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Filimbi rebuznó:
Pero con violencia o sin violencia?
¿Las mujeres necesitan cada cierto tiempo que le pasen la mano?
- Iniciador del tema Pojohn Travolta
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Pero con violencia o sin violencia?
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No sé cómo te las arreglas pero al final siempre acabas follando, sea la situación que sea. Te envidio.Filimbi rebuznó:
CLITORIANO II
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Filimbi rebuznó:
En tu caso vendria con el txumari buscando farra y al calentarle la cara mas caliente se le puso, en mi caso fué la gracieta lo que zanjó la discusion al son de pollazos
THORNDIKE
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Filimbi rebuznó:
Pero cuéntalo completo Filimpo, no te guardes cosas, no seas modesto, coño. Recuerda que antes de echarla de casa recién folladita, te pasó las aspiradora por el salón, puso un par de lavadoras y te guisó un cocido que dejó congelado en un tupper.
Cannabis
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Benito rebuznó:A ver, cuando en una discusion o situacion tensa no se corta la espiral de engorile a tiempo, una de las dos partes retroalimenta su enfado con la gasolina de que el/ella, esta como un basilisco y al otro no le importa porque no se pone a su nivel, o le esta faltando el respeto, porque encima que el otro tiene la culpa se atreve a ponerse a su nivel.
Esto solo hay una manera de cortarlo y no es con dialogo, si es a un tio ella enseñandole las tetas, si es una tia, o de una leche moderada o con un susto que distraiga su atencion de lo grave gravisimo que es el motivo por el cual esta asi y devuelva a ambos a una situacion de calma moderada en la que poder hablar las cosas.
Ademas, que coño, que ostia que no se da, ostia que se pierde
wetamir rebuznó:
LoL absoluto. Benito y Wetamir acaban diciendo lo mismo, cada uno en su genial e inconfundible estilo. A uno me lo imagino con el palillo en la boca aguantando a la parienta con los rulos y los chavales dando por culo y al otro con pipa y en bata en un sillón, dictando los posts a un mayordomo, sin pareja actual sacando sus conculsiones de relaciones pasadas.
No offense. Es sólo una imagen en mi cabeza.
No puedo aportar demasiado porque pocas leches he dado yo a féminas (así me va
), pero sí puedo decir que las historias en las que he visto a conocidas más enganchadas, pero de aquellas que pasan años, idas y venidas, y otros tíos y lo que quieras, y siguen enganchadas, son aquellas en las que ha habido manotazo.
M
Miembro eliminado FLM
Guest
Tras estas interesantes aportaciones, la conclusiones que saco son:
- Engañar/manipular para seducirlas.
- Dominarlas para mantener la relación.
- Como seres humanos, no hemos evolucionado una puta mierda.
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Los perros son cojonudos.
Son el mejor animal que existe, los queremos tanto como a nuestra propia familia y haríamos cualquier cosa por ellos, siempre y cuando sean buenos perros. Los malos perros son apaleados y abandonados en la calle. Y la diferencia entre los malos perros y los buenos perros es que se les inculque disciplina y se les recompense por sus comportamientos cuando sea necesario.
Los perros malos tienen amos débiles. Los perros no son hombres, no deben ser tratados como tales. No piensan como los hombres, no razonan como los hombres y no se puede poner en ellos las mismas expectativas que en los hombres. Son perros y deben ser tratados como perros. No importa cuánto personalices tu perro, hay quien incluso los viste: siguen sin ser hombres, son perros. Nunca podrán ser como un hombre, poseer las características de un hombre, dirigir la vida de un hombre y por supuesto nunca deberían ser tratados como si fueran los que ostentaran el cetro del poder.
Cuando un perro cree que ostenta el cetro del poder es un infeliz y se muere de pena. Desde su domesticación el lugar natural de los perros es la servidumbre para con el hombre. Necesitan ser liderados con mano firme y también con amor. Un perro bien guiado es un animal feliz, pero es su amo quien debe guiarlo hacia la felicidad mediante la disciplina, porque no tienen la capacidad mental de tomar decisiones que tiene un hombre.
Un perro te querrá hasta que muera él o mueras tú, y en este último caso es posible que todavía te siga queriendo. Un perro puede incluso morir por ti, pero lo hará siempre y cuando seas su líder. Si un perro cree que él es el líder te pondrá a prueba constantemente, te desobedecerá, gruñirá de celos a la gente que se te acerque demasiado, andará delante tuyo metiéndose en tu camino en lugar de seguir tus pasos, entrará por las puertas antes que tú. Creerá que le perteneces. Cuando un perro hace algo que te satisface debes recompensarlo con atención y afecto, pero cuando te disgusta debes castigarlo para hacerle saber que no es lo que esperas de él. El mal comportamiento de un perro nunca debería ser recompensado, hacerlo cuando no se lo han ganado es reforzar su comportamiento negativo de tal forma que piense que no sólo es aceptable, sino que también es correcto.
Los perros pueden hacer a un hombre muy feliz, todos los que hayáis tenido uno sabréis cuánto se puede llegar a querer a esas criaturas. Pero un perro malo es un animal miserable y tarado. Desafortunadamente hay muchos, muchísimos perros malos que han sido aviciados en su comportamiento de control y rebeldía, es demasiado tarde para ellos, no se puede hacer nada para cambiarlos, sus malas costumbres no fueron corregidas a tiempo y nunca se recuperarán. No hay nada que se pueda hacer para redimirlos y lo único que harán es morder la mano de quien les intenta ayudar.
La buena notícia es que hay millones de perros en el mundo y que los malos perros no son responsabilidad vuestra, pueden y deben ser ignorados de una patada hacia la calle, que por otra parte es lo único que entienden.
Son el mejor animal que existe, los queremos tanto como a nuestra propia familia y haríamos cualquier cosa por ellos, siempre y cuando sean buenos perros. Los malos perros son apaleados y abandonados en la calle. Y la diferencia entre los malos perros y los buenos perros es que se les inculque disciplina y se les recompense por sus comportamientos cuando sea necesario.
Los perros malos tienen amos débiles. Los perros no son hombres, no deben ser tratados como tales. No piensan como los hombres, no razonan como los hombres y no se puede poner en ellos las mismas expectativas que en los hombres. Son perros y deben ser tratados como perros. No importa cuánto personalices tu perro, hay quien incluso los viste: siguen sin ser hombres, son perros. Nunca podrán ser como un hombre, poseer las características de un hombre, dirigir la vida de un hombre y por supuesto nunca deberían ser tratados como si fueran los que ostentaran el cetro del poder.
Cuando un perro cree que ostenta el cetro del poder es un infeliz y se muere de pena. Desde su domesticación el lugar natural de los perros es la servidumbre para con el hombre. Necesitan ser liderados con mano firme y también con amor. Un perro bien guiado es un animal feliz, pero es su amo quien debe guiarlo hacia la felicidad mediante la disciplina, porque no tienen la capacidad mental de tomar decisiones que tiene un hombre.
Un perro te querrá hasta que muera él o mueras tú, y en este último caso es posible que todavía te siga queriendo. Un perro puede incluso morir por ti, pero lo hará siempre y cuando seas su líder. Si un perro cree que él es el líder te pondrá a prueba constantemente, te desobedecerá, gruñirá de celos a la gente que se te acerque demasiado, andará delante tuyo metiéndose en tu camino en lugar de seguir tus pasos, entrará por las puertas antes que tú. Creerá que le perteneces. Cuando un perro hace algo que te satisface debes recompensarlo con atención y afecto, pero cuando te disgusta debes castigarlo para hacerle saber que no es lo que esperas de él. El mal comportamiento de un perro nunca debería ser recompensado, hacerlo cuando no se lo han ganado es reforzar su comportamiento negativo de tal forma que piense que no sólo es aceptable, sino que también es correcto.
Los perros pueden hacer a un hombre muy feliz, todos los que hayáis tenido uno sabréis cuánto se puede llegar a querer a esas criaturas. Pero un perro malo es un animal miserable y tarado. Desafortunadamente hay muchos, muchísimos perros malos que han sido aviciados en su comportamiento de control y rebeldía, es demasiado tarde para ellos, no se puede hacer nada para cambiarlos, sus malas costumbres no fueron corregidas a tiempo y nunca se recuperarán. No hay nada que se pueda hacer para redimirlos y lo único que harán es morder la mano de quien les intenta ayudar.
La buena notícia es que hay millones de perros en el mundo y que los malos perros no son responsabilidad vuestra, pueden y deben ser ignorados de una patada hacia la calle, que por otra parte es lo único que entienden.
saca-al-tarado
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Lo que acaba de exponer el Sr. Black Adder es magisterio en estado puro, un post a reproducir con letras doradas, de memorización y recitado obligatorios, el punto a partir del cual cabe candar el hilo, cerrar el foro y de paso dinamitar el planeta, nada más de mayor calado se puede aportar desde ahí.
Frikazo
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La verdad es que el post de Adder es magistral. Sólo añadiré una discrepancia: es cuando te juntas con un ''perro'' diferente, que no ha sido mal adiestrado y te morderá la mano, que te lame y relame desde que lo ves por primera vez, cuando más cariño le coges y menos necesidad ves de ponerlo en su sitio si hace algo mal.
Amor, maldito amor.
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Tenía una perrilla perdiguera -la Chispa-, medio ruin, medio bravía, pero que se entendía muy bien conmigo; con ella me iba muchas mañanas hasta la Charca, a legua y media del pueblo hacia la raya de Portugal, y nunca nos volvíamos de vacío para casa. Al volver, la perra se me adelantaba y me esperaba siempre junto al cruce; había allí una piedra redonda y achatada como una silla baja, de la que guardo tan grato recuerdo como de cualquier persona, mejor, seguramente, que el que guardo de muchas de ellas. Era ancha y algo hundida y cuando me sentaba se me escurría un poco el trasero (con perdón) y quedaba tan acomodado que sentía tener que dejarla; me pasaba largos ratos sentado sobre la piedra del cruce, silbando, con la escopeta entre las piernas, mirando lo que había de verse, fumando pitillos. La perrilla, se sentaba enfrente de mí, sobre sus dos patas de atrás, y me miraba, con la cabeza ladeada, con sus dos ojillos castaños muy despiertos; yo le hablaba y ella, como si quisiese entenderme mejor, levantaba un poco las orejas; cuando me callaba aprovechaba para dar unas carreras detrás de los saltamontes, o simplemente para cambiar de postura. Cuando me marchaba, siempre, sin saber por qué, había de volver la cabeza hacia la piedra, como para despedirme, y hubo un día que debió parecerme tan triste por mi marcha, que no tuve más suerte que volver sobre mis pasos a sentarme de nuevo. La perra volvió a echarse frente a mí y volvió a mirarme; ahora me doy cuenta de que tenía la mirada de los confesores, escrutadora y fría, como dicen que es la de los linces... Un temblor recorrió todo mi cuerpo; parecía como una corriente que forzaba por salirme de los brazos. El pitillo se me había apagado; la escopeta, de un solo caño, se dejaba acariciar, lentamente, entre mis piernas. La perra seguía mirándome fija, como si no me hubiera visto nunca, como si fuese a culparme de algo de un momento a otro, y su mirada me calentaba la sangre de las venas de tal manera que se veía llegar el momento en que tuviese que entregarme; hacía calor, un calor espantoso, y mis ojos se entornaban dominados por el mirar, como un clavo, del animal.
Cogí la escopeta y disparé; volví a cargar y volví a disparar. La perra tenía una sangre oscura y pegajosa que se extendía poco a poco por la tierra.
La familia de Pascual Duarte, Camilo José Cela.
Cogí la escopeta y disparé; volví a cargar y volví a disparar. La perra tenía una sangre oscura y pegajosa que se extendía poco a poco por la tierra.
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iskariote rebuznó:
Es curioso: acabo de recordar cómo, comentando en clase de Lengua y Literatura de primero de BUP (1989-90, catorce tendría yo), este libro -de obligada lectura aquel año-, a todos, sin excepción, nos pareció que de todo lo que hizo Pascual Duarte, de todas las violencias -y no son pocas- que nos cuenta, de todos los momentos desabridos y ásperos que nos relata, matar a su perrilla fue el más cruel de todos los actos, el más violento, el momento más desabrido y áspero de toda la narración. Es el primero de ellos, el que abre la espita de muchas infamias acaso mayores, el menos penado por la ley, pero también el más ruin y el más vil. No sé si es posible establecer analogía en este caso también.
El post de Black Adder me lleva haciendo pensar profundamente desde que lo leí ayer. Por posts como ese merece la pena aguantaros las miles de gilipolleces que acabáis diciendo cada día; por obras maestras así merece la pena soportar trolls, attention whores de toda laya y condición, niñatos, al hijo de puta de Pablo, al retrasado de Barley haciéndose cincuenta clones al día -todos borrados según los registra-, bots rumanos posteando compulsivamente links con sidra en el foro, horas y horas perdidas leyendo miles de posts que no valen la pena, el desgaste de la tecla del F5 sin premio, las ganas de apalizar a la mitad del foro, la fatuidad de algunos, la estupidez de los más, a mí mismo cuando no hay quien me aguante, a los puteros, a las putas, en fin, todo.
Gracias, Black Adder. Te doy las gracias por tu post y un aplauso hondo y sentido.
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ilovegintonic rebuznó:
El protagonista y narrador es una persona que no sabe ser feliz, que sólo espera la desgracia tras los buenos momentos.
Se entendía con el animalillo, éste le correspondía como sólo un perro puede hacer, con admiración y respeto. Pero hay veces en las que uno no merece admiración ni respeto. Hay momentos en la vida de uno en los que la conciencia quema y la comprensión de los demás sólo sabe a condescendencia. Los amores incondicionales están sobrevalorados, nos pueden hacer más mal que bien si no son bien medidos. Si por algo es inhumano rechazarlos es porque no está en la naturaleza humana reconocer la propia debilidad, tendemos, por contra, a justificarla.
Matar al perro porque no se es buen amo podría ser una barbarie si no fuera un acto de coherencia en estado puro. Una coherencia fea y que no soluciona el problema moral del que se parte, pero hay quien no quiere soluciones, sólo vivir sin que le molesten.
Personalmente, en cierto momento de mi vida me he identificado más con el chucho de la historia que con el amo. Es triste y es cruel, pero no comprenderlo sería no querer ver algo que es fácil de explicar.
wetamir
Falócrata del retulador
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Joder, sois muy grandes, os lo digo en serio.
Me paso muy poco por aquí ultimamente, pero sigue habiendo un nivel y un tono que no encuentro en ningún otro foro. Cúanto gilipollas hay suelto, cuanta opinión de mierda, cúanto criterio basura completamente influenciado...
Hay que salvaguardar este antro con putas alambradas, joder, este último reducto de libre pensamiento. Parece que ya solo se pueden decir verdades en internet y bajo seudónimo, mecagoenlalecheputa.
Me paso muy poco por aquí ultimamente, pero sigue habiendo un nivel y un tono que no encuentro en ningún otro foro. Cúanto gilipollas hay suelto, cuanta opinión de mierda, cúanto criterio basura completamente influenciado...
Hay que salvaguardar este antro con putas alambradas, joder, este último reducto de libre pensamiento. Parece que ya solo se pueden decir verdades en internet y bajo seudónimo, mecagoenlalecheputa.
Nueces
Muerto por dentro
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iskariote rebuznó:
Estas palabras han sido como obligarme a mirar ese retrato que tengo escondido. No suele pasarme.
Nunca he pegado a una mujer. No sé, es como jugar al ajedrez con un subnormal, no tiene sentido. Cuando ves que coge un peón y, esperando un inocente y erróneo movimiento por su parte, ves que en realidad lo que hace es metérselo en la boca, no puedes evitar preguntarte "¿Cómo he llegado yo hasta este punto?". Antes de querer cruzarle la cara a una tipa, lo más probable es que hayas sido un mariconazo que ha transigido con ingentes cantidades de heces femeninas. Recordemos lo que se ha dicho muchas veces: centímetro que cedes, centímetro que no recuperarás jamás.
Ellas, sí, ellas van a buscar el límite, van a estirar la cuerda hasta romperla, van a coger la mano, el codo, el hombro y todo lo que les dejes. He ahí tu cansina función: poner límites, adiestrarlas. Buscabas una pareja y te ha salido una hija subnormal, pero así son las cosas hoy en día; mujeres que no tienen los certeros y seguros límites de una cocina y piensan que todo el monte es orégano. Tened por seguro que ellas interpretan la hostia que les dais como una victoria, en algún retorcido sentido.
Ahora, golpearles en la cara con la polla sí me gusta, la verdad.
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Esa es la idea..
Es así ciertamente. Imagínate jugando al fútbol con tus sobrinillos, hacerles cuarenta caños y casacarles un chicharro, te sientes mejor?, no. Soltarle una galleta a una tronca, aunque en ese momento te parezca merecida, unos segundos después te deja pensativo, y más tarde arrepentido.
¿Por qué?, porque en el fondo ha sido una victoria para ella, ha conseguido sacarte de su superioridad intelectual arrastrándote por el primitivo barro de tu animalidad...
Es mucho mejor hacerles pensar que les vas a hacer pagar su conducta fuera de lugar, inconexa e histérica con una fría venganza, una frase que corta como una cuchilla de barbero oxidada y que les quedará en su cerebro mucho más marcado que los cinco dedos en su careto lleno de lágrimas..
Pero esto es mi opinión, que como los culos, cada una tiene la suya, y los hay que se creen supermán atizando a la parienta, cuando vuelcan su propio fracaso en lo que más cerca tienen..., infrahombres se llaman, pero no creo que los foreros de por aquí nos rebajemos a esto, nosotros somos hombres superiores que diría Nietzsche, y las chicas las encargadas de perpetuar la especie..
Nueces rebuznó:
Es así ciertamente. Imagínate jugando al fútbol con tus sobrinillos, hacerles cuarenta caños y casacarles un chicharro, te sientes mejor?, no. Soltarle una galleta a una tronca, aunque en ese momento te parezca merecida, unos segundos después te deja pensativo, y más tarde arrepentido.
¿Por qué?, porque en el fondo ha sido una victoria para ella, ha conseguido sacarte de su superioridad intelectual arrastrándote por el primitivo barro de tu animalidad...
Es mucho mejor hacerles pensar que les vas a hacer pagar su conducta fuera de lugar, inconexa e histérica con una fría venganza, una frase que corta como una cuchilla de barbero oxidada y que les quedará en su cerebro mucho más marcado que los cinco dedos en su careto lleno de lágrimas..
Pero esto es mi opinión, que como los culos, cada una tiene la suya, y los hay que se creen supermán atizando a la parienta, cuando vuelcan su propio fracaso en lo que más cerca tienen..., infrahombres se llaman, pero no creo que los foreros de por aquí nos rebajemos a esto, nosotros somos hombres superiores que diría Nietzsche, y las chicas las encargadas de perpetuar la especie..
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Es que dudo que aquí alguien esté hablando realmente de PEGAR a una mujer. Esto es un club de caballeros.
Una cosa es enseñarle qué talla de guante usas para ponerle las neuronas en orden, agitar la mollera para que las ideas caigan en su sitio por decantación tras el meneo o zarandear la quijotera con ritmo sabrosón para que su riego retorne a un tempo allegro ma non troppo.
Pero liarse a hostias como en la puerta de un bar, emprenderla con una mujer como si se tratase de un borracho al que pillas in fraganti pasándote la llave por el coche, es como patearle la cabeza a un niño. Por supuesto que a veces te dan ganas, claro que no hay ser más capaz de encender los infiernos de tus entrañas que una mujer, más aún si le tienes cariño y se empeña en apuñalarte donde más te duela. Pero usar la violencia sin medida con ellas es un acto tan desproporcionado que excede su cometido y envilece sobremanera al que lo ejecuta.
A una mujer se le azota, no se le pega.
Una cosa es enseñarle qué talla de guante usas para ponerle las neuronas en orden, agitar la mollera para que las ideas caigan en su sitio por decantación tras el meneo o zarandear la quijotera con ritmo sabrosón para que su riego retorne a un tempo allegro ma non troppo.
Pero liarse a hostias como en la puerta de un bar, emprenderla con una mujer como si se tratase de un borracho al que pillas in fraganti pasándote la llave por el coche, es como patearle la cabeza a un niño. Por supuesto que a veces te dan ganas, claro que no hay ser más capaz de encender los infiernos de tus entrañas que una mujer, más aún si le tienes cariño y se empeña en apuñalarte donde más te duela. Pero usar la violencia sin medida con ellas es un acto tan desproporcionado que excede su cometido y envilece sobremanera al que lo ejecuta.
A una mujer se le azota, no se le pega.