Me gusta cuando empieza a hablar en primera persona a partir del minuto 1:21, asumiendo que es un putero consumado y habla con conocimiento de causa.
Además es un putero romántico, busca el placer de la casquivana, y supongo que tratará de seducirla también, y se montará en su cabeza una historia romántico-oligofrénica de conquista y seducción.
Mi escasa experiencia con las lumis se circunscribe a salidas nocturnas con compañeros de trabajo en la capital, Mandril, hace más de una década, por motivos laborales y de otro tipo, pero no como algo ya programado, sino espontáneo, que surgía sin más. Y os puedo asegurar que cuando he estado en los antros de lucecitas, quería pasarme por el trabuco a las fulanas más guapas y con mejor cuerpo, pero nunca pensando en su placer, sino en el mío propio, descargar el grumo y largarme.
Supongo que el putero habitual, tipo
@Cachondo Mental, necesitará de vínculos con la casquivana para sentir el calor femenino, y que alguien del sexo opuesto se interesa por su vida, o que incluso le puede dar algo de cariño al margen de prestar su patata y cuerpo en general para el disfrute del cliente.
Lo que sí es cierto, y cita el putero del vídeo, es que el putero en general está muy estigmatizado porque tiende a relacionarse con un perfil muy concreto, de hombre poco atractivo, con pocas habilidades sociales incapaces de atraer ni a una androcoplásica de 90 años con síndrome de down, y en muchos casos es cierto. Yo añadiría que el putero medio, que debe rondar los cuarenta y tantos y hasta 50 añazos, además huele mal, huele fuertecito, a naftalina y a los restos de grumo del pajoteo y la falta de higiene habitual. De ahí que cuando llegan a la habitación las putas, que son guarras en lo sexual pero no en esos temas, tengan la pila-bidet preparada para que se laven sus mugrosas gónadas.