La generación idiota: tu mama te mima

Cuando un sudaca engendra una rata pasan estas cosas en un 99 por ciento de los casos.

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Yo recuerdo estar casi un año con las rodillas peladas, y no; no es porque el hijo puta de mi padre me obligara a chupársela. Llevaba pantalones cortos y quisiera o no jugaba en el suelo con mis Gyajoe. Ni el médico ni hostias, mercromina y alcohol; y cuando no había a limpiar la herida con agua y jabón y a correr.


Yo he llegado a ver a un niño con una megatirita del tipo que usan para cubrir heridas cosidas para tapar un triste moratón.

Cuanta razón tiene una que yo se, que piensa que debería de haber algún tipo de examen psicológico para ver quien puede y quien no tener hijos. No todos están preparados, y eso queda mas que claro con esas subnormales que quieren un hijo porque sus amigas ya tienen uno.
 
Yo pertenezco a la generación del autor de este hilo, de los que nacieron en los 80. En mi caso particular y concreto me crié en una familia desestructurada, con un padre alcohólico que nos maltrataba. Eran habituales las palizas a mi madre los viernes por la tarde-noche, cuando mi tiránico progenitor ya no tenía que ir a trabajar hasta el lunes. Solía emplear la mano abierta para golpear a mi madre, mis hermanas y yo nos encerrábamos en nuestras habitaciones obligados por nuestra santa madre para no escuchar sus terribles alaridos así como los insultos propinados por mi padre alcoholizado y fuera de sí.
Ese es el ambiente en el que yo crecí, sin infancia y sin todas esas gilipolleces innecesarias de las que gozan los niños actuales. No me extraña que luego entre las nuevas generaciones afloren los gayers como setas, es producto de la educación que reciben, entre algodones y sin que conozcan nada sobre el significado del sacrificio, la autoridad o el esfuerzo.
 
Al contrario yo diria que erais una familia bien estructurada, ya que os pasabais todos juntos encerrados en el mismo cuarto.
 
Yo pertenezco a la generación del autor de este hilo, de los que nacieron en los 80. (...).

Agradezco el piropo. Sé que mi torso desnudo es el de un veinteañero y que mis temas y mi subnormalidad los de un adolescente, pero yo en los 80 ya me hacía mis primeras pajas, pues soy de la generación que nació al tiempo que Franco se acomodaba en el Valle de los Caídos. En mi época, los relojes-calculadora, eran la máxima expresión de la tecnología, con eso te lo digo todo.
 
Yo pertenezco a la generación del autor de este hilo, de los que nacieron en los 80. En mi caso particular y concreto me crié en una familia desestructurada, con un padre alcohólico que nos maltrataba. Eran habituales las palizas a mi madre los viernes por la tarde-noche, cuando mi tiránico progenitor ya no tenía que ir a trabajar hasta el lunes. Solía emplear la mano abierta para golpear a mi madre, mis hermanas y yo nos encerrábamos en nuestras habitaciones obligados por nuestra santa madre para no escuchar sus terribles alaridos así como los insultos propinados por mi padre alcoholizado y fuera de sí.
Ese es el ambiente en el que yo crecí, sin infancia y sin todas esas gilipolleces innecesarias de las que gozan los niños actuales. No me extraña que luego entre las nuevas generaciones afloren los gayers como setas, es producto de la educación que reciben, entre algodones y sin que conozcan nada sobre el significado del sacrificio, la autoridad o el esfuerzo.

Hay relación entre su infancia y su firma?
 
Ferris rebuznó:
Al contrario yo diria que erais una familia bien estructurada, ya que os pasabais todos juntos encerrados en el mismo cuarto.

Muy águdo amijito, pero solamente estábamos estructurados yo y mis hermanas, a mi madre le estaban puliendo el jeto a base de "guantás", así que faltaba la cúspide de la jerarquía familiar que estaban en plena lucha. Digo yo que a mi padre podría haberle dado mejor por follar con mi madre en lugar de cascarle palizones, hubiesen disfrutado, quizás hubiese tenido algún hermano más con exceso de cromosomas, soy hijo de primos, y todos hubiesemos sido más felices.

Redivivo rebuznó:
Agradezco el piropo. Sé que mi torso desnudo es el de un veinteañero y que mis temas y mi subnormalidad los de un adolescente, pero yo en los 80 ya me hacía mis primeras pajas, pues soy de la generación que nació al tiempo que Franco se acomodaba en el Valle de los Caídos. En mi época, los relojes-calculadora, eran la máxima expresión de la tecnología, con eso te lo digo todo.

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Toneti rebuznó:
Hay relación entre su infancia y su firma?

De momento no he matado a nadie, pero tengo algún que otro familiar que son potenciales y futuros depredadores de la especie. He hablado sobre el tema con anterioridad, sobre mi tío con depresiones, problemas de sociabilidad que quizás desarrolle en breve un comportamiento psicopático.
Siempre me he sentido atraido por personajes como Charles Manson y sus teorías escatológicas sobre el fin del mundo, los nigga y Helter Skelter etc.

P.D: Las fotos de mi firma son sacadas del albúm familiar.
 
Estudiantes escupen, insultan y empujan al rector de la Complutense

https://www.elmundo.es/elmundo/2010/03/23/madrid/1269349866.html

Se lo merece. Le gustaban demasiado, a él y a todos los que le han precedido, los excesos revolucionarios de "los jóvenes airados". Se complacía viendo a su rebaño crecer libre y contestario, soltarles a pacer por el mundo henchidos de ideales y respuestas. Han fomentando la idiocia y la mediocridad, echando a la calle recuas de licenciados rebosantes de estupidez y de ignorancia, de imbecilidad supina y peligrosa. Y ahora le toca a él, por no haber repartido estopa cuando tocaba, por no haber levantado la cerca y haber sacado el cinto a pasear. Que se joda.
 
Cuanta razón tiene una que yo se, que piensa que debería de haber algún tipo de examen psicológico para ver quien puede y quien no tener hijos. No todos están preparados, y eso queda mas que claro con esas subnormales que quieren un hijo porque sus amigas ya tienen uno.
Amén hermano.

No dejo de alucinar con los programas de teleindigencia o similares,que muestran el típico caso de una choni con tres hijos y el marido en paro al igual que ella.Se quejan por su situación y tal.
Pero vamos a ver,almas de cántaro,quién coño os manda encargar no uno ya (otro exceso) sino tres churumbeles si no tenéis ni dónde caeros muertos a vuestros 25 años.
Estos son los que creían que se podía vivir del hamor.
 
Adriansito es el mayor ejemplo de que la humanidad está condenada a extinguirse
 
Redivivo rebuznó:
Estudiantes escupen, insultan y empujan al rector de la Complutense

https://www.elmundo.es/elmundo/2010/03/23/madrid/1269349866.html

Se lo merece. Le gustaban demasiado, a él y a todos los que le han precedido, los excesos revolucionarios de "los jóvenes airados". Se complacía viendo a su rebaño crecer libre y contestario, soltarles a pacer por el mundo henchidos de ideales y respuestas. Han fomentando la idiocia y la mediocridad, echando a la calle recuas de licenciados rebosantes de estupidez y de ignorancia, de imbecilidad supina y peligrosa. Y ahora le toca a él, por no haber repartido estopa cuando tocaba, por no haber levantado la cerca y haber sacado el cinto a pasear. Que se joda.



Yo, que he vivido los tiempos de la post-transición, me acuerdo mucho de mi profesor de EGB, de Don Rafael.
Don Rafael era un señor mayor que se parecía a Blas Piñar y gastaba rebeca de punto de color azul marino. Aún recuerdo su marcado acento valenciano y las contundentes y ejemplarizadoras ostias que nos arreaba cuando nos burlábamos de un compañero, cuando no haciamos bien la caligrafía o cuando le salía de sus santos cojones. Con don Rafael no existían el acoso ni el fracaso escolar, ni los enchufados, ni los empollones, ni los hijos de los señores aquellos tan estirados que eran miembros de la Asociación de Padres de Alumnos.
Si alguien era objeto de cachondeo por ser bajito o por llevar gafas o por ser tartamudo, don Rafael hacía justicia rápidamente. Sus juicios eran sumarísimos, instantáneos y a veces inexistentes; su palabra era la ley y por regla general, cobraban tanto el ofensor como el ofendido.

-Esta por chivato. -solía decir.

Don Rafael no sabía nuestros nombres, ni falta que le hacía. No era amigo de los exámenes tipo test, ni de las puestas en común, ni de las actividades extraescolares. No creía en la efectividad de la psicología infantil ni estimaba conveniente reunirse con los papás de algun chico problemático o inadaptado. Era un hombre que creía en sí mismo, con gran confianza en sus dotes pedagógicas.

Don Rafael permaneció al pie del cañón hasta que lo derrotó la arterioesclerosis y entonces fué sustituído por una especia de hippie barbudo al que había que tutear, al cual no le entendiamos nada de lo que decía, un perfecto imbécil más rojo que el coche de los bomberos, ruín y mala persona, que con sus extravagancias y sus mierdas progresistas nos buscó la ruína a más de uno.
 
Tal y como lo cuentas casi parece que te gustaba que te inflasen a hostias.
 
Marginado rebuznó:
Tal y como lo cuentas casi parece que te gustaba que te inflasen a hostias.

Las hostias han hecho por la humanidad más que las vacunas. A hostias, por haberlas recibido o por evitarlas, he aprendido muchas de las cosas que hoy me definen como hombre. En este mundo amable e higiénico en el que vivimos podemos permitirnos lujos y desvanecimientos que hace unas décadas nos hubiera costado la vida. En los barrios de los años 80 volvía uno a casa con las narices hinchadas y sin dramatismos, sin denuncias ni padres al borde de la histeria porque a su pequeño príncipe le habían sobado los morros. Ya andaría más listo la próxima vez.

El pequeño Elmer, o el pequeño Redivivo, tenía una referencia de autoridad, y eso, en ser el humano, que es un homínido que tiende hacia el asilvesatramiento y la holgazanería es fundamental. Si no eres educado bajo un cierto nivel de amenaza, estas perdido, te convierte en un tonto consentido, en el inútil evanecido de mamá, en una nenaza caprichosa y flácida, que se relaciona con el mundo a través de las rabietas y la frustración.

A mis profesores se les tratata de usted y se les llamaba de Don. Había una diferencia nítida, crucial y dolorosa entre los docentes y la chusma. No había diálogo ni consenso, tan sólo disciplina y consecuencias si alguien se atrevía a ausentarse en sus obligaciones y creerse el payaso más gracioso del circo. No nos hacían falta psicólogos ni profesores de apoyo. Los listos iban al A y a los tontos nos metían en el B, para que no molestáramos con nuestro retraso a los ejemplares más capaces, pero eso no impedía que uno saliera de la EGB sabiendo cosas que hoy ignoran muchos universatarios.
 
Elmer Batters rebuznó:
Yo, que he vivido los tiempos de la post-transición, me acuerdo mucho de mi profesor de EGB, de Don Rafael.
Don Rafael era un señor mayor que se parecía a Blas Piñar y gastaba rebeca de punto de color azul marino. Aún recuerdo su marcado acento valenciano y las contundentes y ejemplarizadoras ostias que nos arreaba cuando nos burlábamos de un compañero, cuando no haciamos bien la caligrafía o cuando le salía de sus santos cojones. Con don Rafael no existían el acoso ni el fracaso escolar, ni los enchufados, ni los empollones, ni los hijos de los señores aquellos tan estirados que eran miembros de la Asociación de Padres de Alumnos.
Si alguien era objeto de cachondeo por ser bajito o por llevar gafas o por ser tartamudo, don Rafael hacía justicia rápidamente. Sus juicios eran sumarísimos, instantáneos y a veces inexistentes; su palabra era la ley y por regla general, cobraban tanto el ofensor como el ofendido.

-Esta por chivato. -solía decir.

Don Rafael no sabía nuestros nombres, ni falta que le hacía. No era amigo de los exámenes tipo test, ni de las puestas en común, ni de las actividades extraescolares. No creía en la efectividad de la psicología infantil ni estimaba conveniente reunirse con los papás de algun chico problemático o inadaptado. Era un hombre que creía en sí mismo, con gran confianza en sus dotes pedagógicas.

Don Rafael permaneció al pie del cañón hasta que lo derrotó la arterioesclerosis y entonces fué sustituído por una especia de hippie barbudo al que había que tutear, al cual no le entendiamos nada de lo que decía, un perfecto imbécil más rojo que el coche de los bomberos, ruín y mala persona, que con sus extravagancias y sus mierdas progresistas nos buscó la ruína a más de uno.

Caguentó, cambio Rafael por Don Manuel y me has clavado a uno que me dio clase!!!. Tremenda generación Charles Bronson perdida...

Don Manuel; el tío era profesor de ciencias naturales y gimnasia. Todo pefecto si no fuera por su pierna amputada por encima de la rodilla, y el consiguiente aparato ortopedico perfectamente acoplado; el tío había sido un puto crack del atletismo en su juventud, y la perdió en un accidente de coche, que le dejó asi mismo un tremendo costurón-raja en toda la cara, a lo Leonidas el espartano, para mayor acojone del personal.

Y como Charles Bronson, yo soy la ley y la justicia. No he corrido tanto en ninguna puta clase como en la suya, ya que a pesar de su incapacidad, las ostias y capones voladores a tutiplen mantenían el buen ritmo de la muchachada y el 0% de burlas entre compañeros o hacia su persona: que alguien se reía del gordo o el gafoso de la clase, capón con nudillos cerrados en la coronilla craneal y punto negativo, que alguien se chivaba de lo que fuera, idem punición -cuando 3 puntos negativos significaban suspender la evaluación-. Nosotros, bestias pardas adolescentes de los 80, cuando las posibilidades de diversión eran pocas -la sala de máquinas, aostiarse con los paupers gitanos de otro colegio, aostiarnos entre nosotros en el patio y poco mas....- y la violencia mucha, nos llevó rectos como una vela -se me olvidó, además era el tutor del curso !lol!-.

El que suscribe siempre fuen buen chico, y en todo el curso solo recibió una tollina por aflojar la marcha de la muerte de clase de gimnasia -eso de sudar desde pequeñín lo he consideado de vulgo bajo, no me va mucho vamos...-; pero asistí con pavor las medidas correctoras sobre la cuadrilla basura de entre 3 y 7 desechos sociales futuros patibularios que todos hemos tenido en clase -garrulos de pocas luces, macarras canis etc-; ahora esto sería imposible, ya que son el 70% de la clase, aunando que suelen pertenecer a minorias como morlocks, chinorris, sudakas, doblemente "nometoques rasista...".

Pero sigamos; sus clases de ciencias naturales eran tambien ejemplarizantes; en toda la Puta EGB no llegué a terminar un solo libro entero salvo el suyo. No era un reaccionario, en su día nos aplicó el novedoso sistema de la evaluación contínua, con exámenes semanales, que ayudaron a muchos maderos con patas a pasar su asignatura -de otra forma, habrían failed en los controles de la evaluación correspondiente-. Justo hasta el estremo, hombre de pocas palabras, seco, nada dado a la irascibilidad; un dinosaurio en extinción.

Aparte, su mas que conocida resistencia numantina frente a los nuevos aires progremamomes que invadía la APA y la Dirección quasi política del Colegio; era de la vieja escuela, con mas trienios y prebendas que un marqués, y no le podía tocar, solo "soportar" hasta la jubilación....

Ibidem, al año siguiente me tocó un maldito palurdo rojomierder flowerpower salido directamente de la carrera, que nos atontó con "elecciones democráticas" y demas chuminadas que nos dejaban indiferentes; eran otros tiempos.
 
Muy buenas tardes:

En este hilo se ha hablado mucho de dos conceptos que me parece que están en decadencia hoy la disciplina y la jerarquía. Ambos necesarios para el correcto funcionamiento de la sociedad, porque a mucho que nos pese, el ser humano si no se le aplica "un poco de dolor" no mejora. Uno de mis maestros lo explicaba así "El acero se consigue calentando el hierro pero si te pasas este se vuelve cal y si te quedas corto solo te quedará hierro".

La desgracia mas grande que tenemos hoy en día es que ni siquiera se opto por limpiar el hierro quedándolo solamente en su fase de mena así la escoria que les rodea empieza a ser cada día mas dura y polvorienta.

Cierro estas reflexiones reafirmando lo de "una hostia a tiempo es medicina" pero como todas las medicinas el veneno esta en la dosis un ejemplo de mesura que me ha traído a la mente el Sr Batters sale en una película que no me acuerdo como se llama (el protagonista es el que se follaba a la Pataki) en el que un chaval va al colegio con unos zapatos remendados y un compañero se ríe de el y el cura que esta de maestro le mete una hostia que lo levanta tres cuartas del suelo y les dice a los demás que ser pobre no esta mal con unos métodos de adoctrinamiento dignos de un comisario político soviético pero la mar de efectivos.

Si a un nini de esos le hubiera tocado en suerte uno de esos como maestro seguro que otro gallo le hubiese cantado.
 
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