Yo voy a opinar de una manera que os va parecer contraria a lo que se está diciendo.
Digamos que tengo una familiar que trabaja en una ONG que se dedica a asistir a personas tanto de la calle como prostitutas.
En el caso de las prostis, atienden tanto a las que atienden en la calle como las que atienden en casas (también a travestis o trans), y lo que trasmite este familiar no es tanto como lo pintáis. O sea, este familiar es un poco “Charo” (no sé cuántos de aquí conocen ese término) pero lo que cuenta es que algunas son obligadas otras que no. Que si esto y aquello, pero en resumen, se quejan bastante. También, creo yo, que se quejarán de su trabajo. Pero como cualquier hijo de vecino que se queja de lanmierda de trabajo que tiene.
De normal suele también ir a casas y dice que si la mami no quiere, pues no pueden ir, digamos que tienen que tener contenta a esa señora porque si no, no pueden ir.
Cuando van, pues nada, cuentan pues lo típico: que si este huele mal, que si mucha gente la tiene pequeña y patatín patatán.
Nosotros, creo, solo vemos un porcentaje de lo que realmente es esto. Solemos ir a chicas independientes con un buen coco y que se saben gestionar. Pero y por ejemplo que dirán las amigas de las casas en calles con nombres de santos?