La chica del metro de las 8:51

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Juvenal

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23 Ago 2004
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5
Sólo era cuestión de días que descendiera a este subforo. Traté de engañarme, pero sabía que acabaría pidiendo vuestro estimable consejo ante la ausencia no ya de una voz amiga, sino de alguien que pueda tomar la siguiente confesión de un modo aséptico, frío, sin la forma de una puñalada.

El motivo de que lo haga a través de un mensajero, por tanto, no es el evitar ensuciar mi ya decadente historial, sino que contempla la noble intención de ahorrar el dolor a aquella alma torturada, ajena al foro, que pudiera leerme un día.

El día ha sido hoy porque hoy me he sentido enfermo. No de un modo mental, lo cual aún me mantendría tranquilo, sino fisico. Me he sentido sin fuerzas recién comenzada la mañana como para continuar con garantías y he tenido que volver a mi morada, abatido, sabiendo que la parte buena de la jornada, aquella que da sentido al resto, había concluído unos 40 minutos después de levantado y con nefastas sensaciones.

Hoy apenas me ha mirado más que como a un bulto que entra en nuestro radio de movimientos.

La cosa viene de unos meses a esta parte. Coincidimos en el transporte público, siempre, infaliblemente, a la misma hora, y compartimos trayecto. Siempre me he enamorado mil veces al día en estos viajes, pero esta vez es muy distinto. No es un sentimiento carnal, sino algo mucho más sublimado y por ello más extraño. Sobre todo teniendo en cuenta que no hemos cruzado una palabra. Sé como huele, conozco su voz, la ropa que lleva cada día, el modo en que baja los escalones de la estación y he estudiado la sonrisa que pone a las clásicas ancianas mañaneras cuando le hacen algún comentario. Lo que no sé es su nombre.

Creo saber donde vive porque alguna vez nos hemos visto fuera del transporte interurbano e incluso adivino de forma lejana una parte del círculo de conocidos con el que guarda relación. Estas pesquisas me hacen sentir enfermo, esta vez ya de un modo mental, y sin embargo moriría por saber más, siquiera una canción que le guste. Intuyo, sin basarme en nada material, que podría enamorar a esa chica. Lo he hecho con algunas chicas que guardan sus características físicas. Pero no desde luego siendo un figurante más en el metro, no como un maniquí. Así, a pesar de mi atractivo, poco me distingue del resto.

Miradas que creo cruzadas, súbitas bajadas de cabeza, frialdad otros días, cercanía física otros, coqueteo con el pelo (su pelo...), el hecho quizás no casual de coincidir siempre, e incluso en ambientes ajenos al trasiego urbano matutino.....el Destino tal vez. Y sin embargo, por mi timidez, por el miedo atroz al desdén, al rechazo, desconozco totalmente la manera de acercarme a ella, de intercambiar algunas palabras, de saber más. De entender el porqué la amo aún sin conocerla.

Quizás una carta, una mirada más prolongada, la explotación de la red clientelar de conocidos en común, una confesión en barrena....perspectivas todas que me acojonan.

El caso es que ya está en juego mi salud, pues no sé amar de otra forma, que pronto acabará el curso, el uso del transporte público, y con ello, quizás, esta historia de andenes.

Internet ha sido la revolución de los tímidos. Millones de criaturas jamás nacerían de no ser por una herramienta que pone en contacto organismos que de otro modo se hubieran extinguido sin legado.

Lo terrible es que también nos ha capado, y ahora, sin el condenado msn de por medio, no sé sacar las uñas ni hincar los colmillos.

Y sin embargo mañana volveré a medir mis tiempos al levantarme, alargando o acortando mis acciones, con tal de llegar justo a las 8.51 y volver a empezar.
 
Pues sí. No estaría de más. Un hola no es muy complicado y es el primer paso.
Temas de conversación, no os faltarán. Las tonterías del metro, lo curioso de coincidir todos los dias...
Si no la dices hola estarás toda la vida puteado como un simio al otro lado de los barrotes.
 
Siempre he odiado el metro, pero lo mejor ( quizas lo unico bueno) que tiene son la cantidad de tias buenas que se ven en los vagones.Ligar en el metro a esas horas es realmente difícil, pero si no inicias la conversacion tú no lo va a hacer ella.
Como soy un tio poco original no se me ocurre nada, saludala, ofrecele un periodico gratuito y dile que ya lo has leido...cualquier cosa vale si a ella no le desagradas.
 
Yo por el contrario he tenido alguna que otra mala experiencia en este tipo de intentos de ligue. Lo normal es que la chica no quiera verse abordada a la vista de todo el mundo. Eso a las mujeres no suele gustarlas demasiado y menos en un vagón de metro. Además existe la seria posibilidad de que en cuanto abra la boca te des cuenta de que es una retarder de cuidado, o aún peor, que ella pienso eso mismo de ti...Durante años coindí con una belleza eslava en el autobus, pero nunca me atrevi a decirla nada, y la verdad es que no me arrepiento, visto los resultados que he tenido otras veces...Aunque de todas lo mejor en estos casos es tirarse a la piscina y que sea lo que Dios quiera...
 
No seáis membrillos. Decirle "hola" a alguien en particular en un lugar totalmente despersonalizado con 70 personas alrededor equivale a un "quiero algo de ti".

A una chica no se le puede ir desde un principio totalmente desarmado.
 
Juvenal esta vez tu historia no me gusta, hace daño y duele mucho.

La curiosidad mató al gato, a mí esta vez me ha clavado otra daga, pero el tiempo todo lo cura.

Esperemos que la próxima sea más bonita :wink:
 
Juvenal rebuznó:
Sólo era cuestión de días que descendiera a este subforo. Traté de engañarme, pero sabía que acabaría pidiendo vuestro estimable consejo ante la ausencia no ya de una voz amiga, sino de alguien que pueda tomar la siguiente confesión de un modo aséptico, frío, sin la forma de una puñalada.

El motivo de que lo haga a través de un mensajero, por tanto, no es el evitar ensuciar mi ya decadente historial, sino que contempla la noble intención de ahorrar el dolor a aquella alma torturada, ajena al foro, que pudiera leerme un día.

El día ha sido hoy porque hoy me he sentido enfermo. No de un modo mental, lo cual aún me mantendría tranquilo, sino fisico. Me he sentido sin fuerzas recién comenzada la mañana como para continuar con garantías y he tenido que volver a mi morada, abatido, sabiendo que la parte buena de la jornada, aquella que da sentido al resto, había concluído unos 40 minutos después de levantado y con nefastas sensaciones.

Hoy apenas me ha mirado más que como a un bulto que entra en nuestro radio de movimientos.

La cosa viene de unos meses a esta parte. Coincidimos en el transporte público, siempre, infaliblemente, a la misma hora, y compartimos trayecto. Siempre me he enamorado mil veces al día en estos viajes, pero esta vez es muy distinto. No es un sentimiento carnal, sino algo mucho más sublimado y por ello más extraño. Sobre todo teniendo en cuenta que no hemos cruzado una palabra. Sé como huele, conozco su voz, la ropa que lleva cada día, el modo en que baja los escalones de la estación y he estudiado la sonrisa que pone a las clásicas ancianas mañaneras cuando le hacen algún comentario. Lo que no sé es su nombre.

Creo saber donde vive porque alguna vez nos hemos visto fuera del transporte interurbano e incluso adivino de forma lejana una parte del círculo de conocidos con el que guarda relación. Estas pesquisas me hacen sentir enfermo, esta vez ya de un modo mental, y sin embargo moriría por saber más, siquiera una canción que le guste. Intuyo, sin basarme en nada material, que podría enamorar a esa chica. Lo he hecho con algunas chicas que guardan sus características físicas. Pero no desde luego siendo un figurante más en el metro, no como un maniquí. Así, a pesar de mi atractivo, poco me distingue del resto.

Miradas que creo cruzadas, súbitas bajadas de cabeza, frialdad otros días, cercanía física otros, coqueteo con el pelo (su pelo...), el hecho quizás no casual de coincidir siempre, e incluso en ambientes ajenos al trasiego urbano matutino.....el Destino tal vez. Y sin embargo, por mi timidez, por el miedo atroz al desdén, al rechazo, desconozco totalmente la manera de acercarme a ella, de intercambiar algunas palabras, de saber más. De entender el porqué la amo aún sin conocerla.

Quizás una carta, una mirada más prolongada, la explotación de la red clientelar de conocidos en común, una confesión en barrena....perspectivas todas que me acojonan.

El caso es que ya está en juego mi salud, pues no sé amar de otra forma, que pronto acabará el curso, el uso del transporte público, y con ello, quizás, esta historia de andenes.

Internet ha sido la revolución de los tímidos. Millones de criaturas jamás nacerían de no ser por una herramienta que pone en contacto organismos que de otro modo se hubieran extinguido sin legado.

Lo terrible es que también nos ha capado, y ahora, sin el condenado msn de por medio, no sé sacar las uñas ni hincar los colmillos.

Y sin embargo mañana volveré a medir mis tiempos al levantarme, alargando o acortando mis acciones, con tal de llegar justo a las 8.51 y volver a empezar.

Para estas mamarrachadas usa Loquo, sección "desencuentros"
 
El motivo de que lo haga a través de un mensajero,

Me he limitado a ejercer de mensajero (y ocasional corrector) del texto. No es mío.

Por otro lado, a mí todavía me quedan unas cuantas vidas, gñe.
 
Amroth Elendil rebuznó:
Para estas mamarrachadas usa Loquo, sección "desencuentros"

y tú,para esta mamarrachada no cites todo el ladrillo joder

Yahvé rebuznó:
No seáis membrillos. Decirle "hola" a alguien en particular en un lugar totalmente despersonalizado con 70 personas alrededor equivale a un "quiero algo de ti"

esto es propio de vuestras urbes...

la ventaja de vivir en un pueblo es que si te cruzas con alguien tres días seguidos,al cuarto ya le diras "hola",o cuando lleva varios dias atendiendote en la tienda/bar/oficina de turno ya sabes por donde intentar entrarle cuando te la encuentras en un lugar de ocio...

Juvenal,preguntale a tu amigo (así lo he entendido) si cree que ella lo reconoce,si es así,intentarlo con ese "hola" es su única oprtunidad... (o dedirse a seguirla en plan esquizo para averiguar donde curra,donde vive, etc) :D
 
Juvenal rebuznó:
Internet ha sido la revolución de los tímidos. Millones de criaturas jamás nacerían de no ser por una herramienta que pone en contacto organismos que de otro modo se hubieran extinguido sin legado.

Lo terrible es que también nos ha capado, y ahora, sin el condenado msn de por medio, no sé sacar las uñas ni hincar los colmillos.

Estos dos párrafos me han gustado, qué cojones.
 
tony soprano rebuznó:
la ventaja de vivir en un pueblo es que si te cruzas con alguien tres días seguidos,al cuarto ya le diras "hola",o cuando lleva varios dias atendiendote en la tienda/bar/oficina de turno ya sabes por donde intentar entrarle cuando te la encuentras en un lugar de ocio...

Los pueblos, que yo sepa, no tienen ventajas a la hora de ligar. Todo el mundo se conoce y la mañana del domingo de resaca, te das cuenta de que el muchacho con el que te enrrollaste anoche es tu primo segundo, El Sebas.

Juvenal, has idealizado la situación y a ella también. Intenta hablar con ella, decirle cualquier cosa no es tan complicado y más si habeis coincidido varias veces.
 
Re:la chica del metro a las 8:51

No es complicado decirle un simple hola! cuando te la encuentres. No hace falta mas por ahora, ella seguramente tambien sepa que te ha visto otras veces. Lo importante es empezar, despues ya podras hablar mas con ella teniendo en cuenta sus reacciones.

de nada y suerte. :D
 
Si le pides fuego puede que no fume, si fuma puede que tu no, si le pides la hora y ve tu reloj de pulsera creerá que la sigues cada día hasta su parada en el mismo autobus y se acordará de tí cuando le desaparezcan unas bragas de la colada.

Sigue la premisa de polvo que no tengas, polvo que no tendrás, si no le echas huevos al asunto, se quedará como el amor platónico de las 8 : 51 y el y si... te corroerá el cerebro hasta que tengas uso de razón.

El no ya lo tienes, lo único que puedes perder es la idealización de una hembra desconocida, una de tantas que pueden ser objetivo de dicha fantasía.
 
Supongo que casi todos hemos vivido situaciones semejantes. En ellas yo también escribí cosas parecidas a la que inicia el post. Siempre me quedé con ganas de darle alguno de aquellos textos a la chica que lo había inspirado.

Es un comienzo extraño, pero darle una nota, justo antes de que se baje, con el mismo texto que se ha posteado, al menos sería original. Si le gusta, te abordará al día siguiente y si no... cambiará de horario.

Recuperemos la hermosa, y fructífera, costumbre de las cartas de amor.
 
Misógino Empedernido rebuznó:
Supongo que casi todos hemos vivido situaciones semejantes. En ellas yo también escribí cosas parecidas a la que inicia el post. Siempre me quedé con ganas de darle alguno de aquellos textos a la chica que lo había inspirado.

Es un comienzo extraño, pero darle una nota, justo antes de que se baje, con el mismo texto que se ha posteado, al menos sería original. Si le gusta, te abordará al día siguiente y si no... cambiará de horario.

Recuperemos la hermosa, y fructífera, costumbre de las cartas de amor.

Pero vamos a ver, ¿tu no eres misógino empedernido?¿que coño haces tu entonces dando cartas de amor?¿O es que eres gay?
 
un hola..un caerse encima,tirarle el cafe/helado/cosa...anda que no habra peliculas que puedas utilizar como manual de instrucciones :wink:
suerte.
 
tamara rebuznó:
un hola..un caerse encima,tirarle el cafe/helado/cosa...anda que no habra peliculas que puedas utilizar como manual de instrucciones :wink:
suerte.


No creo que sea así de sencillo. Más si esa persona, aún sin conocerla, te interesa realmente. Parece que hay mil oportunidades, pero no es así, no se puede decir un "hola" sin más a alguien que ves todos los días "de casualidad".

A mí me pasó en vez de "con la chica del metro", "con el chico de la empresa de al lado". Lo intenté de todas formas y no hubo manera de que yo soltase un simple: "hola". Así que mi compañera de trabajo dejó una nota en su coche. Hace cuatro meses de eso y fue bastante bien. Me llamó, y desde ese día, todos los días. Ahora sé con seguridad que si hubiera tenido que decirle algo, aún no lo conocería, y menos sería mi novio.

Suerte, Juvenal. Un saludo.
 
Tamara rebuznó:
un hola..un caerse encima,tirarle el cafe/helado/cosa...anda que no habra peliculas que puedas utilizar como manual de instrucciones
suerte.

Café. Si. Puede optar por tirarle un café hirviendo encima, provocándole con ello, quemaduras de segundo y tercer grado. Después del incidente, aprovechará para ir a visitarla al hospital e intentar construir una bonita amistad con su amiga, ahora alias, quemadaface.

Caerse encima. Si eso no funciona, optará por caerse encima de ella. Será el momento en el que ambos suban por la escalera mecánica, cuando usted deje caer su cuerpo sobre la susodicha, provocando su caida y posterior fractura pélvica y dorso-lumbar. En la UCI, usted aprovechará para "tocarla" cuando ella duerma.

Cosa. También viable. Como tercera opción tenemos "tirarle una cosa". Bien. Coja una cosa cualquiera y arrójela sobre la muchacha en cuestión. Puede ser cualquier ente, cuerpo, objeto o elemento como un vibrador de color negro o la barra de las cortinas del baño. Que ella note que el agresor es usted, que sepa que usted existe y que la caida de las escaleras se puede repetir en cualquier momento. Asi lograremos que las posibilidades de que ella se enamore, aumenten.



(Joder, joder, joder mi barrio debe ser el único barrio madrileño donde hay un aficionado del barca por metro cuadrado. Los gritos y emocionados alaridos de esos jovenzuelos estan aumentando mi mala hostia por momentos... abrones..)
 
Es hora de confesar, ya que quien no debía leer este hilo finalmente lo ha hecho, que el autor del texto, y el enamorado, soy yo.

Aplausos.
 
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