Bueno, os cuento lo del finde. Para todas las cosas que podrían haber salido mal, estuvo bien, experiencia agradable.
Habíamos organizado el plan a prisa y corriendo y yo seguía algo temeroso de cancelación de última hora. Acordamos vernos en Madrid, porque la divorciada quería discreción y nosotros tampoco podíamos llegar a Cantabria el viernes y aprovechar la tarde.
Así que la vieja reservó un hotelito bastante majo e impersonal. Nada de hostales cutres ni de moteles temático-sexuales. Not this time. Pillo dos habitaciones. Una para la divorciada y para mí y otra para ella, en otra planta. Como ya dije, no quería intervenir, solo iba en calidad de acompañante.
Cuando la vieja y yo salimos de nuestra ciudad nos empezamos el juego y nos comportamos como una pareja. Nos besamos, nos damos cariño y ese tipo de cosas que hace la gente normal, pero provocando estupor y desconcierto entre la gente cuando nos ve. Ella me presume y yo me engorilo de pensar que soy su juguetito. Es gracioso ver cómo la gente no entiende nada. En fin, que llegamos al hotel y entramos bien pegaditos y la vieja dijo que una habitación era para ella y "mi novio" ( con mirada vacilona al decirlo y cara blanca del chaval de recepción) y la otra pars una amiga que llegaría en seguida.
Esperamos en la habitación hasta que llamó su amiga, que ya estaba en la puerta del hotel. Salimos a recibirla, nos presentó, dos besos y todo normal como si nada fuese a pasar y fuésemos dos personas educadas. Subio a dejar las cosas a su habitación y quedamos en dar una vuelta e ir a tomar algo.
Era más maja en persona que en las fotos. Muy flaquita y sin apenas chica. Iba muy bien vestida y olía bien. Se notaba que se había cuidado todo lo que su fibrosa y menuda genética le había permitido. De cara normalita, habría sido mona y resultona en su juventud, pero sin más.
Nos fuimos a tomar algo por la zona en bares pijos de tardeo y de cincuentones que la divorciada conocía.
La puta vieja es muy inteligente y tiene habilidad natural para que sus planes sexuales culminen.Es extremadamente carismática y maneja super bien las relaciones sociales. En ningún momento se mostró cerda o cariñosa conmigo más de lo que se mostrarían dos amigos. Sabía perfectamente que si amiga igual podía achantarse si veía que se iba a comer las babas de la vieja o si los dos nos encendíamos en público. Así que se limitó a hacer de perfecta anfitriona y a dirigir una conversación lo más banal posible. Anécdotas de ellas de jóvenes, pelis, conocidos, chismes... Su amiga, que estaba algo tensa al principio, comenzó a relajarse y a olvidarse de que yo estaba allí para darle mambo. Fue un rato divertido, sinceramente. Al principio yo analizaba a la señora e imaginaba como sería sin ropa, o que cosas le gustaría hacer, pero la vieja nos fue llevando a un terreno en el que ninguno de los tres se sintió forzado o incómodo. Simplemente echamos varias horas tomando unos copazos y charlando. No se si lo hace adrede y conscientemente o si es así de campechana de normal. Sospecho que las dos cosas.
El caso es que el rato fue pasando, anocheció y ya llevábamos unas copillas encima.Picamos algo entre medias para hacer masa, pero ya íbamos algo deshinibidos. La vieja también marcaba un poco el ritmo para evitar que nos pasásemos, pero de manera muy sutil. Se invitó a varias rondas, y otras las pago su amiga. Yo también invite a alguna, porque aunque nunca pago si está la vieja, había que fingir cierta normalidad (bueno, no fingir, pero se había generado ese clima de forma natural).
La verdad es que la divorciada era una tía súper maja. Me esperaba una mojigata medio monja con crisis existencial, dispuesta a huir hacia adelante, pero era bastante dicharachera, era muy graciosa, sabía reírse de si misma y parecía una tía bastante moderna y con bastante mundo. Me cayó francamente bien.
Y poco a poco todo empezó a subir un poco de tono. Las conversaciones se tornaron más picantes y el contacto físico era mayor. Ya íbamos algo atemperados y había buen ambiente. En un local ya bastante nocturno, la vieja se fue al baño y nos dejó solos en la barra a la divorciada y a mi. Seguimos con la conversación normal, ella hizo alguna broma riéndose de su situación y una cosa llevó a la otra y me besó bastante apasionadamente. Respondí el beso y me pegué a ella. Sabía francamente bien. Sabor a tia de pasta, la verdad. Era huesuda. Me empecé a excitar y me empalmé. La atraje contra mi para que lo notase. Beso con más ganas y empezó a respirar entrecortadamente. Nos separamos y llevaba la mirada tibia. Esto estaba hecho.
Fuimos a la mesa con las bebidas y seguimos, más apartados de todo.
Vi a la vieja al fondo del local, hablando con unos tíos. Estaba a lo suyo, dejándonos sitio pero aprovechando el tiempo. Seguimos liandonos como dos adolescentes
La temperatura iba subiendo y yo ya empezaba a querer más. Ella también. Me dijo que pillasemos un taxi al hotel. Fue al baño y de camino localizó a la vieja y le dijo que nos íbamos, que si venía. Ella le dijo que no, que ya iría por su cuenta. Se quedó en el bar con los tíos. Pensé que iba a aprovechar también su noche, pero al día siguiente me enteré de que no había hecho nada, que había preferido centrase en disfrutar el jueguecito de saber que yo estaba en una habitación del mismo hotel follandome a su amiga y ella masturbándose en soledad sin un maromo random entrometiéndose. Tampoco me habría importado que hubiese pasado un buen rato con alguien, eh.
Así que salimos del bar, ella me tiraba de la mano. Montamos en un taxi y al hotel. Pagó ella sin darme tiempo a decidir. El chaval de recepción que nos vio entrar de la mano y con evidente urgencia era el mismo que nos había atendido a la vieja y a mí. No entendia nada el pobre. Totalmente desubicado de verme entrar con la amiga cincuentona de "mi pareja cusaisexageneria". Jajajajajajja
En la habitación todo fluyó fenomenal. Nos desnudamos con urgencia y como habría cualquier persona normal. Ella temblaba. Di las luces y la vi en la cama. Estaba cachonda, pero también se veía nerviosa y algo acomplejada, creo. Era como una adolescente en sus primeras veces.
Inspeccioné su cuerpo. Como ya había intuido, flacucho y huesudo, muy fibrada. Sin tripa, ni muslos, ni culo. La piel fina y suave, lisa, sin lunares ni cosas desagradables. Las tetas caídas y algo arrugadas, no mí grandes, pero decentes, en su día debieron de ser dignas. No tenía muchas arrugas porque estaba bastante flaca, solo en la cara. También tenía una cicatriz de cesárea bajo el vientre, no muy marcada. No era un cuerpo de mi estilo, muy muy diferente a la voluptuosidad y a la presencia de la vieja. Pero me pareció diferente y apetecible.
Un impulso depredador se apoderó brevemente de mi y pensé en partirla en dos, en reventarle el cacas entre esas nalgas inexistentes, en atravesarle la garganta...
Pero ella se anticipó y tomó la iniciativa y se incorporó para besarme la boca. Mi deseo se canalizó de forma más natural y se adaptó bien al contexto. De algún modo entendí que no era el mismo tipo de mujer que la vieja o el mismo tipo de animal que la francés, y aún siguiendo terriblemente cachondo, las fantasías de sexo violento no volvieron a cruzarse por mi mente. Ojo, no quiere decir que me resignarse al misionero y a darle besitos.
Ella había tomado la iniciativa, pero seguía tiritando y muy nerviosa. Era evidente que no se sentía a gusto con su cuerpo, o que pensaba que yo me iba a venir abajo.
Así que la tumbe delicadamente contra la cama y le baje suave las bragas negras que llevaba. ¡Se había depilado el chocho! Pensé que era algo enternecedor, como la chavalita que se depila el potorro para su primer polvo. Pero me gustó.
Sinceramente, tenía el chocho como un berberecho. Por el no había parido, pero se notaba algo envejecido. No se cómo explicarlo. Creo que el chocho de la vieja es carnoso, generoso, cálido y voluptuoso porque siempre se ha mantenido vivo y ha sido instrumento de su disfrute. El chocho de esta mujer necesitaba pelo. Estaba demasiado flaca y parecía un orificio enclavado entre dos piernas demasiado separadas, sin carne ni "contexto" al rededor. Parecía un render de chocho pegado a un cuerpo. Pero me hizo gracia y me pareció apetecible. Decidí ir a lo seguro y comer antes que penetrar.
Fui poco a poco, besando sus muslos sin carne, separando poco a poco las piernas. Empezó a jadear y a arquearse. Mostró algo de resistencia durante unos segundos hasta que sus piernas se abrieron por completo y law manos me empujaron la cabeza contra el chocho. Y entonces, de pronto, note como su cuerpo se destensaba y ya era mío. Comi y comí y le rechupetee los alrededores de ese chocho flacucho. Sabía bien y estaba limpio. Como digo, era una mujer de cierta clase.
Le hice unos dedillos y volví a comer. Gemia de manera mucho más suave e intima que la vieja, que jadea como un cerdo, y desde luego nada que ver con la francesa, que chilla excéntricamente como la oligofrénica que es.
Está mujer estaba disfrutando, pero de un modo más intimo. Se notaba que aprovechaba bien cada segundo. Aun así, eché de menos la cantidad de chorro que suelta la vieja. No es que este estuviera seca, pero no era un manantial.
Después le metí el rabo y follisqueamos bastante intenso. Le di bastante caña, pero siempre dentro de unos límites tolerables. Fue un polvazo absolutamente normativo, pero un polvazo. Se corrió y yo hice lo mismo mientras ella seguía con espasmos. Aunque lo habíamos hecho sin condon (permiso de la vieja y de ella, que ya era infértil y no había chuscado más que con su exmarido meses atrás) decidí echarlo fuera y se lo dejé caer en la tripa.
Ella ya había perdido la vergüenza y dijo algo en plan: " joder no recordaba lo pringoso que era esto, ya es patético, eh"
Yo le dije que era porque había querido y que ya sabía lo que tocaba de ahora en adelante. O algo así. Se fue a limpiar, y me hablaba desde el baño. Como digo, una tía maja. Sorprendentemente normal y sin taras.
Hablamos un rato tumbados en la cama y con besos. Yo ya iba teniendo ganas de un segundo asalto cuando ella bajó al pilon y empezó a chupar. Mamada absolutamente mediocre y falta de técnica. Prescindible. Pero agradecí su entusiasmo e iniciativa y mi soldado creció de nuevo. Le dejé que chupara un rato, intentando disfrutar, pero lo hacía bastante mal, así que en cuanto fue aceptable, la aparte de ahí. Se me subió encima y me montó ella.
Muy bien, muy muy bien. Se movía guay. Era ligera y enérgica. La ausencia de carnes la hacia menos sexy, pero le permitía moverse con mucha flexibilidad, se la podía clavar muy al fondo y le ponía ganas. Casi me corro, me la tuve que quitar de encima. Para recuperarme y bajar el ritmo le hice unos dedos suavecitos. Jadeos rítmicos, más jadeos, más..y se corrió una segunda vez. Casi sin recuperarse se me volvió a poner encima y me acabó. Está vez le cayó dentro.
Fue corriendo al baño a echarlo y cuando intenté volver a cubrirla para rematar, me dijo que no podía más. Se durmió a los dos minutos. Me habría gustado una última descarga, pero en fin, había sido un señor polvazo, aunque dentro de los estándares de la norma, muy disfrutable.
Folla lo suficientemente bien y es lo suficientemente carismática y con personalidad para emparejarse con ella a largo plazo. No es una perturbada ni una sosa. Encontrará otro gañan pronto.
Yo caí enseguida también. A la mañana siguiente me despertó con un beso en la mejilla. Iba recién duchada y me dijo que se iba a tomar algo con mi vieja, que habían quedado al vermú. Se vistió mientras rápidamente y salió por la puerta de la habitación jovialmente. Estaba satisfecha.
Yo bajé a la habitación de la vieja ( y mía) y vi que había un dildo en la cama y restos de que se había estado dando consuelo. Me hice una paja en el tanga que había llevado mi señora la noche anterior y lo volví a dejar en su sitio. A veces lo hago. No creo que a nadie le sorprenda a estas alturas.
Me di una ducha y me fui a ver la ciudad por mi cuenta, que a parte de los chochos y las tetas también disfruto de museos. No supe nada de ellas en todo el día.
A eso de las ocho, me llamó la vieja, que si quería un segundo asalto con su amiga, que estaba loquita por repetir. Ahora sí, las dos iban bastante cocidas ( a la otra se le oía partirse el culo por detras). Se notaba que habían estado hablando del tema y habían roto todos los tabús que pudiera haber. Les dije que esperaba en el hotel en una media hora. Subí a la habitación de la divorciada, con la tarjeta que me había dejado y esperé. Llegó a los diez minutos, bastante acelerada. Nos liamos a fuego, con ella muy activa. Me dijo que se tenía que acicalar en el baño, que le diese un momento. Cortada de rollo, pero agradecí que se duchase. Seguimos liandonos y volvimos a follar, está vez más directos y a saco. Yo, que soy un pervertido, entre medio de los metesacas, le di la vuelta y le abrí las nalgas. Esos dos pequeños mofletillos inexistentes. Buscaba su ojete, que estaba expuesto y poco protegido.
"No no, por ahí no, dijo ella" . No pensaba follarselo, sabía que era demasiado. Pero si algo me apasiona es comer culo y me he propuesto como objetivo vital probar todos los ojetes de todas las señoritas que me folle en lo que me queda de vida.
"Tranquila" le dije. Y la agarre de las caderas hacia arriba, llevandomelo a la cara como un trozo de pastel. "No, pero que hacessss??" Se resistió hasta que noto la lengua. Y se rindió.
No se cuánto rato estuve pero la tía se iba regulando para no correrse demasiado pronto. Me apartaba la mano que tenía acariciándole el chocho mientras. Al final la hice culminar con penetración chochera.
En el postcoito me dijo que nunca jamás en la vida nadie le había hecho eso, pero que le habia gustado mucho. Que si no me daba asco, que vaya guarrada. Se reía mogollón, de mi, de ella misma y de verguenza. Pero me dijo: "puedes hacerlo otra vez?" Que mona, la puta divorciada.
Segundo asalto con todo un poco. No duro para un tercero, pero los dos del sábado fueron más intensos y deshinibidos que los del viernes. Salvo lo del culo, todo normativo y poco parafilico. Dos polvos que podrían haber tenido dos personas normales que hubieran ligado en una discoteca, pero con buena química y con el aliciente de que yo iba como préstamo de la vieja a su amiga.
A la mañana siguiente baje yo antes a la habitación de la vieja, que dormía plácidamente. Luego bajamos los tres a la hora de hacer el check out y todo muy bien, dos besos, alguna chanza de la divorciada hacia a la vieja diciendo que que puta es, que ya le vale. Y la vieja respondiendo con sorna.
Vuelta a casa con una grata experiencia y mi vieja orgullosa y cachondísima.
El domingo noche cené con unos colegas y la vieja volvió a su casa que el lunes tenía recados. Le he dicho que se quede ahí está semana, que necesito recuperar estos días para estudiar. Me ha dicho que sin problema, mientras el finde la dejé paralítica. Así que está semana de merecido reposo..
Freak
Forero del todo a cien
Veterano
Asiduo
Freak total
Clásico
