Venga, voy a ello.
Tras varios mensajes preguntándole información, me lanzo. ¿Mañana puedes? Me dice que sí. Pefecto. Yo ya todo el día caliente fantaseando. Llega el día D y me acerco un ratito antes al puerto de nuestra gloriosa ciudad, paseando por esa difunta recta de meta en la que Fernando Alonso nos deleitó con su Ferrari allá por 2012. Mientras, espero el ansiado mensaje de "ya estoy lista". Cuando llega, me acerco raudo y veloz al portal de JJ Domine. Encima voy y me equivoco, era otro. No pasa nada. Nos reímos. Voy al correcto y subo. Es un edificio enorme, con un montón de puertas, la mayoría de negocios, bufetes de abogados y estas cosas, tiene bastante trajín, por lo que pasas un poco desapercibido, porque ahí entra y sale gente habitualmente. Era un primero nada más subir la escalera (yo soy de los que si la chica vive en un primero o segundo subo por las escaleras para más sigilo, si vive en un tercero o más lo siento, pero ya pillo el ascensor y me arriesgo a coincidir con un vecino). Me abre y paso. Guapísima de cara. Joven, aunque ya le echo más cerca de los 30 que de los 20. Labios carnosos, así operadillos, que me gustan. Untados de pintalabios, que me dejan la marca y se ríe, claro, hubo que quitarlo con un clínex porque si no íbamos a dejar pruebas del delito. Dentro del piso es como una oficina enorme, hay varias puertas, y ella te lleva a la suya, pero no hay nadie, al menos que yo escuche, en el resto. Entramos a su cuarto y es bastante grande, con cama de matrimonio, baño dentro del cuarto y lo típico, tele y un silloncito. Hacemos entrega del montante económico acordado (150€ por 45 minutos) y pasamos a la acción. Como venía ya duchado de casa (siempre lo hago), directos. Me lanzo a besarla y es completamente receptiva. Sus labios son suaves y dan mucho gusto. Utiliza la lengua. Pero tuve la sensación de que era yo el que llevaba la voz cantante, no que fuera ella la que te come, que es algo que me encanta de las chicas. Igual si se lo hubiese dicho lo haría, pero no quería ser borde. Voy recorriendo sus curvas, muy pronunciadas, y disfruto del conjunto de lencería que dura más bien poco puesto. Me desnudo y la pobre chica flipa con el tamaño de mi compañero. Que vaya con cuidado dice, que a ver si le voy a hacer daño. Total, que nos enzarzamos en una entrevista y ella ahí venga a agarrar el micrófono. Sin, claro. Buena mamada, tampoco ninguna maravilla, pero cumplidora. Además, su miradita mientras te la chupa te pone a cien porque es innegable que Maya de cara es muy atractiva. Y encima mientras vas viendo el resto del conjunto ahí, con las tetazas cayendo ante la gravedad y el culazo en pompa de fondo reflejado en el espejo. Cambio de roles. Se tumba boca arriba y bajo yo al meollo. Todo limpito y depilado. Rosita. Mi lengua instintivamente se lanza y cumple con creces. Ella disfruta, porque eso se nota. Nos vamos calentando y enfundamos. Pasamos a la acción. Ella encima, increíble. Yo encima, increíble. De pie, increíble. Sentados en el sillón, increíble. Sí que es cierto que no es la scort típica que empieza a chillar 'ay si papi dame' y cosas de esas. Gime, y ya. No sé si era porque de verdad le dolía mi miembro, o qué. Pero yo disfruté con ella. Tras varias embestidas, termino a cuatro, mientras me veo de fondo reflejado en un espejo ante semejante diosa. Charlita de risas mientras limpiamos el empastre y duchita de rigor mientras ella ordena el camastro. Me visto, nos despedimos y a casa tan contento. Yo la recomiendo, porque hay que probarla alguna vez en la vida. Ya si repetiré o no es otro tema, porque al final, como dije, entre lo que cuesta tanto de dinero como de encontrar un hueco con ella, hay veces que piensas que acabas antes con otra. Pero si queréis ir a tiro seguro, vale la pena. Y si os gustan las brasileñas así jovencitas, rubias, operadas, con la combi completa (labios-tetas-culo), es ideal. Prototipo de novia de Neymar en algún carnaval. Viva Brazil y Sao Paolo!!