Ahora a
@Cenobita se le presenta el dilema del muerto de hambre, el que todos los que nacimos sin mierda en las tripas nos hemos encontrado alguna vez, pero en su caso amplificado.
Lleva años pensando y fantaseando en qué hacer con el dinero de la herencia del viejo, haciendo planes, cálculos, indagaciones... pero llegado el momento se va a dar cuenta de que todo era una quimera, que un piso de mierda en un barrio de mierda, no da para nada en este mundo de mierda y que en que empiece a gastar se quedará sin dinero y sin la ilusión de futuras herencias, sin as en la manga, sin plan b.
Y espero que esto venga, en gran medida, causado por algún tipo de multiculturización en su barrio, provocada por sus totems políticos, que haya hecho bajar el precio del piso de los cojones, así como por una inflación fruto de unas políticas monetarias suicidas traídas a colación por burócratas wokes de los que él esperaba nada más y nada menos que HAYUDA por vago.
En fin, a joderse.
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