La música Nazi (neonazi) nunca fue lo que era. Conozco bien el tema, yo mismo formé parte antaño (durante mi época militar) de un grupo de Oi! NS de nivel putapénico y hace años seguía con atención el panorama. A día de hoy recuerdo aquellos años con más pena que gloria y la conclusión que podría sacar de todo ello sería la siguiente:
Es cuanto menos curioso, como los neonazis o facha medio en general, están siempre con el royo de la supremacía, la excelencia, superioridad sobre el resto y luego cogemos su música (hablo primero del panorama nacional) y es básicamente una puta bazofia infumable; desde el Oi! (Street-punk) con cuatro quintas en la guitarra, un punteo costroso, un batería tupa tupa y al micrófono un tipo rebuznando desafinado. Y que nadie me venga con lo de “lo importante es mensaje” que la mayoría de esas letras parecen compuestas por un niño de cinco años con síndrome de Down, recuerdo que los Torquemada 1488 eran buen ejemplo de lo explicado.
Se salvaban si acaso los Estirpe Imperial que al menos hacían buena música Heav; tal vez los División 250 que empezaron haciendo Rock y al final ya sonaban más poperos que otra cosa; o incluso el Thrash podrido de Batallón de castigo.
Y si le echamos un vistazo rápido al panorama internacional, la tendencia dominante es el Black Metal NS con grupos de nivel igualmente subterráneo; recuerdo los griegos Near Mataron, Der Stürmer; otros como Arian Blood o Aryan terrorism, Antisemite… vamos, los hay a cientos. Particularmente me gustaban los ecléticos Absur y los cañeros Ad Hominem; o Marduk (suponiendo que se le incluya en el género NS)
Otro género que está teniendo mucho auge en el sector es el folk (viking) metal. De estos también hay a patadas; mis favoritos sin duda, Falkenbach.
Análisis muy de andar por casa, ya que llevo bastante tiempo más bien desconectado del tema, pero la idea es esa: en general, la calidad musical es pésima.