El Loco de las Coles rebuznó:
Yo sin embargo, al leer la noticia, no puedo dejar de pensar en el juez ese friki que se enfrentaba al tío de Will por el puesto de... fiscal del estado?
No lo recuerdo con exactitud, pero ese juez molaba y creo que sería un digno usuario de bombas estrujapenes.
El juez Robertson.
-Juez Robertson, voy a ser franco con usted.
-Muy bien, Phil, ¿y yo quién seré?
En otro orden de cosas, esta piel de toro nuestra destaca por tener unos genios del mal tan astutos que dan hasta miedo, unas mentes criminales de una astucia sobrehumana y que dejan en nada a los más megalómanos e inteligentes supervillanos.
(Asunto: Caneamiento al vecino)
Primera pregunta del Fiscal: ¿Pero ud. hizo algo?
Acusado: Sí, me señaló con el dedo y le pegué un puñetazo.
Fiscal: No haré más preguntas, señoría.
Resultado: Condena. Duración del juicio: 3 minutos, para que luego digan de la lentitud.
Nunca, nunca, nunca hay que confesar aunque te hayan pillado clavando un cuchillo en la espalda.
(Asunto: Abusos sepsuales a una niña de 4 años).
Abogado defensor que alecciona previamente al cliente para que no abra mucho la boca, porque el caso tiene una defensa difícil y más cuando el letrado se siente como el artista circense que intenta que los platos chinos sigan girando sin que caiga ninguno.
Durante el juicio, el fiscal interroga al acusado.
Fiscal: ¿Pero ud. realmente hizo aquello a la niña?
Acusado: Es que me enseñó las bragas y me dijo "FÓLLAAAAMEEEEE" (el acusado pronuncia esta última palabra alzando la voz y con tono ronco que imita al de la niña del exorcista, a diferencia del resto de su declaración anterior en que utilizaba uno suave).
El abogado, de oficio, al oír eso pone ojos como platos (chinos o no) y comienza, como en los dibujos animados, a disminuir de tamaño hasta desaparecer.
Actualmente el acusado siempre dice a sus compañeros de galería que está preso por robo y nada más recibir papeles del juzgado se los come para que nadie sepa el motivo de la condena.