La yonki de cualquier polígono que vende su cuerpo para una dosis, en el mejor de los casos se humedece con un escupitajo de sidra. Una chica de local de lujo dispone de un arsenal de juguetes y lubricantes. Uno de agua de calidad, es inodoro e insípido y muy parecido a la textura de las secreciones vaginales. Dicho esto no olvide que las dos son igual de PUTAS, amigo Serpico.
Por otro lado para ilustrarle sobre el manido tema del orgasmo fingido:(da para paja).
Hay garitos donde casi te exigen que vayas con el mástil levantado, son esos de 20 minutos 30 euros. Si ustec paga de 300 para arriba por casi lo mismo, es natural que la puta sea flexible con el horario. Y mucho más si se le tiran comiendo el coño una hora.
A una persona que trabaja con su cuerpo no se la chupa nada, son ellas las que se lo tienen que currar. ¿Ha pensado lo que en sus 42 años ha lamido esa hija de puta?, si se come un ojete antes de citarse con usted, los midiclorianos están ahí y luego en su boca, amigo Serpico.
No se enamore de una puta de las de pagar, hágalo de una puta normal, como todo el mundo.
Por último, existe el caso contrario, ese taladrador que pone patas arriba a una mujer, que la folla cuerpo y mente y la vuelva loca, hasta el punto de que ella se ponga a hacer la calle a una sola palabra suya.
Serpico, usted puede ser ese macho alfa. La naturaleza le ha dotado de ese látigo que tiene por lengua. Lo demás es actitud.