Pero es que aunque sea inalcanzable, supuestamente, a mí me preocupa la cantidad de babosos que salen, aún sabiendo que se meten en la boca del lobo.
Y eso de sin catar rabo, será porque ella no quiera, porque te aseguro que ahora tendrá en su bandeja de entrada no menos de 20 mensajes pidiendo follar.
No es la primera vez que te tomas demasiada molestia en preocuparte por algo que es inevitable. Las leyes potenciales rigen las relaciones entre sexos de cualquier especie desde antes de que los humanos las pusiéramos en gráficas. Las mujeres sólo contemplan el sexo con el 20% superior de los hombres que se les ofrecen y los hombres se encamarían con el 80% de las mujeres que se encuentran.
Si te molesta esa realidad inamovible, quizás debería molestarte también estar entre ese 20% exitoso. Si abogas por la estrategia que maximice el interés individual y dices que los hombres deberían tirarle la caña solamente a las mujeres que les supongan un triunfo y no arrastrarse por el fango, entonces debes comprender que para las mujeres una organización ultracatólica de la sociedad donde elijan a un solo hombre para toda su vida, que las mantenga a ellas y a sus hijos contra viento y marea, es también la más ventajosa y por lo tanto la que deberían seguir.
Pero en cuanto uno decide ponerse la escafandra y entrar en la cloaca de las aplicaciones de ligue, es absurdo rasgarse las vestiduras por su funcionamiento.
Y tú lo miras todo desde tu punto de vista, del que va ahí a cazar, pero la loca de los gatos de ese perfil no obtiene ninguna recompensa de las babas que reciba. La dignidad no es una moneda, los que la pierden al entrarle no hacen que ella la gane, sino que denigran a ambos. Esa tipeja ya está en la mierda socialmente, por no tener no tiene ni quien le aguante en el trabajo. Probablemente porque se crea demasiado buena para las miserias que recibe, en lo laboral y en lo sentimental, lo que la hace más miserable aún porque la realidad es tan disonante que sólo le va a traer decepciones crecientes.
Y para eso estamos en este hilo, para olvidarnos de nuestras propias miserias y reírnos cruelmente de cuando son mujeres quienes las experimentan. Aunque no sean las mismas que nos ningunearon en su momento, aunque disfracemos de justicia poética algo que realmente sólo echa leña al fuego. La rueda sigue girando pero al menos en esta vuelta no nos pasa por encima.