Que buen rato anoche. Especialmente placentero sin necesidad de que fuese muy duro, aunque si bastante perturbado.
Llegué a su casa y me recibió como dios la trajo al mundo, recién salida de la ducha y todavía mojada y con gotas de agua cayendo por las berzas. Así, sin maquillar y al natural, es bastante evidente que es una puta vieja, y eso me puso un más cachondo. Llevaba el depósito de leche a punto de desbordarse y eso se notó desde el principio.
Me sacó un vinito y algo de picar y nos sentamos en el sofá. Estaba sobona y cachonda después de tantos días, y con actitud dócil.
Sin intercambiar muchas palabras y sin indicaciones por mi parte, se puso a cuatro delante de mí en el sofá. Pegó la cabeza y las tetas al suelo y se acomodó entre mis piernas abiertas con buena pose de manspreading. Subió el culo y abrió las carnosas nalgas. Día de culo! Sabe que esa actitud suplicante me enciende muchisimo. Casi se me escapa el lechazo de verle el ojete y coño, gordo como dos pechugas de pavo, todo el bien depiladito.
Vi, que muy previsora ella, había dejado un bote de lubricante en un mueble que hay junto al sofá. Pero decidí pasar por el momento, no tenía pinta de hacer falta.
Si empezaba a fuego desde el principio me iba a correr demasiado rápido, así que decidí tomármelo con calma. Me incline hasta meter la cabeza entre las nalgas y relamí su culo en pompa. Fui metiendo y sacando dedos por delante y por detrás hasta que ella fue entrando en una especie de trance sexual. Tenía una cara de enajenada grotesca, aplastada contra el suelo y contra sus tetas. Aún me puso más. Le pase varias veces mi mano llena de fluidos suyos, míos, y babas por la cara.
Así pase un rato, jugando con ella. Decidí, solo por probar, por los Loles, enchufarle el mando de la tele por el culo. Es mi ojete y le meto lo que quiero. Costo un poco pero entró ligeramente con algo de lubricante. No servía para follarla, pero fue gracioso. Ella se dejó hacer entre risas. Lo que si que le entró bien fue el mango de un cepillo de pelo que había por allí. Yo ya me había serenado un poco y cuando ella me dijo que quería ya la polla, pues se la metí.
Entró, como siempre entra, sin problemas. Follar por el coño esta bien, pero petarse un culo hace alcanzar cotas de disfrute físico y simbólico que un chocho no da. La metí e hice palanca hacia arriba. Ella con el culo en pompa y yo sentado en el sofá. Mi pene apuntando hacia arriba y sintiendo la tensión de ir en contra de la dirección de su agujero. La puta gloria.
Y entonces la vieja se alzó a cuatro, levantando las pesadas tetas del suelo. Mi polla y su culo estaban horizontalmente alineados. E iba a procedir a partirla en dos cuando tomó la iniciativa y me hizo algo mucho mejor.
Empezó a hacer contracciones, como succiones que me abrazaban el pene con sus movimientos y me lo extrangulaban. Y luego soltaba. Normalmente soy yo el que le destroza el culo empujando sin piedad, pero este meneito me pilló de improviso y no aguanté mucho. Mientras ella hacía lo suyo, yo le acariciaba el clítoris desde abajo. Entonces se corrió y las contracciones del culo fueron descomunales y me estrangularon el ganso. Se lo solté todo dentro. Luego no debaja de brotar. Rellena como un pavo, la aparte y se quedó tirada en el suelo un pcoo, mojando la alfombra. Después de fue al baño y yo me quedé tirado en el sofá bastante ko.
Era pronto aún, así que hubo tiempo para un segundo asalto, más genérico, solo con sexo oral, mientras ella yacia tirada como una morsa sonriente el sofá. Le lefe las tetas y nos fuimos a dormir un rato después.
Esta mañana he despertado sobre las 7. Empalme matutino. Y mientras ella dormía, la he abierto de piernas y se la he metido. No me interesaba mucho más que descargar, así que le he vuelto a lefar las entrañas y me he hecho un desayuno mientras ella se volvía a quedar seca.
He ido a despedirme y seguía sobado, así que para el gym(donde voy a ver pollas)(donde voy a ver pollas) prontito y ahí la he dejado.