Antes de ayer, cavando en una zanja con vistas a una tierra de horizontes arenosos, y perdiendo yo la vista de cerca para ver los allendes del acá, reflexionaba nunca miope ni ciego y por enésima vez, sobre ese concepto mentiroso, sobre un engaño más ignorancia en acuerdo fraternal.
Entonces, medio enterrado, de lejos cavilaba acerca de la enarbolada, cacareada, presumida, doña señorita, libertad, cómo no. Y señorita, porque la libertad, pudorosa se tapa la boca cuando se ríe de aquel quien la nombra.
Así me dije, date cuenta, Doc, de que la libertad según ya sabes, no existe. Y fíjate, joder, es que ni hasta eliges el cuerpo que tienes, con el que vienes al mundo, ni por supuesto que a tus padres, evidentemente, y ni el lugar donde te parieron, porque si te hubieran tirado en un vertedero de china, por ejemplo, ahora serías otro y no entenderías dentro de tu cabeza de chino, estas palabras en español con las que hilvanas tu pensar.
Ni siquiera serías tú, bobo. Solo, Chang, o Changa.
Obvio que tendrías otras consideraciones respecto a la materia en la que te entretienes y merced a otras palabras, chinas, pero ya extrapolando urbi et orbe, y desde lo particular a lo general de toda criatura congénere o no, sigo viendo sin borrones, y sé, que tampoco elige el bicho cuándo muere.
En consecuencia a mis disparates de zapador insumiso, una vez que a la universal chusma le han inculcado que es libre de hacer y deshacer a su voluntad, que no es hijo de Dios, sino su padre creador de él, que tiene todos los derechos del mundo, que nada puede detener su paso mientras le impone a las circunstancias una inteligencia racional inusitada hasta para un científico de la hostia., que lo decide todo en su vida, y más... Una vez que le han metido pues semejante quimera en la mollera, y quienes se la han metido, encima se lo creen, y porfían y porfían todos en el menester de la libertad en tanto que se embuten de ansiolíticos, drogas o lo que fuere, y desmitinedo así su flaca fe, por consiguiente, será imposible encontrar a esa mujer u hombre manso con el que pretender llegar hasta donde Dios quiera, y no hasta donde los enredados en tal pareja, quieran.
Ah, no, de ninguna manera. Que Dios es ella, o él, y hoy estoy tonto por ti y mañana te despreciaré. Soy libre, libre, ¡libre!
Yo paro, yo decido. Yo free my mind. El mundo es lo que mi identidad necesita que sea. La copa de la vida, ¡campeón, oé, oé, oé!
¿Cómo van a saber los que viven entre mentiras, qué es una miaja de la verdad?
Todos los males que sufrimos, corresponden a ese futuro tan anhelado, el que ya ha llegado y se va a quedar mucho tiempo hasta que retorne el pasado. Y cuando la humanidad se vuele la tapa de los sesos al dictado de su locura, allí estará Doc para enterrarla en una de las zanjas que cava.
Se descojonará a mandíbula batiente, sin taparse la boca, sí, aunque también rezará una sentida oración mientras se sube las gafas para ver de cerca que se tenga que comprar.
Gracias, futuro, por las lentes progresivas, jijiji.