Rapada por mantener relaciones con un español
Una joven francesa de origen tunecino, golpeada por rechazar un matrimonio forzado, lleva a su familia a los tribunales
AGUSTÍ FANCELLI (ENVIADO ESPECIAL) - Lyon - 16/12/2006
Un oscuro caso de violencia doméstica llegó a conocimiento de los policías de la comisaría de la calle Diderot de Oullin, un suburbio al sur de Lyon (Francia). La denunciante era una vecina de unos números más abajo de la misma calle, una muchacha de 18 años, de origen tunecino, que llevaba la parte derecha del cuero cabelludo rasurada y que presentaba hematomas en la cara y en diferentes partes del cuerpo. Según el relato policial, la joven había recibido una paliza de su hermano Hani, tres años mayor que ella, el cual, ayudado por el padre, Amor K., de 62 años, electricista jubilado, le cortó el pelo con una navaja mientras permanecía inmovilizada en el suelo y luego la encerró en el baño, ante la mirada supuestamente cómplice de la madre.
La chica se gastó la dote prevista para el primo con el que la iban a casar
En apariencia, la familia de la joven está integrada, pero en algún punto falla.
La llegada a casa de la hija mayor, Intssar, estudiante de enfermería de 24 años, evitó males mayores, como que su hermana se bebiera un vaso de lejía que había llenado en el baño y que, según otras reconstrucciones de la trifulca, sí acabó por ingerir. Una vez liberada, la chica no dudó en denunciar a su familia. Y también apuntó la causa: su relación con Paco, un español ajeno a las costumbres del islam -que no ha sido llamado a declarar-, era mal vista en casa.