Libros Jocs Florals-Segunda Edición

Joder, quiero que salga el autor de este relato para chuparle la polla un rato.
 
ales_cobain rebuznó:
Joder, quiero que salga el autor de este relato para chuparle la polla un rato.

La autoría de los textos permanecerá anónima hasta que finalicen las votaciones. Y a los implicados que prefieran que su obra siga en secreto, se les concederá el deseo.

Recordad que el plazo de entrega de escritos es hasta el domingo día 30, quedan pocos días.

La votación es lo de menos, pongamos que finalizará entre el 10 y el 15 del próximo mes. Creo que es tiempo más que suficiente para que todo aquel que tenga intención de votar lo haga.


Y tu malatesta, ya veo que has borrado tu post, que sea la última vez que entras borracho a postear por aquí, juas...

A propósito, weiz si es chica, y dicen que está buena, pero hace tiempo que no se pasa. Y de todas formas, en este foro no hay forma de ligar... Fíjate que desde que me hicieron moderata, me cambie la firma, el avatar, me puse en plan pedante, y nada, ni un mísero privi... Ah, aun recuerdo los viejos tiempos del foro babas, que iba en plan hard y me inundaban
 
"Como en Betty Blue"

Un chorreón de tequila y uno de seven up. Una toalla de motel tapándolo y un golpe seco sobre alguna superficie de madera. Espuma y hasta lo más hondo de la garganta.

Miro hacia atrás y allí está: desnuda, tiene un cigarro entre los dedos y está apoyada en el rincón más cercano a la puerta. Pero no se mueve. Retorno a mi vaso, esta vez sin golpes y sin espuma. Seco y rápido hasta que empieza a salir calor desde mi frente. Vuelvo de nuevo la vista hacia atrás, y allí sigue tal y como creía recordarla.

Gateé hasta donde estaba. El suelo estaba frío. Ella estaba fría. La mirada perdida. El cigarro olvidado. La ceniza en el suelo. La zarandeé un poco: ¿eh, que te pasa? No obtuve respuesta, así que volví al balcón. Recordé la conversación de la tarde, cuando hablábamos sobre qué haríamos si uno de los dos se moría allí mismo. "Tirar el cadáver por la ventana", decíamos entre risas. E inventábamos las onomatopeyas que imitaban al sonido que haría al caer el cuerpo sin vida. Hacía calor, nos parecía divertido.

Pero yo tenía frío, y la botella de tequila cada vez estaba más vacía.

Volví y me encontré con la misma imagen. Mi mente no iba demasiado rápido, pero juraría que ni tan si quiera respiraba. Sin embargo sus ojos brillaban. Mucho. Le toqué suavemente la pierna, y le pregunté como estaba. Al fin me miró, pero era una mirada fantasmal, terrorífica. Simplemente así al menos confirmó que aun no tendría que arrojarle por la minúscula terraza.

Me fui para la cama, abracé la almohada y me dejé vencer por el sueño etílico. Estaba mareado, pero no encontré nada mejor que hacer. Cerré los ojos. Cuando volví a abrirlos seguía siendo todo igual. Ella se levantó, miró por el balcón, se encendió un cigarro. Volví a cerrar los ojos. Sentí su peso sobre la cama, y su mano sobre mi polla. Y la otra me acariciaba el pelo. En un gesto, cariñoso podría pensarse, hizo el movimiento de asfixiarme. Luego volvió a repetir pero con ayuda de una almohada. Yo gruñí y me di la vuelta. Se tumbó a mi lado sin decir nada y cerró los ojos. Y yo, a oscuras y mirando las grietas del techo, acepté el hecho de que morir en aquella pensión céntrica no hubiera sido lo peor que me hubiera pasado. A fin de cuentas era un paisaje totalmente evocador.
 
"Las promesas que no puedes comprender"

-¡Ves! te dije que no serias nada en la vida
- Tu sí que no eres nada en la vida. Del curro a casa, de casa a la disco, y por medio unos cuantos rabos que chupar, ¿qué le vas a decir a tus hijos? ¿Qué curraste diez horas diarias para que ellos se murieran de hambre?
- Al menos tendré hijos

No podía mas, no la aguantaba. Desde la noche del accidente, se había vuelto irritable, irascible, pendona y cobarde. Ya no recordaba aquellos tiempos en que juntos odiábamos el mundo.
No sabía si en realidad era cosa mía. Siempre me ocurría. No podía evitar ser infiel, ellas no se enteraban, claro. Vivian en un oasis, en un autentico cielo donde ni podían sospechar de que en realidad cada noche dormía con una distinta. No podía evitarlo

De nuevo salí esa noche. Una conocida se me acerco, hablamos del pasado, me encendí un cigarro y acabamos en el portal con mis manos entre sus bragas. Al final me sentía mal, me despedía sin más, y volví a casa.

Ya eran trece los cortes en la muñeca. Uno por cada vez que me portaba mal

Pero se repetía la historia. Sentía miedo, no sabía decir que no. Se me acercaba otra mujer, y acababa cambiando su cabeza por la mía, y dejándome llevar.

En muchas ocasiones las buscaba yo. Me acercaba a ellas, las rodeaba con mis brazos, les hablaba a susurros. Me encantaba que se formara esa espesa neblina entre ambos. Ese olor a sexo. Llegado el momento, las besaba. Ellas se dejaban traspasar, sabiendo que a mí me esperaba alguien. Aunque no supieran quien era. Sabían de mis formas. Sabían de mí

Me ocultaba cada vez más, respetaba menos mis silencios. Dormía con más mujeres. Y cada vez sentía menos.

Entonces cargaba contra ella. Le decía que todo era distinto. Que ella no se abría. No me respetaba. Quería que alguien conociera mi engaño. Proclamara como en realidad era, y no lo que ella creía

Volvían los gritos

- ¿Para cuándo volveremos a ser "nosotros"? ¿No entiendes que esto es como mirarse al espejo cada día, y en vez de ver tú reflejo, ves sombras, líneas que suponen, nada que determina?
 
Ya van 7

ANOCHE

Ante mi, una zorra encocada y empastillada. Nuestros blancos ojos se cruzaron en algún momento del tiempo. Aquella tía se acercó, me sacó la lengua. Deposité una pastilla sobre aquel pegajoso músculo. Agradecida metió su temblorosa mano en mis pantalones.
El vicio y el deseo se apoderaron de nuestros cuerpos. Nuestras lenguas corrían por los interminables cuerpos. Las manos se transformaban en tanga, calzoncillo, sujetador, pelos, lengua.

En el coche, el polvo blanco fue el prolegómeno. Se deshizo de su breve falda y conocí a sus tetas. Rígidas, duras, compungidas gracias al frío.
Estaba empalmado. Metió mi calor en su gran boca. Mis dedos se adentraron en aquel cuerpo. Un gran suspiro seguido de un sensual temblor de sus piernas; acabó pintando de vapor los cristales del vulgar coche.
Follamos, follamos. Los cubatas sodomizaron a las cervezas. La coca y las pastillas follaban apasionadamente, mientras los porros se pajeaban en algún oscuro rincón.
Aquella ceremonia acabó. Temblábamos, nos abracemos. ¿Amor? No, sólo frío. Nos limpiamos como gatos con dos clínexs.
Volvimos dentro, ella buscó a su amiga, quería más coca. Pedí un cubata. Aquella servil chica dejó el vaso encima de la barra. ¿Cómo seria aquella camarera en el desordenado coche?

Según estudios, el hecho de imaginar o visualizar determinadas acciones provoca una actuación de las neuronas de tal manera que se activan todas las funciones cerebrales como si estuviéramos realizando aquella acción. Es como si realizáramos cualquier actividad pero sin movimiento alguno. Por ejemplo, podríamos fortalecer nuestros músculos tan sólo visualizando los ejercicios sin necesidad de llevarlos a cabo.
Así que, hacemos realmente aquello que visualizamos o imaginamos en nuestra psique. Por lo tanto, lo realizamos no sólo estamos imaginando.
Acababa de violar a aquella camarera.

Un largo trago. Pensé en mi trabajo. Estaba hasta los cojones de aquella oficina, dónde violaba diariamente a compañeras y secretarias desde mi pequeña mesa, sentado en el ordenador.
Imaginé a mi jefa atada en su gran sillón de cuero negro. En su sala de tortura, su gran y espacioso despacho. Subirme encima de la mesa y cagarme en todos esos informes y tablas que siempre son: “para ayer”. Cogerlos después y tirárselos de uno en uno y ver como su blanca piel se convierte en mierda!¡Pura mierda!
Las luces se encendieron. Mis pérdidas pupilas intentaban guiarme hasta la salida.

Después de aquella noche, mi imaginación es realidad y mi realidad es imaginación?
 
Coño, que hasta a mi se me había pasado el plazo. No me han llegado más textos, así que ya podéis empezar a puntuar los que ya están puestos en este mismo hilo. Cada usuario puede votar el texto que más le haya gustado y decir -aunque no es obligatorio- los motivos que le han llevado a tomar esa decisión. El plazo de votaciones finalizará en próximo día 15. Una vez concluido, el autor del texto ganador recibirá el "premio" que tengo pensado.


***​

"Diálogos entre besugos"- 3 puntos.

Bien escrito, lleno de humor, logra despertar sonrisas y carcajadas en algunos casos


Anoche”- 2 puntos.


"Las promesas que no puedes comprender"- 1 punto.


Esperemos que haya mas votaciones que participantes, o me da a mi que estos juegos florales acabarán en su II edición.
 
Procedo a cerrar hoy mismo la votación y declarar ganador al relato "Diálogo de besugos". Ya iré pensando en el premio.


Gracias a todos por participar, cabrones.
Visto el éxito de la iniciativa, lo quito del post it, y paso de crear el concurso de poesías.

De todos modos, podéis proponer cosas para la siguiente edición.

Las normas (tema libre y limitación a 500 palabras) y el plazo del concurso, se explican en el primer post.
 
Propongo que se le dé más publicidad inter-foril para los que no solemos pasar por aquí. Me hubiera gustado participar y votar.

Gracias, en cualquier caso, por la iniciativa.
 
La única opción es pasarlo al general con una buena organización, que cuellopavo se encargue de gestionarlo y que un jurado de tres o cuatro foreos se encargue de comentar los peores relatos antes de que la gente vote a su favorito. Quizá la votación final se tuviera que realizar en este subforo, o alojar la crítica previa en este hilo; algún requisito mínimo para que la gente entre aquí al menos una vez.

Hay gente en el general que podría dar un empujón bastante fuerte a esta iniciativa.
 
Esta iniciativa siempre me ha gustado y creo que tiene cabida dentro del general, y se vería enriquecida, como dice Rubén.

Que pergeñe cuellopavo el cómo hacerlo, y me lo comunique, yo me encargaré de llevarlo a cabo.
 
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