Tranquilos, todo sigue en orden.
Simplemente no he encontrado hueco para relataros en condiciones.
Las navidades han sido intensas. Rechazamos a la francesa, que nos invitó a otra orgía en no se qué pueblo de los Pirineos franceses. Pasamos de movidas chungas y no queremos encontrarnos con sorpresas legales en un futuro.
Pero el plan pirenaico nos pareció chachi y nos alquilamos una casa rural al otro lado de la frontera. Jugamos el rollo primitivo y pasamos de todo tipo de tecnología moderna. Acabamos en pelota picada a casi bajo cero en mitad de un bosque entre ramaje y barro. Incomodo pero muy estimulante. Ella jugó a qué se resistía, así que tuve que usar argumentos fisicos. Polvo de gruñidos, violencia y suciedad. Muy divertido. Eso sí, efectivamente, pulmonía al canto. Los días de después ella estuvo muy jodida y yo menos, pero también.
En noche vieja nos fuimos a un Airbnb en la capital y nos retamos a ver quién follaba antes con un desconocido estando los dos presentes en el mismo bar. Obviamente, fue ella. Iba completamente puton y con las berzas casi fuera. Vestido negro y muy arreglada.
Jugó a entrarle a muchachitos super jóvenes haciéndose la tonta. Auténtica hembra alfa, como maneja a esos peleles. Yo la observaba desde la otra punta del local. Nos juntamos en el baño, le comí las tetas y la boca y volvimos cada uno a lo nuestro. Decidió pasar de los niñatos e irse con un tío cincuentón bastante potente, con pinta de ejecutivo y mazas. La vi salir con el y montarse en un taxi, y fueron al apartamento. Iba marcada por mi lengua, como siempre. Llevaba toda su genitalia relamida y sellada por mi.
Yo apuré mis últimos intentos. Terminé liandome con una tía de mi edad bastante mediocre pero con buen culo. Nos liamos, le metí mano en la puerta del bar, pero no quiso venirse porque dejaba solas a sus amigas. O por lo que fuese. Decidí ponerme como reto ir a por otra torda del mismo bar, pero ya era tardísimo e iba todo el mundo hiper pasado.
Y recibí un mensaje de la vieja diciendo que me esperaba duchada en la cama, que había despachado al tipo después de un polvo muy satisfactorio.
Así que pille un taxi y fui para allá.
Dormía desnuda en la cama y después de olerla para asegurarme de que estaba duchada, me follé lo que es mío. Tardo un rato en despertarse del todo la cabrona, tuve que darle con violencia. Jugo la carta del desinterés y la desidia y se mantuvo pasiva, ofreciendo sus agujeros sumisamente, pero sin hacer más. Yo embesti enfurecido hasta que me cansé. Agarré su cara y le lefé ese rostro arrugado y gordito que tiene, ya libre de maquillajes.
Después caí rendido, como ella.
Y para reyes me regaló una noche con una putuca y ella misma en calidad de espectadora y participante. Se gastó la panoja y me seleccionó ella a la muchacha. Una chica super jovencita y tierna, colombiana, muy bella, muy preta, con un culo pequeño y firme, un ojete canónico y un chocho apretadísimo. Las tetas eran dos peritas morenas de pezones oscuros. La chicha vino al hotel asustada de lo que ahí se encontró, pero terminó disfrutando y completamente suelta, desentendida del trabajo y gusrreando de veras. La vieja se reventó el potorro con su juguete succionador mientras yo disfrutaba con la puta. No interaccionaron, pero si hubo mamada a dos y juegos con ambas a la vez (pero no entre ellas).
Después me prohibió ducharme porque quería oler el perfume y el sudor de otra mujer en mi cuerpo. Que le pone a mil. Cada vez disfruta más de esto, tarde o temprano haré que se folle a una tía. Es mi único objetivo antes de morir ( o que muera ella, que es más probable)
Y poco más. Han sido experiencias divertidas. Me gustó muchísimo la puta, creo que repetiremos con ella. Contrasta su aspecto inocente con la sabiduría sexual y las formas orondas de la vieja.
Por cierto, a la cerda es de la foto de arriba le arrancaba las tetas a mordiscos. Qué morbo tan barriobajero.