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Yo recuerdo estar casi un año con las rodillas peladas, y no; no es porque el hijo puta de mi padre me obligara a chupársela. Llevaba pantalones cortos y quisiera o no jugaba en el suelo con mis Gyajoe. Ni el médico ni hostias, mercromina y alcohol; y cuando no había a limpiar la herida con agua y jabón y a correr.
Ferris rebuznó:Cuando un sudaca engendra una rata pasan estas cosas en un 99 por ciento de los casos.
https://www.youtube.com/watch?v=18gDUzL2mLQ
Yo pertenezco a la generación del autor de este hilo, de los que nacieron en los 80. (...).
Yo pertenezco a la generación del autor de este hilo, de los que nacieron en los 80. En mi caso particular y concreto me crié en una familia desestructurada, con un padre alcohólico que nos maltrataba. Eran habituales las palizas a mi madre los viernes por la tarde-noche, cuando mi tiránico progenitor ya no tenía que ir a trabajar hasta el lunes. Solía emplear la mano abierta para golpear a mi madre, mis hermanas y yo nos encerrábamos en nuestras habitaciones obligados por nuestra santa madre para no escuchar sus terribles alaridos así como los insultos propinados por mi padre alcoholizado y fuera de sí.
Ese es el ambiente en el que yo crecí, sin infancia y sin todas esas gilipolleces innecesarias de las que gozan los niños actuales. No me extraña que luego entre las nuevas generaciones afloren los gayers como setas, es producto de la educación que reciben, entre algodones y sin que conozcan nada sobre el significado del sacrificio, la autoridad o el esfuerzo.
Ferris rebuznó:Al contrario yo diria que erais una familia bien estructurada, ya que os pasabais todos juntos encerrados en el mismo cuarto.
Redivivo rebuznó:Agradezco el piropo. Sé que mi torso desnudo es el de un veinteañero y que mis temas y mi subnormalidad los de un adolescente, pero yo en los 80 ya me hacía mis primeras pajas, pues soy de la generación que nació al tiempo que Franco se acomodaba en el Valle de los Caídos. En mi época, los relojes-calculadora, eran la máxima expresión de la tecnología, con eso te lo digo todo.
Toneti rebuznó:Hay relación entre su infancia y su firma?
Amén hermano.Cuanta razón tiene una que yo se, que piensa que debería de haber algún tipo de examen psicológico para ver quien puede y quien no tener hijos. No todos están preparados, y eso queda mas que claro con esas subnormales que quieren un hijo porque sus amigas ya tienen uno.
Redivivo rebuznó:Estudiantes escupen, insultan y empujan al rector de la Complutense
https://www.elmundo.es/elmundo/2010/03/23/madrid/1269349866.html
Se lo merece. Le gustaban demasiado, a él y a todos los que le han precedido, los excesos revolucionarios de "los jóvenes airados". Se complacía viendo a su rebaño crecer libre y contestario, soltarles a pacer por el mundo henchidos de ideales y respuestas. Han fomentando la idiocia y la mediocridad, echando a la calle recuas de licenciados rebosantes de estupidez y de ignorancia, de imbecilidad supina y peligrosa. Y ahora le toca a él, por no haber repartido estopa cuando tocaba, por no haber levantado la cerca y haber sacado el cinto a pasear. Que se joda.
Marginado rebuznó:Tal y como lo cuentas casi parece que te gustaba que te inflasen a hostias.
Elmer Batters rebuznó:Yo, que he vivido los tiempos de la post-transición, me acuerdo mucho de mi profesor de EGB, de Don Rafael.
Don Rafael era un señor mayor que se parecía a Blas Piñar y gastaba rebeca de punto de color azul marino. Aún recuerdo su marcado acento valenciano y las contundentes y ejemplarizadoras ostias que nos arreaba cuando nos burlábamos de un compañero, cuando no haciamos bien la caligrafía o cuando le salía de sus santos cojones. Con don Rafael no existían el acoso ni el fracaso escolar, ni los enchufados, ni los empollones, ni los hijos de los señores aquellos tan estirados que eran miembros de la Asociación de Padres de Alumnos.
Si alguien era objeto de cachondeo por ser bajito o por llevar gafas o por ser tartamudo, don Rafael hacía justicia rápidamente. Sus juicios eran sumarísimos, instantáneos y a veces inexistentes; su palabra era la ley y por regla general, cobraban tanto el ofensor como el ofendido.
-Esta por chivato. -solía decir.
Don Rafael no sabía nuestros nombres, ni falta que le hacía. No era amigo de los exámenes tipo test, ni de las puestas en común, ni de las actividades extraescolares. No creía en la efectividad de la psicología infantil ni estimaba conveniente reunirse con los papás de algun chico problemático o inadaptado. Era un hombre que creía en sí mismo, con gran confianza en sus dotes pedagógicas.
Don Rafael permaneció al pie del cañón hasta que lo derrotó la arterioesclerosis y entonces fué sustituído por una especia de hippie barbudo al que había que tutear, al cual no le entendiamos nada de lo que decía, un perfecto imbécil más rojo que el coche de los bomberos, ruín y mala persona, que con sus extravagancias y sus mierdas progresistas nos buscó la ruína a más de uno.
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