elgurubaneado rebuznó:
No me escapo. Yo no tengo pasta para ser soldado profesional; si tuviera vocación, talvez lo sería, y seguro que me hubieran entrenado para soportar momentos más duros que el que me estén tirando piedras unos mocosos. Porque si a estos chicos los apalean por lo que han hecho, si hacen prisionero a alguien que les disparó, lo que le espera....
Ya me se el rollo de que están en una guerra, y el stress y la madre que los parió...pero la palabra "profesional" implica eso....profesionalidad...y estos capullitos británicos, la cagaron.
Sin ánimo de ofender, ¿es o está usted gilipollas? ¿Qué es eso de
tener pasta para ser soldado profesional? Va a resultar ahora que para entrar en el ejército se necesita que papá sea directivo de alguna empresa gorda. Si tuviera usted vocación y fuera soldado, por mucho que le hayan entrenado, le aseguro que no le llegarán a tirar tripas de sus compañeros reventados por un suicida por encima suyo, ni le tocará cortar la hemorragia del que duerme en la litera de arriba en el cuartelillo cuando pise una mina, ni le tocará despedir en el aeropuerto los 11 ataúdes del batallón de al lado (con le que jugaba al futbolín) que cayó en una emboscada cerca de Rafala. Esos son momentos duros, y para eso no hay entrenamiento que valga, diga usted lo que diga. Así que yo creo que ya valió de gilipolleces.
elgurubaneado rebuznó:
No me valen las comparaciones con los islamistas salvajes que decapitan y torturan, porque son justamente eso: salvajes. Pero como te dije antes, el "mundo occidental y cristiano" se ganó unos cuantos adeptos más en Irak.
Si no le valen las comparaciones no discuta de los actos de los soldados, pues sólo se pueden juzgar mediante la comparación de lo que hacen los demás. En este
mundo occidental y cristiano existe una cosa que se llama Carta de los Derechos Humanos, la cual más o menos se respeta, pero en el
mundo oriental y musulmán brilla por su ausencia.
Aparte de eso, y para terminar de barrer los restos de esta gilipollez, los chulitos de mi barrio me han dado hostias mil veces mas salvajes que esas, y ningún político ha puesto el grito en el cielo por ello. Ni lo harán. Pero como ahora está de moda
la sensibilidad del mundo islámico, pues nada, sigan ustedes haciéndoles la cama, y dentro de 10 años me cuenta usted que le parece hacer cinco paradas diarias en su jornada laboral para inclinarse en dirección a La Meca.