Historia de las belgas: O de como dos golfos de San Blas no se comieron un colín por endrogaos.
Hará cosa de un año, me voy a casa de mi colega el Chiqui a fumar unos petillas después de currar y me encuentro a mi gran compañero de farra el Cristobal, que me cuenta que comiendo en un bareto ha visto a una nena preciosa y a su amiga algo callo, trempó el pobre chaval de tal manera viendo a la bollycao que al salir del bar les entró, así se enteró de que eran belgas y que pasaban unos días en España, le dieron el teléfono y una sonrisa.
Ni corto ni perezoso me pongo a explicarle cuan inexplorado tenemos el mercado sexual de las guiris en Madrid, y las llamamos, quedando con ellas el Jueves para tomar unos copeins.
El día D, quedo con el Cristo que según se monta en el coche me dice, he pillado un gramo por si las tías no acuden, a lo que le respondo que yo he tenido que pillar otro por lo mismo. De camino a Pozuelo nos fumamos un canutito y nos hacemos otro, nos ponemos una loncha y aparecen las pibas.
Como todos los drogadictos, nos pensamos que las pibas seguro que fuman porros, con lo que después de dos miraditas me enciendo el petilla y sin hacer mucho caso a las pibas, nos lo vamos fumando, en eso miro por el espejo y me veo a las dos mendas totalmente acojonadas, les ofrecemos y claro, nos dicen que no fuman y que nosotros tampoco deberíamos. Joder que marrón, mal empezamos, menudas estrechas y bla bla bla.
Las llevamos a un sitio superfashion de Chueca y nos sentamos en una mesita, sólo decir que cuando las pibas llevaban su copa por la mitad nosotros estábamos pidiendo la cuarta y además con alguna que otra escapada al baño para lonchetearnos a base de bien.
A esas alturas, nosotros ibamos ya más pedo que Alfredo y más puesto que Ernesto, y la conversación era una típica de borrachos enzarpados a voces, el jeromo de las belgas era una puta poesía.....de Allan Poe.
Cambiamos de garito, y por el camino y sin ningún tipo de pudor decidimos parar en un portal a aspirar un poco más de polvo marchoso colombiano, las pibas, que se lo temían, casi se nos desmayan del susto, obvia decir que cuando las ofrecimos casi se santiguan.
A las 4 y media de la mañana, y con un pedo digno de Maradona, las llevamos al Mondo, un garito fashion que sólo abre los Jueves y en el que ponen un buen house, parece que a las pibitas el house les mola, además de que ya llevaban alguna copita, y se ponen a bailar en plan Sharon Stone en Instinto Básico, el Cristo y yo nos miramos y nos lanzamos, a bailar arrimando cebolleta con las guiris, que, sorprendentemente, responden a nuestro arrime con movimientos insinuantes.
-Joder que vamos a triunfar al final, le digo al oído a mi socio, lo ¿celebramos con unas copitas y otro disparo? Dicho y hecho, nos tomamos unas pocas.... con sus correspondientes inhalaciones de droga dura vía nasal.
A las 7 de la mañana chaparon el garito, íbamos más drogaos que Bofill y Carmina Ordoñez juntos y nos lanzamos por enésima vez al ataque... pero ¿y las putas pibas estas? Nos ponemos a buscarlas y mierda... se están liando las hijas de puta con dos truchones de camiseta sin mangas y peinado de Hugo Boss....
Nos fuimos a casa con mucha menos pasta en el bolsillo y con el rabo más duro que el cemento y con una moraleja:
Centrate y organizate si no quieres que dos guaperas te levanten a dos guiris que estaban a huevo.
Perdón por la extensión