Es que el problema no está en la última jornada, ni en los equipos que no compiten en esa última jornada. El problema es culpar a los otros por los errores propios: es que este o aquel han competido mucho o poco, según convenga. Todos los equipos tienen 38 jornadas para sumar los puntos, y si desciendes no es porque Villarreal blao o el Betis ble. Si desciendes es por las 37 jornadas anteriores, no por la última.
Esos lloros son los que hay que erradicar, que es patético ver a los jugadores y a los presidentes, cuando todo está ya acabado, culpando a este equipo y a aquel otro por el desenlace de los errores acumulados durante 38 jornadas.
Un equipo con sus deberes hechos tiene todo el derecho del mundo a tomarse sus últimos minutos como le plazca.