pero hay un momento que sobrepasas por exceso de burrismo y acabas pasándote de rosca? Pues eso mismo me sucede en estas situaciones.
Raudo y veloz, bueno, no, es mentira, torpemente se acerca cada vez más hasta que está como a metro y medio dos cuando se para y hace el amago de ir pero no ir, como si la engendro le estuviera llevando de paseo reteniendo con la correa al cuello.
A mí con el amago me basta y le suelto una bofetada que le pilla entre el cuello y la mandíbula. La verdad es que me está costando escribir esto del puto dolor que aún tengo en la mano. Entre que se estaba retirando al verme y el impacto en su puto jepeto de retrasado cae y se pone a veinte
uñas.
Todavía faltaba la subnormal que iba de copiloto. Se baja del coche y debe de reproducirse por esporas cual cardo porque que cosa más fea el puto orko. Y con voz y bigote de Ricardo Rocha.
La cosa estaba dudando entre venir hacia mí o seguir insultando y recoger al homínido que andaba barriendo el suelo, este sujeto reproduce
el sonido típico de Barad dur y la foca recoge a su hombre del suelo. Mientras berrea y bala nadie se mueve. El encargado andaba
parapetado detrás de la caja foreando, me imagino, porque pinta tenía.
Resuelvo en un instante que lo mejor es tirar millas, así que sin echar gasolina ni hostias me vuelvo a meter al coche y arranco mientras la
orko me despide con un obligado escupitajo y una patada en el coche.
Sorprendido de mi fuerza hercúlea descubro que tengo un golpe demoledor a lo Bud Spencer mientras me dirijo a Bilbo Bolsón Cerrado
orando para que no quedarme sin gasolina o, lo que sería aún peor, volver a encontrármelos en la siguiente gasolinera.
Cuando al principio menciono lo de pisar la línea continua con mi rueda izquierda quizás podría llegar a ser "invadir el lado contrario por quedarme sopa al volante".
¿HISTORIAS SIMILARES?