Ángela Rodríguez Pam, número dos de Irene Montero en Igualdad, es un ser sin ningún mérito más allá de su amistad con Irene Montero y de cubrir la cuota de la gorda entre las altas cargas del Ministerio. La novia de Pablo Iglesias, más normativa ella imposible, buscó a su equipo no por sus capacidades, sino para conformar un cuadro inclusivo con una obesa, una negra y una lesbiana. Le faltó una «puta coja», como llamó Pam a su compañera de Podemos en Galicia, Carmen Santos, que tiene movilidad reducida.