Me estoy follando a una VIEJA. No me arrepiento.

  • Iniciador del tema Iniciador del tema VRC
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
Póngalo de esta manera: que realmente en esas fotos se hubiera alcanzado el culmen de la opacidad de taras físicas. Pavoroso, eh?



Qué cariñoso se ha levantado usted hoy, no? Alhaja! Perla!
No, es corrector, quería poner joder
 
Última edición:
Hoyga, que yo venía a ver si había follado @Ferris , y en su defecto a ver si le habían extirpado un riñón a ud los gabachos, pero no nos cuenta nada, y estoy triste.
 
Estimado @VRC , se le va acumulando la faena....
Vamos allá pues, que no he podido ponerme antes.
Noche del miércoles.

Lo habíamos dejado con los gabachos picando a la puerta, y yo con unos nervios importantes esperando de pie, desnudo, al lado del sillón, a que la vieja les abriese la puerta.
Abrió la puerta y aparecieron: ella delante, y él medio escondido detrás de ella.
La francesa era una tía guapilla, con cara de MUY francesa. Eso me dio asco y morbo a la vez. Rondaba los cuarenta y pico. Delgadita, buen culo, tetas bien puestas y atlética. Las fotos que pongo luego la desmerecen un pcoo la verdad. El pelo no es gris, era una especie de platino tenido a lo Daenerys. La piñata no es era tan exagerada como parece en la foto, pero al faltarle el contexto del resto de la cara... Tenía los ojos grises, muy bonitos, y una nariz algo ganchuda. Como digo, muy muy francesa. Iba vestida bastante natural cuando entró, unos shorts, una camiseta de tirantes y unas sandalias. Se le veía la maldad desde lejos, no se decir por qué.
Y detrás iba él, que era un cuerpo escombro lamentable. ¿Sabéis Bernardo, el parguela de camera café? Pues algo así, pero no tan exagerado. Medio calvo, gafotas, muy muy flaco y vestido como un notario o como alguien que vive con su madre. Solo le faltaban las chanclas con calcetines, pero iba con unas sandalias que eran igual de tristes.

La vieja y la francesa dominaron la situación desde el principio. Se saludaron con besos en las mejillas, y hubo confusión porque la gabacha siguió besando. Resulta que son de Normandía y ahí se dan un cholon de besos para saludar. La vieja hizo una broma en francés y mimizo la confusión con gracia, porque la tía se rió. El marido también, al son de su mujer.
Al marido ni lo saludo la vieja, ni lo presentó la francesa. De hecho no se ni como se llama. Ella se llamaba,Coralie, por cierto.

La vieja condujo a la francesa hasta mi y nos presentó. Dijo que "era su hombre, y que esta noche ella me iba a poder disfrutar". Nos dimos los cuatro besos de rigor y ella me puso una mano en la cadera y otra en el hombro para hacerlo. Y ahí yo me tranquilice y me puse como un tren. Noté que la tía estaba completamente en celo y que no se si yo o la situación la tenía chorreando antes de empezar. Noté una tensión sexual burrisima en el ambiente. La tía iba con todo y se notaba.
Las dos se sentaron en el sofá grande y el imbécil del marido se sentó en el sillón de enfrente. Era acojonante como todo el mundo le ignoraba. La vieja le preguntó algo a Coralie y luego me pidió que prepararse unos vinos y unos cubatas.
Les acerque las cosas y ellas estuvieron charlando en francés y bebiendo un rato. La francesa miraba a la vieja con ganas de chuscarsela 100 por cien, pero ya sabía que con ella no había nada que hacer. A mí me miraba cada poco, también.
Le ofrecí bebida al marido, que estaba callado, sentado y sin moverse, con las manos en los reposabrazos. Podría ser una momia. Declinó con la mano la bebida, y la francesa dijo algo. La vieja tradujo: a él no.
Jodo, menudo nivel de zorra sádica, pensé. Sentí bastante pena por el tío, era evidente ( y luego lo comprobé) que el no quería estar ahí.
Por lo visto ese rato la vieja y la francesa hablar precisamente de eso, de la relación de ellos dos, según me contó al día siguiente. Debían de ser novietes desde muy críos. El había envejecido mal y ella, aunque no era una diosa, era una tía. El tenía mucha pasta porque tenía buen curro de algo empresarial y ella, no lo se. Y lo típico. Crisis de pareja, y ella propone el rollo swinger y cerdeo, sometiéndolo a él por las buenas o las malas, a acatar su decisión. Vamos, que él estaba ahí arrastrado por no perder al amor de su vida y ella hacía lo que quería con él en todos los niveles. Menudos personajes.
Ya tenía bastante claro que esa noche iba a ser como follarse al diablo, así que me propuse hacerlo a lo grande y pensar lo menos posible en el pobre y patético marido, que al fin y al cabo estaba ahí porque no tenía huevos para mandar a tomar por culo a esa zorra.
Coralie pimplaba que daba gusto y a lo que me acerque a rellenar la copa de vino, le dijo algo a la vieja y Ella asintió. Me miró, y dijo: disfruta. La francesa se bebió la copa de trago y me empezó a acariciar la cintura, las piernas y la tripa. Me agarro la polla, aún semimorcillona, y se la metió a la boca, lamiendo luego como un calipo. Madre mía, como iba la tía. Parecía puesta de algo, aunque no le había visto tomar nada. En ese punto y habiendome dado luz verde la vieja, decidí ponerla en su lugar y ver si me aguantaba el ritmo esa sádica.
Me subí al sofá y le empotre la cabeza contra el respaldo, metiéndole la tranca lo más ql fondo que pude, y haciendole una de las mejores folladas de garganta que recuerdo. Diría que incluso casi al nivel de los de la vieja, aunque puede que fuese el morbo de la novedad. Yo estaba inspirado y la tía aguantaba bien. Presionaba un pcoo con las palmas en mis muslos pero se dejó e incluso se la metía más en la boca si podía.
La vieja se puso en el sofá de al lado y se quitó el batin de gasa. Se abrió de patas y empezó a tocarse por dentro de la lencería. Me lanzó un guiño y sonrió. Al marido no lo veia porque estaba a mis espaldas. Seguí presionando y la tía seguía aguantando.
Me dijo algo en francés entre jadeos y bajas y no entendí nada y me la peló lo que tuviese que decir semejante despojo de mujer, así que se la volví a meter. La vieja me dijo: dice que a la mesa.
Me pareció guay, así que la arrastré a la mesita que había entre los sofás, en medio del salón y ella solita se tumbó y se empezó a quitar la ropa. Yo me posicione entre sus piernas y entonces vi de frente al marido. Ostia que lamentablemente. Con los pantalones bajados y sentado en el sofá, intentaba amasarse el cacahuete, que no solo estaba flacido, sino que parecía encojido para adentro. El tío intentaba pelarsela pero parecía más a punto de llorar.
Pensé que no era mi asunto, y me dispuso a catar la almeja de la señora. Y ahí la vieja me paró, y me dijo que ya sabía lo que tocaba. Se levantó y subió al piso de arriba a por condones. Bastante bajona en ese momento, la verdad. Estaba acostumbrado a follarme a la vieja a pelo, y los condones me parecen un puto horror. La francesa dijo algo que intérprete como que no se preñaba o no sé qué. Vamos, que se la metiese a pelo. Pero a saber que llevaba esa dentro. Y lo que le faltaba al pobre marido, tener un hijo mío...
Así que mientras venía la vieja con las gomas, si la vuelta a la mesa y me puse cerca de su cabeza. Ella, boca arriba, descolgó la cabeza por el borde, como esnucada. Y se la metí por la boca así con toda la fiereza que pude. En una de las sacadas se la dejé posada en la frente, haciéndole un Mortadelo. Ahora es bastante ridículo recordarlo, pero en su momento recuerdo que pensé que iba en honor al maestro ibañez, fallecido esos días antes, y me hizo gracia interna.
Bajo la vieja y se acercó a ponerme ella el condón. Luego volví a su sillón, en frente de mi vista, y se ladeó la braga para que viese como se tocaba el coño. Luego se sacó las tetas del sostén. Ese momento, viendo a mi vieja así, y con la polla ensartada en la garganta de una zorra gabacha creo que es de los mejores momentos de mi vida. Los que habláis de asco y repulsión estáis en vuestro derecho, pero esas sensaciones no son fáciles de alcanzar y solo pude llegar ahí abandonando todo prejuicio y dejando de ser un tiquismiquis. El sexo es químico y mental, no físico. Atreveos a experimentar lo que está fuera de los límites sociales y veréis que no es tan difícil ni es tan horrible. Como digo, tengo el momento grabado en el cerebro como uno de los ítems de mi vida. Se que así será, aunque vendrán mejores.
La arcada de la francesa me sacó del empane, y se la saqué. La tía tosia mucho y pensé que se iba a ahogar. Se lo tendría merecido, pensé. Le di la vuelta en la mesa y zas, por el coño mientras aún se recuperaba. Trate de hacerle daño, y la tía parecía competir conmigo para ver quién se cansaba antes. Gemia como una loca, parecía enajenada y metida, como digo. Era hasta exagerado, pero me puso. Se me puso a cuatro y seguí, al borde del infarto, pero no le quería dar tregua. Aprovechando la pose le abrí las nalgas y le inspeccione el ojete. Bastante bien, parecía inmaculado, pero no me atrevía a meterle morro hasta asegurarme.
La vieja miraba con aprobación mientras se metía los dedos, y el marido seguía sobandose, incapaz de empalmar y con cara de miedo, pena y vergüenza. Coralie no lo miro ni una vez.
En una de las embestidas empecé a notar sus contracciones y las rodillas le flojeron. Empecé a notar aguachirri en mi pito y la pava empezó a gritar y a convulsionar a cuatro patas hasta unos niveles que daban vergüenza ajena. Rápidamente se la saqué, me quite el condón y le eche el grumo en la espalda. La tía se derrumbó en la mesa y yo me tumbe en el sofá.
El marido debió considerar la faena hecha porque puso cara de alivio y se subió los pantalones. Volvió a darme pena.
Intervino la vieja, que le dijo que podía ducharse arriba y pasar al dormitorio.
Ella recogió sus cosas del suelo y subió con el bolso, acompañada de la vieja. Se metió a la ducha y la vieja bajo de nuevo. Me dijo que había estado espectacular y me dio de mamar. Me cogió de la mano y me acompañó escaleras arriba. Al marido le dijo que subirse con una orden francés.
En la habitación había un silloncito, donde se apotronó mi carnosa amante, como una ballena. Se quitó las bragas y el sujetador. El marido se sentó en un taburete.
Yo entre al baño a lavarme la polla y el sudor. La francesa estaba en la ducha, y justo entre cuando se estaba lavando entre las nalgas. Lo interprete como una invitación. Me sonrió, le sonreí, y volví a salir. Me tumbe en la cama y me empecé a pajear con la vieja. Ella hizo lo propio. Y en esto que salió la gabacha del baño, limpita y dispuesta, con el tanguita que se ve en la foto.
Y vuelta a empezar. Se acercó a mí y le pedí echarle la foto. La vieja le tradujo y respondió en frances que si, pero sin cara. Yo como soy un hombre de palabra, le dije que si, aunque no merecía mi respeto, y es una pena, porque ganaba bastante con los ojos grises y la cara de mala gente. Después se echó sobre mí y empezó a mamar suavecito. La verdad es que la tía la chupaba increíble y pese a la piñata generosa que tenía, no raspo en ningún momento.
Después hubo un poco de todo en varias posturas (siempre con condón, desgraciadamente) y con juguetes que había traído ella. La vieja miraba y se enchufaba también sus artilugios, pero no se quiso correr en ningún momento. Disfrutaba de ver.
El marido seguía dando pena. A ratos ni siquiera hacia como que se la pelaba.
Fui creciendo en intensidad y violencia hasta que se puso a cuatro otra vez. Decidí ir con todo. Le pedí lubricante a la vieja y me lo acerco amablemente, mientras se reía con picardía.
Entonces Coralie se giró por primera vez el marido, aún a cuatro. Se abrió de nalgas con las manos y dijo algo en francés que la vieja me tradujo al instante:
"Mi culo es de cualquiera menos tuyo".
WTF. Esa tía era una sádica trastornada. Hasta la vieja me miró con cara de asombro. Yo tarde en reaccionar. La tía gemia a cuatro con el culo en pompa como un gato en celo mientras le echaba lubricante y me cambiaba el condón, tanto que parecía sobreactuado, aunque luego su pulso y su ritmo indicaban lo contrario.
Así que le di lo que quería, mientras ella no apartaba ahora la vista del marido. Lo vi tan roto por dentro y por fuera que no fui capaz de volver a mirar al pobre hombre.
Empecé a empujar y era evidente que a la tía le dolía y que no estaba acostumbrada. Era raro, porque con la vieja follar por el culo era como follar por el coño. Seguí y seguí, y me dio igual si la tía se quejaba o no. Ella estaba dispuesta a ultrajar al marido a toda costa, incluso con dolor. Al final me abrí camino y una vez dentro empuje todo lo que pude.
Aquello iba tan apretado que no fluía bien y entre quejidos la tía consideró que ya había marcado su check y que era momento de pasar a otra cosa.
Por los cojones, pensé. Y cuando se intentó apartar volvi a pretar y enganchandola fuerte de los hombros le di varias embestidas más. Era evidente que le dolía.
Creí ver una mirada de agradecimiento en el marido por humillar a la humilladora, pero igual eran imaginaciones mías para sentirme menos cabron.

Al final la solté y la tía se quedó tirada boca a abajo doliéndose. Yo me baje abajo a por algo de beber y de camino le di un beso a la vieja.
Parón para descansar y luego vuelta al ruedo.
Estuvimos más rato y la tía se corrió alguna vez más. No se meaba, ni hacia squirt, pero empapaba mucho. La vieja no se quiso correr ninguna vez. El marido no llego a correrse ni a empalmar en toda la noche.
A mí llego un punto en el que me dolía tanto la polla (realmente desde que había forzado la enculada, que me rozaba demasiado), que se me hizo casi imposible seguir. Después de uno de los polvos, mientras ella agonizaba, me quite la funda y sin preguntar le eché la baba de macho en el pelo de furcia platino que llevaba. Y ella volvió a mirar al marido.
Os juro que por un momento pensé que iba a hacerle al pobre limpiarle la lefa o lamerla o algo así. Ya me esperaba cualquier cosa. Pero no, solo lo miro con cara de "jodete", enalteciendo sus rasgos de francesa borde. El ya estaba hierático y harto de la vida, creo. Completamente derrotado.
Me tumbe en la cama al lado de ella. La vieja le ofreció ducharse y dijo que no, que se iban ya. Me dio un pico (creo que uno de los pocos besos de la noche), dijo algo en francés entre lo que distinguir " merci" y bajo con la vieja. Ella antes de salir de la habitación me dijo que me duchara.
Aun estuvieron un rato hablando en la planta baja mientras me daba un agua y me echaba a la cama. Oi el ruido del coche medio en sueños y la vieja subiendo las escaleras. Eran las 5 de la mañana casi.
Se tumbó junto a mi, me encasquetó la cabeza entre las berzas y me dio la enhorabuena. Dijo que ella habia disfrutado mucho y que repetiríamos con quién quisiese otras veces, pero que mañnaa le tocaba a ella.
Yo pensé que al día siguiente, con la vieja cachondísima sin correrse, y conmigo destruido físicamente, el día iba a hacerse durísimo y me sobé agotado.

Como he dicho, es uno de los días culmen de mi vida sexual, pero es que al día siguiente la puta vieja no me dio respiro tampoco. De ese día también hay fotos.

Maravilloso mundo el mundo swinger. Tan turbio, divertido y trastornado como uno se espera. Yo creo haber entrado por la puerta grande y espero que se presente otra oportunidad.
 

Archivos adjuntos

  • IMG_20230806_140428.jpg
    IMG_20230806_140428.jpg
    470,6 KB · Visitas: 457
  • IMG_20230727_220558.jpg
    IMG_20230727_220558.jpg
    412,8 KB · Visitas: 465
Última edición:
En una de las sacadas se la dejé posada en la frente, haciéndole un Mortadelo. Ahora es bastante ridículo recordarlo, pero en su momento recuerdo que pensé que iba en honor al maestro ibañez, fallecido esos días antes
:lol::lol::lol::lol::lol::lol::lol::lol::lol::lol:

Maravilloso. Amazo.

Lo del marido de la puta esa, una desgracia.
 
@VRC vas a tener que quedar con la de los abracitos de Ferris y hacerle un roto.
Magnifico relato de cerderio y cochambre moral.
 
Última edición:
Vamos allá pues, que no he podido ponerme antes.
Noche del miércoles.

Lo habíamos dejado con los gabachos picando a la puerta, y yo con unos nervios importantes esperando de pie, desnudo, al lado del sillón, a que la vieja les abriese la puerta.
Abrió la puerta y aparecieron: ella delante, y él medio escondido detrás de ella.
La francesa era una tía guapilla, con cara de MUY francesa. Eso me dio asco y morbo a la vez. Rondaba los cuarenta y pico. Delgadita, buen culo, tetas bien puestas y atlética. Las fotos que pongo luego la desmerecen un pcoo la verdad. El pelo no es gris, era una especie de platino tenido a lo Daenerys. La piñata no es era tan exagerada como parece en la foto, pero al faltarle el contexto del resto de la cara... Tenía los ojos grises, muy bonitos, y una nariz algo ganchuda. Como digo, muy muy francesa. Iba vestida bastante natural cuando entró, unos shorts, una camiseta de tirantes y unas sandalias. Se le veía la maldad desde lejos, no se decir por qué.
Y detrás iba él, que era un cuerpo escombro lamentable. ¿Sabéis Bernardo, el parguela de camera café? Pues algo así, pero no tan exagerado. Medio calvo, gafotas, muy muy flaco y vestido como un notario o como alguien que vive con su madre. Solo le faltaban las chanclas con calcetines, pero iba con unas sandalias que eran igual de tristes.

La vieja y la francesa dominaron la situación desde el principio. Se saludaron con besos en las mejillas, y hubo confusión porque la gabacha siguió besando. Resulta que son de Normandía y ahí se dan un cholon de besos para saludar. La vieja hizo una broma en francés y mimizo la confusión con gracia, porque la tía se rió. El marido también, al son de su mujer.
Al marido ni lo saludo la vieja, ni lo presentó la francesa. De hecho no se ni como se llama. Ella se llamaba,Coralie, por cierto.

La vieja condujo a la francesa hasta mi y nos presentó. Dijo que "era su hombre, y que esta noche ella me iba a poder disfrutar". Nos dimos los cuatro besos de rigor y ella me puso una mano en la cadera y otra en el hombro para hacerlo. Y ahí yo me tranquilice y me puse como un tren. Noté que la tía estaba completamente en celo y que no se si yo o la situación la tenía chorreando antes de empezar. Noté una tensión sexual burrisima en el ambiente. La tía iba con todo y se notaba.
Las dos se sentaron en el sofá grande y el imbécil del marido se sentó en el sillón de enfrente. Era acojonante como todo el mundo le ignoraba. La vieja le preguntó algo a Coralie y luego me pidió que prepararse unos vinos y unos cubatas.
Les acerque las cosas y ellas estuvieron charlando en francés y bebiendo un rato. La francesa miraba a la vieja con ganas de chuscarsela 100 por cien, pero ya sabía que con ella no había nada que hacer. A mí me miraba cada poco, también.
Le ofrecí bebida al marido, que estaba callado, sentado y sin moverse, con las manos en los reposabrazos. Podría ser una momia. Declinó con la mano la bebida, y la francesa dijo algo. La vieja tradujo: a él no.
Jodo, menudo nivel de zorra sádica, pensé. Sentí bastante pena por el tío, era evidente ( y luego lo comprobé) que el no quería estar ahí.
Por lo visto ese rato la vieja y la francesa hablar precisamente de eso, de la relación de ellos dos, según me contó al día siguiente. Debían de ser novietes desde muy críos. El había envejecido mal y ella, aunque no era una diosa, era una tía. El tenía mucha pasta porque tenía buen curro de algo empresarial y ella, no lo se. Y lo típico. Crisis de pareja, y ella propone el rollo swinger y cerdeo, sometiéndolo a él por las buenas o las malas, a acatar su decisión. Vamos, que él estaba ahí arrastrado por no perder al amor de su vida y ella hacía lo que quería con él en todos los niveles. Menudos personajes.
Ya tenía bastante claro que esa noche iba a ser como follarse al diablo, así que me propuse hacerlo a lo grande y pensar lo menos posible en el pobre y patético marido, que al fin y al cabo estaba ahí porque no tenía huevos para mandar a tomar por culo a esa zorra.
Coralie pimplaba que daba gusto y a lo que me acerque a rellenar la copa de vino, le dijo algo a la vieja y Ella asintió. Me miró, y dijo: disfruta. La francesa se bebió la copa de trago y me empezó a acariciar la cintura, las piernas y la tripa. Me agarro la polla, aún semimorcillona, y se la metió a la boca, lamiendo luego como un calipo. Madre mía, como iba la tía. Parecía puesta de algo, aunque no le había visto tomar nada. En ese punto y habiendome dado luz verde la vieja, decidí ponerla en su lugar y ver si me aguantaba el ritmo esa sádica.
Me subí al sofá y le empotre la cabeza contra el respaldo, metiéndole la tranca lo más ql fondo que pude, y haciendole una de las mejores folladas de garganta que recuerdo. Diría que incluso casi al nivel de los de la vieja, aunque puede que fuese el morbo de la novedad. Yo estaba inspirado y la tía aguantaba bien. Presionaba un pcoo con las palmas en mis muslos pero se dejó e incluso se la metía más en la boca si podía.
La vieja se puso en el sofá de al lado y se quitó el batin de gasa. Se abrió de patas y empezó a tocarse por dentro de la lencería. Me lanzó un guiño y sonrió. Al marido no lo veia porque estaba a mis espaldas. Seguí presionando y la tía seguía aguantando.
Me dijo algo en francés entre jadeos y bajas y no entendí nada y me la peló lo que tuviese que decir semejante despojo de mujer, así que se la volví a meter. La vieja me dijo: dice que a la mesa.
Me pareció guay, así que la arrastré a la mesita que había entre los sofás, en medio del salón y ella solita se tumbó y se empezó a quitar la ropa. Yo me posicione entre sus piernas y entonces vi de frente al marido. Ostia que lamentablemente. Con los pantalones bajados y sentado en el sofá, intentaba amasarse el cacahuete, que no solo estaba flacido, sino que parecía encojido para adentro. El tío intentaba pelarsela pero parecía más a punto de llorar.
Pensé que no era mi asunto, y me dispuso a catar la almeja de la señora. Y ahí la vieja me paró, y me dijo que ya sabía lo que tocaba. Se levantó y subió al piso de arriba a por condones. Bastante bajona en ese momento, la verdad. Estaba acostumbrado a follarme a la vieja a pelo, y los condones me parecen un puto horror. La francesa dijo algo que intérprete como que no se preñaba o no sé qué. Vamos, que se la metiese a pelo. Pero a saber que llevaba esa dentro. Y lo que le faltaba al pobre marido, tener un hijo mío...
Así que mientras venía la vieja con las gomas, si la vuelta a la mesa y me puse cerca de su cabeza. Ella, boca arriba, descolgó la cabeza por el borde, como esnucada. Y se la metí por la boca así con toda la fiereza que pude. En una de las sacadas se la dejé posada en la frente, haciéndole un Mortadelo. Ahora es bastante ridículo recordarlo, pero en su momento recuerdo que pensé que iba en honor al maestro ibañez, fallecido esos días antes, y me hizo gracia interna.
Bajo la vieja y se acercó a ponerme ella el condón. Luego volví a su sillón, en frente de mi vista, y se ladeó la braga para que viese como se tocaba el coño. Luego se sacó las tetas del sostén. Ese momento, viendo a mi vieja así, y con la polla ensartada en la garganta de una zorra gabacha creo que es de los mejores momentos de mi vida. Los que habláis de asco y repulsión estáis en vuestro derecho, pero esas sensaciones no son fáciles de alcanzar y solo pude llegar ahí abandonando todo prejuicio y dejando de ser un tiquismiquis. El sexo es químico y mental, no físico. Atreveos a experimentar lo que está fuera de los límites sociales y veréis que no es tan difícil ni es tan horrible. Como digo, tengo el momento grabado en el cerebro como uno de los ítems de mi vida. Se que así será, aunque vendrán mejores.
La arcada de la francesa me sacó del empane, y se la saqué. La tía tosia mucho y pensé que se iba a ahogar. Se lo tendría merecido, pensé. Le di la vuelta en la mesa y zas, por el coño mientras aún se recuperaba. Trate de hacerle daño, y la tía parecía competir conmigo para ver quién se cansaba antes. Gemia como una loca, parecía enajenada y metida, como digo. Era hasta exagerado, pero me puso. Se me puso a cuatro y seguí, al borde del infarto, pero no le quería dar tregua. Aprovechando la pose le abrí las nalgas y le inspeccione el ojete. Bastante bien, parecía inmaculado, pero no me atrevía a meterle morro hasta asegurarme.
La vieja miraba con aprobación mientras se metía los dedos, y el marido seguía sobandose, incapaz de empalmar y con cara de miedo, pena y vergüenza. Coralie no lo miro ni una vez.
En una de las embestidas empecé a notar sus contracciones y las rodillas le flojeron. Empecé a notar aguachirri en mi pito y la pava empezó a gritar y a convulsionar a cuatro patas hasta unos niveles que daban vergüenza ajena. Rápidamente se la saqué, me quite el condón y le eche el grumo en la espalda. La tía se derrumbó en la mesa y yo me tumbe en el sofá.
El marido debió considerar la faena hecha porque puso cara de alivio y se subió los pantalones. Volvió a darme pena.
Intervino la vieja, que le dijo que podía ducharse arriba y pasar al dormitorio.
Ella recogió sus cosas del suelo y subió con el bolso, acompañada de la vieja. Se metió a la ducha y la vieja bajo de nuevo. Me dijo que había estado espectacular y me dio de mamar. Me cogió de la mano y me acompañó escaleras arriba. Al marido le dijo que subirse con una orden francés.
En la habitación había un silloncito, donde se apotronó mi carnosa amante, como una ballena. Se quitó las bragas y el sujetador. El marido se sentó en un taburete.
Yo entre al baño a lavarme la polla y el sudor. La francesa estaba en la ducha, y justo entre cuando se estaba lavando entre las nalgas. Lo interprete como una invitación. Me sonrió, le sonreí, y volví a salir. Me tumbe en la cama y me empecé a pajear con la vieja. Ella hizo lo propio. Y en esto que salió la gabacha del baño, limpita y dispuesta, con el tanguita que se ve en la foto.
Y vuelta a empezar. Se acercó a mí y le pedí echarle la foto. La vieja le tradujo y respondió en frances que si, pero sin cara. Yo como soy un hombre de palabra, le dije que si, aunque no merecía mi respeto, y es una pena, porque ganaba bastante con los ojos grises y la cara de mala gente. Después se echó sobre mí y empezó a mamar suavecito. La verdad es que la tía la chupaba increíble y pese a la piñata generosa que tenía, no raspo en ningún momento.
Después hubo un poco de todo en varias posturas (siempre con condón, desgraciadamente) y con juguetes que había traído ella. La vieja miraba y se enchufaba también sus artilugios, pero no se quiso correr en ningún momento. Disfrutaba de ver.
El marido seguía dando pena. A ratos ni siquiera hacia como que se la pelaba.
Fui creciendo en intensidad y violencia hasta que se puso a cuatro otra vez. Decidí ir con todo. Le pedí lubricante a la vieja y me lo acerco amablemente, mientras se reía con picardía.
Entonces Coralie se giró por primera vez el marido, aún a cuatro. Se abrió de nalgas con las manos y dijo algo en francés que la vieja me tradujo al instante:
"Mi culo es de cualquiera menos tuyo".
WTF. Esa tía era una sádica trastornada. Hasta la vieja me miró con cara de asombro. Yo tarde en reaccionar. La tía gemia a cuatro con el culo en pompa como un gato en celo mientras le echaba lubricante y me cambiaba el condón, tanto que parecía sobreactuado, aunque luego su pulso y su ritmo indicaban lo contrario.
Así que le di lo que quería, mientras ella no apartaba ahora la vista del marido. Lo vi tan roto por dentro y por fuera que no fui capaz de volver a mirar al pobre hombre.
Empecé a empujar y era evidente que a la tía le dolía y que no estaba acostumbrada. Era raro, porque con la vieja follar por el culo era como follar por el coño. Seguí y seguí, y me dio igual si la tía se quejaba o no. Ella estaba dispuesta a ultrajar al marido a toda costa, incluso con dolor. Al final me abrí camino y una vez dentro empuje todo lo que pude.
Aquello iba tan apretado que no fluía bien y entre quejidos la tía consideró que ya había marcado su check y que era momento de pasar a otra cosa.
Por los cojones, pensé. Y cuando se intentó apartar volvi a pretar y enganchandola fuerte de los hombros le di varias embestidas más. Era evidente que le dolía.
Creí ver una mirada de agradecimiento en el marido por humillar a la humilladora, pero igual eran imaginaciones mías para sentirme menos cabron.

Al final la solté y la tía se quedó tirada boca a abajo doliéndose. Yo me baje abajo a por algo de beber y de camino le di un beso a la vieja.
Parón para descansar y luego vuelta al ruedo.
Estuvimos más rato y la tía se corrió alguna vez más. No se meaba, ni hacia squirt, pero empapaba mucho. La vieja no se quiso correr ninguna vez. El marido no llego a correrse ni a empalmar en toda la noche.
A mí llego un punto en el que me dolía tanto la polla (realmente desde que había forzado la enculada, que me rozaba demasiado), que se me hizo casi imposible seguir. Después de uno de los polvos, mientras ella agonizaba, me quite la funda y sin preguntar le eché la baba de macho en el pelo de furcia platino que llevaba. Y ella volvió a mirar al marido.
Os juro que por un momento pensé que iba a hacerle al pobre limpiarle la lefa o lamerla o algo así. Ya me esperaba cualquier cosa. Pero no, solo lo miro con cara de "jodete", enalteciendo sus rasgos de francesa borde. El ya estaba hierático y harto de la vida, creo. Completamente derrotado.
Me tumbe en la cama al lado de ella. La vieja le ofreció ducharse y dijo que no, que se iban ya. Me dio un pico (creo que uno de los pocos besos de la noche), dijo algo en francés entre lo que distinguir " merci" y bajo con la vieja. Ella antes de salir de la habitación me dijo que me duchara.
Aun estuvieron un rato hablando en la planta baja mientras me daba un agua y me echaba a la cama. Oi el ruido del coche medio en sueños y la vieja subiendo las escaleras. Eran las 5 de la mañana casi.
Se tumbó junto a mi, me encasquetó la cabeza entre las berzas y me dio la enhorabuena. Dijo que ella habia disfrutado mucho y que repetiríamos con quién quisiese otras veces, pero que mañnaa le tocaba a ella.
Yo pensé que al día siguiente, con la vieja cachondísima sin correrse, y conmigo destruido físicamente, el día iba a hacerse durísimo y me sobé agotado.

Como he dicho, es uno de los días culmen de mi vida sexual, pero es que al día siguiente la puta vieja no me dio respiro tampoco. De ese día también hay fotos.

Maravilloso mundo el mundo swinger. Tan turbio, divertido y trastornado como uno se espera. Yo creo haber entrado por la puerta grande y espero que se presente otra oportunidad.
Un palcer leerte!!!!! Es un baño de una realidad desconocida!!!
 
Los que habláis de asco y repulsión estáis en vuestro derecho, pero esas sensaciones no son fáciles de alcanzar y solo pude llegar ahí abandonando todo prejuicio y dejando de ser un tiquismiquis. El sexo es químico y mental, no físico. Atreveos a experimentar lo que está fuera de los límites sociales y veréis que no es tan difícil ni es tan horrible.

Estás varios pasos por delante de cualquiera del subforo. Realmente otro nivel.

:brindis:
 
Sólo conozco una persona que juegue en la Champions de la depravación del forero @VRC. Este se folla viejas, gordas, delgadas, se trae tíos a que se follen a su guapa mujer mientras él graba y se pajea, y junto con un amigo de la juventud ha hecho una DP vaginal con su ex mujer (en sus tiempos) y con su actual mujer (en la actualidad de vez en cuando). Y también ha pillado alguna ETS de camino.
 
Pero el marido cornudo ahí impotente tenía que ser un cortarollos. Una sábana por encima al menos al tío sieso para no verlo.
No sé, sentí bastante pena por él y desprecio hacia ella, pero eso solo me incentivó a follarmela con más desprecio. Ella se esforzaba por demostrarle a el lo puta que era con otro y yo me aprovechaba de ello, y de paso aproveche cuando se pasó de lista, como con el anal. Quiso jugar con mis reglas por joder al pobre pringado y yo salí beneficiado.
Eso sí, tuvo que ser un infierno para él. No era la primera vez ni será la última, porque ese tío no tenía pinta de ser capaz de salir de ahí por si mismo. Si está así es porque se lo merece. No soy quien para solucionarle la vida o decirle que su mujer es una psicópata.

La verdad es que contando la movida me han dado unas ganas terribles de volver a follarme a la gabacha. Estuvo francamente bien. Y también agradezco el desapego emocional que existe con la vieja, porque la peña que hace estás cosas con gente a la que quiere o ama me parece que entra en dinámicas chungas.
 
Maravilloso relato.
El rollo cuckold no me sorprende pero lo de ese hombre ya es un nivel muy alto porque le humilla totalmente, aunque lo raro es que él no disfrute ( es común que estos sean impotentes y por eso prestan a la mujer, pero obligados se supone que no van, incluso son ellos los que tienen la idea).
Lo próximo será feminizarlo y obligarle a que tenga contacto con el toro. No te sorprendas si a la próxima ella le obliga a que te limpie y se te amorre al cimbrel.
Sigue así.
 
Cojonudo testimonio el suyo, siempre y cuando sea cierto y no un hilo fantasma para revivir este subforo fagocitado por el troll de doble papada.
Me ha faltado de todos modos el giro argumental en el que el perrito faldero de la tipa esa se quisiese unir a la fiesta, pero para catar rabo claro. Que mal rollo coño, me sorprende que haya gente capaz de mantener la empalmada en semejante situación con un desecho ahí apartado sacudiéndose la sardina.
 
No sé, sentí bastante pena por él y desprecio hacia ella, pero eso solo me incentivó a follarmela con más desprecio. Ella se esforzaba por demostrarle a el lo puta que era con otro y yo me aprovechaba de ello, y de paso aproveche cuando se pasó de lista, como con el anal. Quiso jugar con mis reglas por joder al pobre pringado y yo salí beneficiado.
Eso sí, tuvo que ser un infierno para él. No era la primera vez ni será la última, porque ese tío no tenía pinta de ser capaz de salir de ahí por si mismo. Si está así es porque se lo merece. No soy quien para solucionarle la vida o decirle que su mujer es una psicópata.

La verdad es que contando la movida me han dado unas ganas terribles de volver a follarme a la gabacha. Estuvo francamente bien. Y también agradezco el desapego emocional que existe con la vieja, porque la peña que hace estás cosas con gente a la que quiere o ama me parece que entra en dinámicas chungas.

hRANdE HiJO dE MOLOCH, TUiO eS eL VALhALLA111
 
Última edición:
Vamos allá pues, que no he podido ponerme antes.
Noche del miércoles.

Lo habíamos dejado con los gabachos picando a la puerta, y yo con unos nervios importantes esperando de pie, desnudo, al lado del sillón, a que la vieja les abriese la puerta.
Abrió la puerta y aparecieron: ella delante, y él medio escondido detrás de ella.
La francesa era una tía guapilla, con cara de MUY francesa. Eso me dio asco y morbo a la vez. Rondaba los cuarenta y pico. Delgadita, buen culo, tetas bien puestas y atlética. Las fotos que pongo luego la desmerecen un pcoo la verdad. El pelo no es gris, era una especie de platino tenido a lo Daenerys. La piñata no es era tan exagerada como parece en la foto, pero al faltarle el contexto del resto de la cara... Tenía los ojos grises, muy bonitos, y una nariz algo ganchuda. Como digo, muy muy francesa. Iba vestida bastante natural cuando entró, unos shorts, una camiseta de tirantes y unas sandalias. Se le veía la maldad desde lejos, no se decir por qué.
Y detrás iba él, que era un cuerpo escombro lamentable. ¿Sabéis Bernardo, el parguela de camera café? Pues algo así, pero no tan exagerado. Medio calvo, gafotas, muy muy flaco y vestido como un notario o como alguien que vive con su madre. Solo le faltaban las chanclas con calcetines, pero iba con unas sandalias que eran igual de tristes.

La vieja y la francesa dominaron la situación desde el principio. Se saludaron con besos en las mejillas, y hubo confusión porque la gabacha siguió besando. Resulta que son de Normandía y ahí se dan un cholon de besos para saludar. La vieja hizo una broma en francés y mimizo la confusión con gracia, porque la tía se rió. El marido también, al son de su mujer.
Al marido ni lo saludo la vieja, ni lo presentó la francesa. De hecho no se ni como se llama. Ella se llamaba,Coralie, por cierto.

La vieja condujo a la francesa hasta mi y nos presentó. Dijo que "era su hombre, y que esta noche ella me iba a poder disfrutar". Nos dimos los cuatro besos de rigor y ella me puso una mano en la cadera y otra en el hombro para hacerlo. Y ahí yo me tranquilice y me puse como un tren. Noté que la tía estaba completamente en celo y que no se si yo o la situación la tenía chorreando antes de empezar. Noté una tensión sexual burrisima en el ambiente. La tía iba con todo y se notaba.
Las dos se sentaron en el sofá grande y el imbécil del marido se sentó en el sillón de enfrente. Era acojonante como todo el mundo le ignoraba. La vieja le preguntó algo a Coralie y luego me pidió que prepararse unos vinos y unos cubatas.
Les acerque las cosas y ellas estuvieron charlando en francés y bebiendo un rato. La francesa miraba a la vieja con ganas de chuscarsela 100 por cien, pero ya sabía que con ella no había nada que hacer. A mí me miraba cada poco, también.
Le ofrecí bebida al marido, que estaba callado, sentado y sin moverse, con las manos en los reposabrazos. Podría ser una momia. Declinó con la mano la bebida, y la francesa dijo algo. La vieja tradujo: a él no.
Jodo, menudo nivel de zorra sádica, pensé. Sentí bastante pena por el tío, era evidente ( y luego lo comprobé) que el no quería estar ahí.
Por lo visto ese rato la vieja y la francesa hablar precisamente de eso, de la relación de ellos dos, según me contó al día siguiente. Debían de ser novietes desde muy críos. El había envejecido mal y ella, aunque no era una diosa, era una tía. El tenía mucha pasta porque tenía buen curro de algo empresarial y ella, no lo se. Y lo típico. Crisis de pareja, y ella propone el rollo swinger y cerdeo, sometiéndolo a él por las buenas o las malas, a acatar su decisión. Vamos, que él estaba ahí arrastrado por no perder al amor de su vida y ella hacía lo que quería con él en todos los niveles. Menudos personajes.
Ya tenía bastante claro que esa noche iba a ser como follarse al diablo, así que me propuse hacerlo a lo grande y pensar lo menos posible en el pobre y patético marido, que al fin y al cabo estaba ahí porque no tenía huevos para mandar a tomar por culo a esa zorra.
Coralie pimplaba que daba gusto y a lo que me acerque a rellenar la copa de vino, le dijo algo a la vieja y Ella asintió. Me miró, y dijo: disfruta. La francesa se bebió la copa de trago y me empezó a acariciar la cintura, las piernas y la tripa. Me agarro la polla, aún semimorcillona, y se la metió a la boca, lamiendo luego como un calipo. Madre mía, como iba la tía. Parecía puesta de algo, aunque no le había visto tomar nada. En ese punto y habiendome dado luz verde la vieja, decidí ponerla en su lugar y ver si me aguantaba el ritmo esa sádica.
Me subí al sofá y le empotre la cabeza contra el respaldo, metiéndole la tranca lo más ql fondo que pude, y haciendole una de las mejores folladas de garganta que recuerdo. Diría que incluso casi al nivel de los de la vieja, aunque puede que fuese el morbo de la novedad. Yo estaba inspirado y la tía aguantaba bien. Presionaba un pcoo con las palmas en mis muslos pero se dejó e incluso se la metía más en la boca si podía.
La vieja se puso en el sofá de al lado y se quitó el batin de gasa. Se abrió de patas y empezó a tocarse por dentro de la lencería. Me lanzó un guiño y sonrió. Al marido no lo veia porque estaba a mis espaldas. Seguí presionando y la tía seguía aguantando.
Me dijo algo en francés entre jadeos y bajas y no entendí nada y me la peló lo que tuviese que decir semejante despojo de mujer, así que se la volví a meter. La vieja me dijo: dice que a la mesa.
Me pareció guay, así que la arrastré a la mesita que había entre los sofás, en medio del salón y ella solita se tumbó y se empezó a quitar la ropa. Yo me posicione entre sus piernas y entonces vi de frente al marido. Ostia que lamentablemente. Con los pantalones bajados y sentado en el sofá, intentaba amasarse el cacahuete, que no solo estaba flacido, sino que parecía encojido para adentro. El tío intentaba pelarsela pero parecía más a punto de llorar.
Pensé que no era mi asunto, y me dispuso a catar la almeja de la señora. Y ahí la vieja me paró, y me dijo que ya sabía lo que tocaba. Se levantó y subió al piso de arriba a por condones. Bastante bajona en ese momento, la verdad. Estaba acostumbrado a follarme a la vieja a pelo, y los condones me parecen un puto horror. La francesa dijo algo que intérprete como que no se preñaba o no sé qué. Vamos, que se la metiese a pelo. Pero a saber que llevaba esa dentro. Y lo que le faltaba al pobre marido, tener un hijo mío...
Así que mientras venía la vieja con las gomas, si la vuelta a la mesa y me puse cerca de su cabeza. Ella, boca arriba, descolgó la cabeza por el borde, como esnucada. Y se la metí por la boca así con toda la fiereza que pude. En una de las sacadas se la dejé posada en la frente, haciéndole un Mortadelo. Ahora es bastante ridículo recordarlo, pero en su momento recuerdo que pensé que iba en honor al maestro ibañez, fallecido esos días antes, y me hizo gracia interna.
Bajo la vieja y se acercó a ponerme ella el condón. Luego volví a su sillón, en frente de mi vista, y se ladeó la braga para que viese como se tocaba el coño. Luego se sacó las tetas del sostén. Ese momento, viendo a mi vieja así, y con la polla ensartada en la garganta de una zorra gabacha creo que es de los mejores momentos de mi vida. Los que habláis de asco y repulsión estáis en vuestro derecho, pero esas sensaciones no son fáciles de alcanzar y solo pude llegar ahí abandonando todo prejuicio y dejando de ser un tiquismiquis. El sexo es químico y mental, no físico. Atreveos a experimentar lo que está fuera de los límites sociales y veréis que no es tan difícil ni es tan horrible. Como digo, tengo el momento grabado en el cerebro como uno de los ítems de mi vida. Se que así será, aunque vendrán mejores.
La arcada de la francesa me sacó del empane, y se la saqué. La tía tosia mucho y pensé que se iba a ahogar. Se lo tendría merecido, pensé. Le di la vuelta en la mesa y zas, por el coño mientras aún se recuperaba. Trate de hacerle daño, y la tía parecía competir conmigo para ver quién se cansaba antes. Gemia como una loca, parecía enajenada y metida, como digo. Era hasta exagerado, pero me puso. Se me puso a cuatro y seguí, al borde del infarto, pero no le quería dar tregua. Aprovechando la pose le abrí las nalgas y le inspeccione el ojete. Bastante bien, parecía inmaculado, pero no me atrevía a meterle morro hasta asegurarme.
La vieja miraba con aprobación mientras se metía los dedos, y el marido seguía sobandose, incapaz de empalmar y con cara de miedo, pena y vergüenza. Coralie no lo miro ni una vez.
En una de las embestidas empecé a notar sus contracciones y las rodillas le flojeron. Empecé a notar aguachirri en mi pito y la pava empezó a gritar y a convulsionar a cuatro patas hasta unos niveles que daban vergüenza ajena. Rápidamente se la saqué, me quite el condón y le eche el grumo en la espalda. La tía se derrumbó en la mesa y yo me tumbe en el sofá.
El marido debió considerar la faena hecha porque puso cara de alivio y se subió los pantalones. Volvió a darme pena.
Intervino la vieja, que le dijo que podía ducharse arriba y pasar al dormitorio.
Ella recogió sus cosas del suelo y subió con el bolso, acompañada de la vieja. Se metió a la ducha y la vieja bajo de nuevo. Me dijo que había estado espectacular y me dio de mamar. Me cogió de la mano y me acompañó escaleras arriba. Al marido le dijo que subirse con una orden francés.
En la habitación había un silloncito, donde se apotronó mi carnosa amante, como una ballena. Se quitó las bragas y el sujetador. El marido se sentó en un taburete.
Yo entre al baño a lavarme la polla y el sudor. La francesa estaba en la ducha, y justo entre cuando se estaba lavando entre las nalgas. Lo interprete como una invitación. Me sonrió, le sonreí, y volví a salir. Me tumbe en la cama y me empecé a pajear con la vieja. Ella hizo lo propio. Y en esto que salió la gabacha del baño, limpita y dispuesta, con el tanguita que se ve en la foto.
Y vuelta a empezar. Se acercó a mí y le pedí echarle la foto. La vieja le tradujo y respondió en frances que si, pero sin cara. Yo como soy un hombre de palabra, le dije que si, aunque no merecía mi respeto, y es una pena, porque ganaba bastante con los ojos grises y la cara de mala gente. Después se echó sobre mí y empezó a mamar suavecito. La verdad es que la tía la chupaba increíble y pese a la piñata generosa que tenía, no raspo en ningún momento.
Después hubo un poco de todo en varias posturas (siempre con condón, desgraciadamente) y con juguetes que había traído ella. La vieja miraba y se enchufaba también sus artilugios, pero no se quiso correr en ningún momento. Disfrutaba de ver.
El marido seguía dando pena. A ratos ni siquiera hacia como que se la pelaba.
Fui creciendo en intensidad y violencia hasta que se puso a cuatro otra vez. Decidí ir con todo. Le pedí lubricante a la vieja y me lo acerco amablemente, mientras se reía con picardía.
Entonces Coralie se giró por primera vez el marido, aún a cuatro. Se abrió de nalgas con las manos y dijo algo en francés que la vieja me tradujo al instante:
"Mi culo es de cualquiera menos tuyo".
WTF. Esa tía era una sádica trastornada. Hasta la vieja me miró con cara de asombro. Yo tarde en reaccionar. La tía gemia a cuatro con el culo en pompa como un gato en celo mientras le echaba lubricante y me cambiaba el condón, tanto que parecía sobreactuado, aunque luego su pulso y su ritmo indicaban lo contrario.
Así que le di lo que quería, mientras ella no apartaba ahora la vista del marido. Lo vi tan roto por dentro y por fuera que no fui capaz de volver a mirar al pobre hombre.
Empecé a empujar y era evidente que a la tía le dolía y que no estaba acostumbrada. Era raro, porque con la vieja follar por el culo era como follar por el coño. Seguí y seguí, y me dio igual si la tía se quejaba o no. Ella estaba dispuesta a ultrajar al marido a toda costa, incluso con dolor. Al final me abrí camino y una vez dentro empuje todo lo que pude.
Aquello iba tan apretado que no fluía bien y entre quejidos la tía consideró que ya había marcado su check y que era momento de pasar a otra cosa.
Por los cojones, pensé. Y cuando se intentó apartar volvi a pretar y enganchandola fuerte de los hombros le di varias embestidas más. Era evidente que le dolía.
Creí ver una mirada de agradecimiento en el marido por humillar a la humilladora, pero igual eran imaginaciones mías para sentirme menos cabron.

Al final la solté y la tía se quedó tirada boca a abajo doliéndose. Yo me baje abajo a por algo de beber y de camino le di un beso a la vieja.
Parón para descansar y luego vuelta al ruedo.
Estuvimos más rato y la tía se corrió alguna vez más. No se meaba, ni hacia squirt, pero empapaba mucho. La vieja no se quiso correr ninguna vez. El marido no llego a correrse ni a empalmar en toda la noche.
A mí llego un punto en el que me dolía tanto la polla (realmente desde que había forzado la enculada, que me rozaba demasiado), que se me hizo casi imposible seguir. Después de uno de los polvos, mientras ella agonizaba, me quite la funda y sin preguntar le eché la baba de macho en el pelo de furcia platino que llevaba. Y ella volvió a mirar al marido.
Os juro que por un momento pensé que iba a hacerle al pobre limpiarle la lefa o lamerla o algo así. Ya me esperaba cualquier cosa. Pero no, solo lo miro con cara de "jodete", enalteciendo sus rasgos de francesa borde. El ya estaba hierático y harto de la vida, creo. Completamente derrotado.
Me tumbe en la cama al lado de ella. La vieja le ofreció ducharse y dijo que no, que se iban ya. Me dio un pico (creo que uno de los pocos besos de la noche), dijo algo en francés entre lo que distinguir " merci" y bajo con la vieja. Ella antes de salir de la habitación me dijo que me duchara.
Aun estuvieron un rato hablando en la planta baja mientras me daba un agua y me echaba a la cama. Oi el ruido del coche medio en sueños y la vieja subiendo las escaleras. Eran las 5 de la mañana casi.
Se tumbó junto a mi, me encasquetó la cabeza entre las berzas y me dio la enhorabuena. Dijo que ella habia disfrutado mucho y que repetiríamos con quién quisiese otras veces, pero que mañnaa le tocaba a ella.
Yo pensé que al día siguiente, con la vieja cachondísima sin correrse, y conmigo destruido físicamente, el día iba a hacerse durísimo y me sobé agotado.

Como he dicho, es uno de los días culmen de mi vida sexual, pero es que al día siguiente la puta vieja no me dio respiro tampoco. De ese día también hay fotos.

Maravilloso mundo el mundo swinger. Tan turbio, divertido y trastornado como uno se espera. Yo creo haber entrado por la puerta grande y espero que se presente otra oportunidad.
nicolas-cage-watching-movies.gif
 
Última edición:
Estuve alejado del foro mucho tiempo por motivos que no vienen al caso y vuelvo y me encuentro este hamérrimo hilol.

@VRC me lo he leído de principio a fin, lo tuyo es para ponerte un monumento. No porque sea una tía cañón, si no por la sordidez del asunto. Gracias por compartirlo con tus hermanos foreros. ¿Esto lo hablas con tus amigos? ¿Qué opinan? Dentro de 10 o 15 años, cuando te hayas convertido en otro NPC y estés casado con una charo de la cual estarás más que quemado y en un trabajo de mierda te acordarás de esta experiencia y la recordarás entre lágrimas.

Continua el relato por favor... Proponle un gang bang con foreros.
 
Última edición:
Arriba Pie