LeChuck
Freak total
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Me gustaba Kasabian. Una banda de rock británica de estilo ecléctico y multiforme cuya música, con los años, y los sucesivos discos, fue evolucionando en una serie de temas que apuntaban a la radio-fórmula y acabaron transformando lo que una vez fue una banda alternativa de sonidos futuristas a lo que un tipo cualquiera de un rincón cualquiera de internet calificó muy acertadamente como "a lads band", es decir, la clase de banda que los amigotes borrachuzos de la pérfida piden en los pubs para corear, con la camisa llena de lamparones, la cara roja como un tomate y una sospechosa mancha oscura en la entrepierna. Una banda del gusto de los paletos provincianos británicos.
Esta fórmula de las canciones fáciles y accesibles para el gran público había estado haciendo crecer su popularidad hasta que definitivamente se convirtieron en banda de estadios y cabezas de cartel de los grandes festivales.
En el 2016 publicaron su último disco. Hoy he ido a Google para informarme de alguna posible novedad de la banda, suponiendo que el COVIC tenía mucho que ver en la sequía informativa, y lo que me he encontrado es que al cantante, mitad directora y creativa de la banda, ha sido expulsado este año por violencia domestica. Una agresión a su pareja, con condena a trabajos comunitarios incluida, ha hecho que la banda tenga que darle la patada, por simple imagen pública y por proteger a la cabra de los huevos de horo.
El resultado a buen seguro es el finí del grupo, o al menos lo será para una parte importante de sus seguidores y de los que como yo estábamos a punto de darles la espalda.
El hilo va de esos miembros de bandas que se cargan el proyecto común, tal vez construido durante décadas, que da fama y dinero a sus miembros, y alegrías a sus fans.
Esta fórmula de las canciones fáciles y accesibles para el gran público había estado haciendo crecer su popularidad hasta que definitivamente se convirtieron en banda de estadios y cabezas de cartel de los grandes festivales.
En el 2016 publicaron su último disco. Hoy he ido a Google para informarme de alguna posible novedad de la banda, suponiendo que el COVIC tenía mucho que ver en la sequía informativa, y lo que me he encontrado es que al cantante, mitad directora y creativa de la banda, ha sido expulsado este año por violencia domestica. Una agresión a su pareja, con condena a trabajos comunitarios incluida, ha hecho que la banda tenga que darle la patada, por simple imagen pública y por proteger a la cabra de los huevos de horo.
El resultado a buen seguro es el finí del grupo, o al menos lo será para una parte importante de sus seguidores y de los que como yo estábamos a punto de darles la espalda.
El hilo va de esos miembros de bandas que se cargan el proyecto común, tal vez construido durante décadas, que da fama y dinero a sus miembros, y alegrías a sus fans.
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