A ver, peores ratos:
Cuando tenía 10 años o así, dos de 14 me pararon cuando volvía del cole y me empezaron a acosar y a preguntarme "¿tú te corres?". Yo ni sabía lo que era eso.
Cuando repetí 1 de BUP por fugarme porque le había cogido ansiedad a las clases de mates, mi madre se enteró y me dió una golpisa. Mi casa era pequeña, no había escapatoria. Tenía una especie de amigo con el compartía las revistas porno, nos ibamos a mirarlas a un descampado. Una vez le acompañé a su casa y era un sitio un poco tétrico. Me dió mala espina y me fuí, ya no le frecuenté más. Otras veces simplemente me sentaba en la calle a leer a Stephen King y cosas así.
Una vez que mi madre me pilló polla en mano.
A los 12 que tenía un amigo donde veraneabamos que era el único que tenía. El resto de los niños del sitio en general me acosaban. Un día le conté una cosa que me hacía sentir vergüenza (no me acuerdo qué era, algo de los monopatines), y por alguna razón se fue a donde estaban los otros y se lo contó en voz alta, todos se rieron.
Otra vez ese mismo grupo, no sé a santo de qué (alguna apuesta amañada), me sujetaron entre varios y me fueron dando puñetazos en el dorso de las manos. Se me hincharon como ruedas unos días, se las tuve que ocultar a mis padres, no sabía como explicarlo.
Otra vez ese mismo grupo, un día me sentí cómodo con ellos y se me ocurrío hablar de que naturalmente estaba cachondo (como lo estabamos todos), y por alguna razón decidieron que el resto del verano cada vez que pasaban por delante de mi casa, iban a gritar "Cenobita está quesudo". Una palabra que teníamos entonces. Esto me resultaba humillante porque mi madre ponía mala cara por todo lo que fuera sexo.
En ese lugar de veraneo hubo dos niñas feas que se pusieron a acosarme un tiempo, llegó un momento en que no pude salir de casa, y mi madre tuvo que salir a espantarlas.
Otra vez me hicieron llegar un mensaje de una de las rubias cachondas del pueblo (la menos cachonda) que decía que yo le gustaba. La trampa se olía a kms, tuve miedo de que me dieran una paliza o algo, así que lo ignoré.
El último año que veraneé ahí aprendí a echar las cartas (me molaba el espiritismo), y se las eché a una niñata que me gustaba. Tendríamos como 13 años. Luego se fue con los surferitos de 15-16 y les oí reírse de mi.
Todo esto de los veraneos fue entre los 12-15 supongo. Una vez que llegué a dicha edad ya dejé de irme los veranos con mis padres, con la excusa de guardarles la casa de ciudad.
A los 18 le intenté decir a una que me tenía loco perdido que si salía conmigo. La verdad es que no supe explicarme muy bien, aunque naturalmente ella ya sabía lo que yo quería, lo pasé bastante mal diciéndolo. Por supuesto no dijo nada, la negativa fue implicita. Hace dos años me la encontré en Tinder, todavía estaba buena y en Madrid, le dí a super like. Ella no.
Me acuerdo de otras más, pero estas probablemente fueron las que más se quedaron grabadas.