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AIR CIA: Los aviones de la tortura hacen escala en Palma de Mallorca
Rubrique : Internacional | March 16th, 2005
Hace algún tiempo se supo de aviones de la CIA que cumplían misiones clandestinas ultrasecretas transportando sospechosos de terrorismo desde prisiones operadas por americanos hacia países en donde los prisioneros son interrogados (y torturados) con “mejores técnicas” y menos limitaciones (tipo Egipto, Afganistán y Jordania).
En una nueva investigación, Newsweek ha obtenido copias de planes de vuelo secretos de la CIA en los cuales aviones Boeing 737 continuarían haciendo éstos vuelos clandestinos. Las rutas encontradas en éstos planes de vuelo corroborarían la historia del alemán de origen libanés, Khaled el-Masri, quien hace poco declaró haber sido secuestrado en Macedonia y llevado por americanos en un avión jet a Afganistán para ser interrogado bajo tortura. Masri fue liberado después de ser torturado y mantenido en prisión por varios meses sin ninguna evidencia de culpabilidad. En el gráfico adjunto puede seguirse la “ruta de la tortura” seguida por la AIR CIA en el caso de este ciudadano libanés.
Conforme aparecen más detalles sobre las operaciones de AIR CIA, ésta agencia se encuentra más y más bajo presión intensa por parte de abogados y activistas de derechos humanos. La revista The New Yorker, en un artículo publicado en febrero bajo el título ‘’La tortura externalizada'’, afirma que presuntos terroristas han sido enviados Egipto, Marruecos y Jordania, “países que se sabe utilizan diversos métodos de tortura en los interrogatorios'’.
Asimismo, la revista Newsweek y el programa 60 minutosde la cadena de televisión CBS revelaron, por su parte, que la CIA utilizaría un avión secreto para trasladar a los prisioneros a esos países. Según el diario The New York Times, la CIA habría transferido entre 100 y 150 prisioneros después de los atentados del 11 de septiembre del 2001, luego de haber recibido luz verde de la Casa Blanca para dar curso a una directiva secreta.
Al llevar a cabo esas ‘’restituciones extraordinarias'’, el gobierno de EEUU evitó los procesos tradicionales de extradición e ignoró el derecho estadounidense que prohíbe la expulsión o extradición de individuos a países donde se practica la tortura. Como si ésto fuera poco, Bush recientemente nombró a Juan “Escuadrón de la Muerte” Negroponte para que sea el “capo” absoluto de los servicios secretos del país.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense habría utilizado un Boeing 737 para transportar a presuntos terroristas a instalaciones en las que se los interrogaba clandestinamente. “Newsweek” informó que los archivos de la Administración Federal de Aviación establecen que el avión fue adquirido por Premier Executive Transport Services, una empresa que ya no funciona y tenía su sede en Massachusetts. “Junto con los proyectos de vuelo previamente revelados de una aeronave más pequeña, Gulfstream V, los trayectos del Boeing 737 son mayor evidencia de que un sistema de prisión ‘fantasma global’, donde se interroga a terroristas sospechosos, es operado por la CIA”.
El programa sueco de televisión ‘Cold Facts’ informó por primera vez el pasado mes de mayo sobre las misiones de transferencia de prisioneros. Entonces, describió cómo agentes estadounidenses llegaron a Estocolmo en el Gulfstream en diciembre de 2001 para transportar a dos sospechosos de terrorismo de Suecia a Egipto.
Entre los países a los que Estados Unidos ha enviado prisioneros figura Uzbekistán, un estrecho aliado y una dictadura cuya Policía Secreta es tristemente célebre por sus métodos de interrogación (hasta el extremo de hervir a los prisioneros, según denuncias de las organizaciones de Derechos Humanos). El Gulfstream ha hecho por lo menos siete viajes a la capital uzbeka, Tashkent.
Precisamente, el informe hace referencia a un antiguo embajador británico en Washington, Craig Murray, quien el pasado mes de octubre fue destituido por el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, por publicar un memorándum en el que acusaba a Estados Unidos de haber enviado a sospechosos de terrorismo desde Afganistán a Uzbekistán para que fuesen interrogados y torturados y en el que aseguraba que el jefe de la CIA en Tashkent había “reconocido, de buena gana, que se utilizaba la tortura en la obtención de informaciones de inteligencia".
Bush autorizó los vuelos secretos para interrogar a terroristas fuera de EE UU
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dio amplia autoridad a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para llevar a la práctica el programa secreto por el que la Administración de EE UU ha estado enviando a presuntos sospechosos de ser “terroristas” a países extranjeros para interrogarlos, países que, precisamente, permiten la tortura contra los prisioneros. Según publicó «The New York Times», dicha autorización, que otorgaba a la CIA total independencia con respecto al departamento de Estado o de Justicia, fue firmada por Bush días después de los atentados del 11 de septiembre.
Desde entonces, la agencia de espionaje ha trasladado en secreto entre 100 y 150 sospechosos a países como Egipto, Arabia Saudí, Jordania y Pakistán. Según el departamento de Estado, todos estos Gobiernos utilizan la tortura en sus prisiones. El proceso, conocido en inglés como «rendition», ha jugado un papel clave en los esfuerzos de la Administración Bush en la lucha contra el terrorismo, pero también ha sido duramente criticado por grupos de derechos humanos, que alegan que se están violando las garantías que el Gobierno ha prometido para evitar los abusos contra los reos. Los testimonios de algunos prisioneros que «viajaron» con la CIA revelan que fueron golpeados, humillados, recibieron descargas eléctricas, o fueron maltratados en prisiones extranjeras antes de ser puestos en libertad.
El prestigioso programa de investigación de la CBS «60 minutos» emitió imágenes grabadas de uno de los aviones secretos que utiliza la CIA para transportar prisioneros. Durante cuatro meses, los reporteros del programa siguieron a un 737 a través de una serie de empresas y ejecutivos que al parecer sólo existen sobre el papel. Dicho avión hizo al menos 600 vuelos a 40 países, todos después del 11-S, incluyendo 30 viajes a Jordania, 19 a Afganistán, 17 a Marruecos, y 16 a Iraq. El avión también fue a Egipto, Libia y a la Bahía de Guantánamo, Cuba. «60 minutos» también recogió el testimonio de Khaled el Masri, el ciudadano libanés que estaba de vacaciones en Macedonia cuando fue detenido y encarcelado durante tres semanas. Luego le drogaron y le llevaron a Afganistán donde fue maltratado durante meses. Antes del 11-S, la CIA ya estaba autorizada –según algunas directivas presidenciales– a realizar traslados de reos, pero conforme a reglas mucho más restrictivas.
La cárcel volante de la CIA hace escala en Mallorca
La investigación ha logrado desvelar que Palma de Mallorca es un punto de escala para la AIR CIA, incluido el vuelo en el que se secuestró a Khaled el-Masri a principios del año 2004. Sin embargo, las visitas a Mallorca del Boeing-737 de registro N313P, fletado por la CIA para el secuestro de presuntos terroristas, no se circunscriben a enero de 2004. Son numerosas y están documentadas. Tras depositar en una prisión afgana, regida por estadounidenses, a Khaled el-Masri, el aparato regresa a Palma el 26 de enero. Esta vez no se halla en aviación general, sino en la zona comercial donde aparcan los interislas de Air Nostrum.
Con todo, la visita más singular a Mallorca del Boeing que la CIA utiliza como prisión, se produjo coincidiendo con los atentados del 11-M. Los espías norteamericanos vivieron en Palma la marea de la masacre de Madrid. Así lo confirma el avistamiento del aparato en Son Sant Joan, como mínimo el 12 de marzo de 2004 -entre la matanza y las elecciones-, a las 16.50 de la tarde. Existen documentos gráficos que atestiguan esta presencia.
Las visitas de la prisión flotante de la CIA se suceden, bajo una u otra configuración. Cuando la investigación periodística descubre la trama de secuestros, para desplazar a los sospechosos a ubicaciones donde pueden ser maltratados al margen de la legislación estadounidense, se efectúa una venta probablemente ficticia del Boeing. El reactor pertenecía a la sociedad Premiere Executive Transport Service, radicada en Massachusetts. Pese a su insignificancia, es una de las únicas nueve marcas autorizadas a aterrizar en las bases militares estadounidenses. Tras el escándalo, el B-737 fue vendido a toda prisa a otra empresa decorativa, Keeler and Tate Mangement. Esta maniobra de despiste viene acompañada por un cambio en su registro. El uno de diciembre del año pasado, el N313P deja de existir, y pasa a registrarse como N4476S. Así figura en la información oficial de la empresa propietaria.
El Boeing-737 de la CIA, ahora N4476S, también ha visitado Mallorca en las últimas semanas, ya dentro de 2005. Las estancias en Son Sant Joan de la prisión volante se extienden por lo menos a lo largo de todo el último año. Ningún indicio permite concluir que su vínculo mallorquín no se remonte a fechas anteriores, dentro de la oleada de secuestros efectuada por la Agencia. Además del traslado de prisioneros arrestados en condiciones dudosas, también se utiliza para el transporte de agentes.
Sabedores de que operan al filo de la ilegalidad respecto de las leyes de su país -y desobedeciendo flagrantemente la legislación de los países donde proceden al arresto-, los agentes de la CIA actúan encapuchados en las operaciones que ejecutan desde sus prisiones volantes, para evitar un hipotético reconocimiento y la exigencia de responsabilidades. En la media docena de casos que han podido rastrearse, los motores del Boeing 737 familiarizado con Son Sant Joan ya giraban, cuando los presos eran introducidos en él. El aparato remontaba el vuelo de inmediato. Los detenidos eran inmovilizados mediante la inyección de un narcótico en sendas dosis, la segunda a la llegada a la prisión donde serán confinados por tiempo indefinido.
Tanto los captores como los interrogadores persiguen que los presuntos terroristas firmen una confesión, por la que se declaran miembros de Al Qaeda. Este trámite fue seguido en el caso de Khaled el-Masri, secuestrado en la operación con base en Palma. La policía macedonia se responsabilizó de los primeros abusos físicos, según el detenido, aunque sin arrancarle la rúbrica que pretendían. Una vez en la prisión de Kabul, se repitió el hostigamiento. La reconstrucción de los vuelos del Boeing-737, con sus largos días de estancia en Palma, ha agregado verosimilitud a su relato.
La Operación Phoenix y su cerebro, John Negroponte
AIR CIA no es una idea “novedosa". Su diseño data de la guerra de Vietnam y se conocía como “Programa Phoenix. El ‘Programa Phoenix’ fue creado por la CIA en 1967, para destruir mediante asesinatos, secuestros y torturas sistemáticos la infraestructura civil del Movimiento de Liberación Nacional de Vietnam (Vietcong). Desde ese momento el actual Director de Inteligencia de Bush a estado en sus entrañas y los ha seguido a traves del mundo pasando por la Operacion Condor, la subparte latinoamericana de Phoenix.
Alrededor de ochenta mil personas fueron asesinadas en Vietnam bajo ese programa que no solo ha sido reactivado como modelo para varios aspectos del orwelliano Department of Homeland Security de Bush, sino también como plan de terrorismo de Estado a nivel global. Preguntado sobre si era necesario que el gobierno de Bush reestableciera un ‘programa de identificación y asesinato’ de adversarios específicos, como el Program Phoenix, el General William G. Boykin, sustituto del subsecretario del Pentágono para asuntos de inteligencia (Deputy Under Secretary of Defense for Intelligence) contestó que: ‘Matar o capturar a esa gente es una misión legítima para el Pentágono’, que coordina la política de seguridad nacional. ‘Creo que estamos haciendo lo que el Program Phoenix quería hacer. Sólo que le quitamos todos esos aires de secretividad’. (’I think we´re doing what the Phoenix program was designed to do, without all of the secrecy.’) A tal propósito el Pentágono ha creado, con el apoyo del Congreso, un segundo Leviatán al lado de la CIA.
Dentro de la Agencia de Inteligencia Militar (Defense Intelligence Agency), el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ha organizado una nueva unidad clandestina de inteligencia y el Congreso ha autorizado por primera vez en la historia de postguerra, un fondo anual de 25 millones de dólares para las fuerzas especiales del Pentágono, que estas pueden usar directamente para ‘apoyar a fuerzas extranjeras, fuerzas irregulares, grupos o individuos’ que ayudan a las misiones contra ‘el terrorismo’. Es decir, desde la corrupción de funcionarios internacionales hasta la contratación de escuadrones de la muerte, las Fuerzas Especiales estadounidenses pueden hacer lo que quieran en el mundo, sin supervisión jurídica de ninguna índole, simplemente invocando la ‘guerra contra el terrorismo’. Junto con los centros clandestinos de tortura, desapariciones y asesinatos, que Washington mantiene de forma directa o indirecta en Jordania, Egipto, Afganistán, Irak y múltiples otros lugares, el mantenimiento de líneas aéreas clandestinas para transferir los secuestrados de un lugar del globo a otro, el desconocimiento total de la Convención de Ginebra y la Operación Phoenix a nivel mundial, el trio Bush-Rumsfeld-Rice han creado la Primera Internacional del Terror eficiente, que ha conocido la historia humana.
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https://es.novopress.info/
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Rubrique : Internacional | March 16th, 2005
Hace algún tiempo se supo de aviones de la CIA que cumplían misiones clandestinas ultrasecretas transportando sospechosos de terrorismo desde prisiones operadas por americanos hacia países en donde los prisioneros son interrogados (y torturados) con “mejores técnicas” y menos limitaciones (tipo Egipto, Afganistán y Jordania).
En una nueva investigación, Newsweek ha obtenido copias de planes de vuelo secretos de la CIA en los cuales aviones Boeing 737 continuarían haciendo éstos vuelos clandestinos. Las rutas encontradas en éstos planes de vuelo corroborarían la historia del alemán de origen libanés, Khaled el-Masri, quien hace poco declaró haber sido secuestrado en Macedonia y llevado por americanos en un avión jet a Afganistán para ser interrogado bajo tortura. Masri fue liberado después de ser torturado y mantenido en prisión por varios meses sin ninguna evidencia de culpabilidad. En el gráfico adjunto puede seguirse la “ruta de la tortura” seguida por la AIR CIA en el caso de este ciudadano libanés.
Conforme aparecen más detalles sobre las operaciones de AIR CIA, ésta agencia se encuentra más y más bajo presión intensa por parte de abogados y activistas de derechos humanos. La revista The New Yorker, en un artículo publicado en febrero bajo el título ‘’La tortura externalizada'’, afirma que presuntos terroristas han sido enviados Egipto, Marruecos y Jordania, “países que se sabe utilizan diversos métodos de tortura en los interrogatorios'’.
Asimismo, la revista Newsweek y el programa 60 minutosde la cadena de televisión CBS revelaron, por su parte, que la CIA utilizaría un avión secreto para trasladar a los prisioneros a esos países. Según el diario The New York Times, la CIA habría transferido entre 100 y 150 prisioneros después de los atentados del 11 de septiembre del 2001, luego de haber recibido luz verde de la Casa Blanca para dar curso a una directiva secreta.
Al llevar a cabo esas ‘’restituciones extraordinarias'’, el gobierno de EEUU evitó los procesos tradicionales de extradición e ignoró el derecho estadounidense que prohíbe la expulsión o extradición de individuos a países donde se practica la tortura. Como si ésto fuera poco, Bush recientemente nombró a Juan “Escuadrón de la Muerte” Negroponte para que sea el “capo” absoluto de los servicios secretos del país.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense habría utilizado un Boeing 737 para transportar a presuntos terroristas a instalaciones en las que se los interrogaba clandestinamente. “Newsweek” informó que los archivos de la Administración Federal de Aviación establecen que el avión fue adquirido por Premier Executive Transport Services, una empresa que ya no funciona y tenía su sede en Massachusetts. “Junto con los proyectos de vuelo previamente revelados de una aeronave más pequeña, Gulfstream V, los trayectos del Boeing 737 son mayor evidencia de que un sistema de prisión ‘fantasma global’, donde se interroga a terroristas sospechosos, es operado por la CIA”.
El programa sueco de televisión ‘Cold Facts’ informó por primera vez el pasado mes de mayo sobre las misiones de transferencia de prisioneros. Entonces, describió cómo agentes estadounidenses llegaron a Estocolmo en el Gulfstream en diciembre de 2001 para transportar a dos sospechosos de terrorismo de Suecia a Egipto.
Entre los países a los que Estados Unidos ha enviado prisioneros figura Uzbekistán, un estrecho aliado y una dictadura cuya Policía Secreta es tristemente célebre por sus métodos de interrogación (hasta el extremo de hervir a los prisioneros, según denuncias de las organizaciones de Derechos Humanos). El Gulfstream ha hecho por lo menos siete viajes a la capital uzbeka, Tashkent.
Precisamente, el informe hace referencia a un antiguo embajador británico en Washington, Craig Murray, quien el pasado mes de octubre fue destituido por el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, por publicar un memorándum en el que acusaba a Estados Unidos de haber enviado a sospechosos de terrorismo desde Afganistán a Uzbekistán para que fuesen interrogados y torturados y en el que aseguraba que el jefe de la CIA en Tashkent había “reconocido, de buena gana, que se utilizaba la tortura en la obtención de informaciones de inteligencia".
Bush autorizó los vuelos secretos para interrogar a terroristas fuera de EE UU
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dio amplia autoridad a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para llevar a la práctica el programa secreto por el que la Administración de EE UU ha estado enviando a presuntos sospechosos de ser “terroristas” a países extranjeros para interrogarlos, países que, precisamente, permiten la tortura contra los prisioneros. Según publicó «The New York Times», dicha autorización, que otorgaba a la CIA total independencia con respecto al departamento de Estado o de Justicia, fue firmada por Bush días después de los atentados del 11 de septiembre.
Desde entonces, la agencia de espionaje ha trasladado en secreto entre 100 y 150 sospechosos a países como Egipto, Arabia Saudí, Jordania y Pakistán. Según el departamento de Estado, todos estos Gobiernos utilizan la tortura en sus prisiones. El proceso, conocido en inglés como «rendition», ha jugado un papel clave en los esfuerzos de la Administración Bush en la lucha contra el terrorismo, pero también ha sido duramente criticado por grupos de derechos humanos, que alegan que se están violando las garantías que el Gobierno ha prometido para evitar los abusos contra los reos. Los testimonios de algunos prisioneros que «viajaron» con la CIA revelan que fueron golpeados, humillados, recibieron descargas eléctricas, o fueron maltratados en prisiones extranjeras antes de ser puestos en libertad.
El prestigioso programa de investigación de la CBS «60 minutos» emitió imágenes grabadas de uno de los aviones secretos que utiliza la CIA para transportar prisioneros. Durante cuatro meses, los reporteros del programa siguieron a un 737 a través de una serie de empresas y ejecutivos que al parecer sólo existen sobre el papel. Dicho avión hizo al menos 600 vuelos a 40 países, todos después del 11-S, incluyendo 30 viajes a Jordania, 19 a Afganistán, 17 a Marruecos, y 16 a Iraq. El avión también fue a Egipto, Libia y a la Bahía de Guantánamo, Cuba. «60 minutos» también recogió el testimonio de Khaled el Masri, el ciudadano libanés que estaba de vacaciones en Macedonia cuando fue detenido y encarcelado durante tres semanas. Luego le drogaron y le llevaron a Afganistán donde fue maltratado durante meses. Antes del 11-S, la CIA ya estaba autorizada –según algunas directivas presidenciales– a realizar traslados de reos, pero conforme a reglas mucho más restrictivas.
La cárcel volante de la CIA hace escala en Mallorca
La investigación ha logrado desvelar que Palma de Mallorca es un punto de escala para la AIR CIA, incluido el vuelo en el que se secuestró a Khaled el-Masri a principios del año 2004. Sin embargo, las visitas a Mallorca del Boeing-737 de registro N313P, fletado por la CIA para el secuestro de presuntos terroristas, no se circunscriben a enero de 2004. Son numerosas y están documentadas. Tras depositar en una prisión afgana, regida por estadounidenses, a Khaled el-Masri, el aparato regresa a Palma el 26 de enero. Esta vez no se halla en aviación general, sino en la zona comercial donde aparcan los interislas de Air Nostrum.
Con todo, la visita más singular a Mallorca del Boeing que la CIA utiliza como prisión, se produjo coincidiendo con los atentados del 11-M. Los espías norteamericanos vivieron en Palma la marea de la masacre de Madrid. Así lo confirma el avistamiento del aparato en Son Sant Joan, como mínimo el 12 de marzo de 2004 -entre la matanza y las elecciones-, a las 16.50 de la tarde. Existen documentos gráficos que atestiguan esta presencia.
Las visitas de la prisión flotante de la CIA se suceden, bajo una u otra configuración. Cuando la investigación periodística descubre la trama de secuestros, para desplazar a los sospechosos a ubicaciones donde pueden ser maltratados al margen de la legislación estadounidense, se efectúa una venta probablemente ficticia del Boeing. El reactor pertenecía a la sociedad Premiere Executive Transport Service, radicada en Massachusetts. Pese a su insignificancia, es una de las únicas nueve marcas autorizadas a aterrizar en las bases militares estadounidenses. Tras el escándalo, el B-737 fue vendido a toda prisa a otra empresa decorativa, Keeler and Tate Mangement. Esta maniobra de despiste viene acompañada por un cambio en su registro. El uno de diciembre del año pasado, el N313P deja de existir, y pasa a registrarse como N4476S. Así figura en la información oficial de la empresa propietaria.
El Boeing-737 de la CIA, ahora N4476S, también ha visitado Mallorca en las últimas semanas, ya dentro de 2005. Las estancias en Son Sant Joan de la prisión volante se extienden por lo menos a lo largo de todo el último año. Ningún indicio permite concluir que su vínculo mallorquín no se remonte a fechas anteriores, dentro de la oleada de secuestros efectuada por la Agencia. Además del traslado de prisioneros arrestados en condiciones dudosas, también se utiliza para el transporte de agentes.
Sabedores de que operan al filo de la ilegalidad respecto de las leyes de su país -y desobedeciendo flagrantemente la legislación de los países donde proceden al arresto-, los agentes de la CIA actúan encapuchados en las operaciones que ejecutan desde sus prisiones volantes, para evitar un hipotético reconocimiento y la exigencia de responsabilidades. En la media docena de casos que han podido rastrearse, los motores del Boeing 737 familiarizado con Son Sant Joan ya giraban, cuando los presos eran introducidos en él. El aparato remontaba el vuelo de inmediato. Los detenidos eran inmovilizados mediante la inyección de un narcótico en sendas dosis, la segunda a la llegada a la prisión donde serán confinados por tiempo indefinido.
Tanto los captores como los interrogadores persiguen que los presuntos terroristas firmen una confesión, por la que se declaran miembros de Al Qaeda. Este trámite fue seguido en el caso de Khaled el-Masri, secuestrado en la operación con base en Palma. La policía macedonia se responsabilizó de los primeros abusos físicos, según el detenido, aunque sin arrancarle la rúbrica que pretendían. Una vez en la prisión de Kabul, se repitió el hostigamiento. La reconstrucción de los vuelos del Boeing-737, con sus largos días de estancia en Palma, ha agregado verosimilitud a su relato.
La Operación Phoenix y su cerebro, John Negroponte
AIR CIA no es una idea “novedosa". Su diseño data de la guerra de Vietnam y se conocía como “Programa Phoenix. El ‘Programa Phoenix’ fue creado por la CIA en 1967, para destruir mediante asesinatos, secuestros y torturas sistemáticos la infraestructura civil del Movimiento de Liberación Nacional de Vietnam (Vietcong). Desde ese momento el actual Director de Inteligencia de Bush a estado en sus entrañas y los ha seguido a traves del mundo pasando por la Operacion Condor, la subparte latinoamericana de Phoenix.
Alrededor de ochenta mil personas fueron asesinadas en Vietnam bajo ese programa que no solo ha sido reactivado como modelo para varios aspectos del orwelliano Department of Homeland Security de Bush, sino también como plan de terrorismo de Estado a nivel global. Preguntado sobre si era necesario que el gobierno de Bush reestableciera un ‘programa de identificación y asesinato’ de adversarios específicos, como el Program Phoenix, el General William G. Boykin, sustituto del subsecretario del Pentágono para asuntos de inteligencia (Deputy Under Secretary of Defense for Intelligence) contestó que: ‘Matar o capturar a esa gente es una misión legítima para el Pentágono’, que coordina la política de seguridad nacional. ‘Creo que estamos haciendo lo que el Program Phoenix quería hacer. Sólo que le quitamos todos esos aires de secretividad’. (’I think we´re doing what the Phoenix program was designed to do, without all of the secrecy.’) A tal propósito el Pentágono ha creado, con el apoyo del Congreso, un segundo Leviatán al lado de la CIA.
Dentro de la Agencia de Inteligencia Militar (Defense Intelligence Agency), el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ha organizado una nueva unidad clandestina de inteligencia y el Congreso ha autorizado por primera vez en la historia de postguerra, un fondo anual de 25 millones de dólares para las fuerzas especiales del Pentágono, que estas pueden usar directamente para ‘apoyar a fuerzas extranjeras, fuerzas irregulares, grupos o individuos’ que ayudan a las misiones contra ‘el terrorismo’. Es decir, desde la corrupción de funcionarios internacionales hasta la contratación de escuadrones de la muerte, las Fuerzas Especiales estadounidenses pueden hacer lo que quieran en el mundo, sin supervisión jurídica de ninguna índole, simplemente invocando la ‘guerra contra el terrorismo’. Junto con los centros clandestinos de tortura, desapariciones y asesinatos, que Washington mantiene de forma directa o indirecta en Jordania, Egipto, Afganistán, Irak y múltiples otros lugares, el mantenimiento de líneas aéreas clandestinas para transferir los secuestrados de un lugar del globo a otro, el desconocimiento total de la Convención de Ginebra y la Operación Phoenix a nivel mundial, el trio Bush-Rumsfeld-Rice han creado la Primera Internacional del Terror eficiente, que ha conocido la historia humana.
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