Me sale pelo en la cara y no sé si soy un macho o un julandrón - Foreros hablando de BARBAS

MADAME DELAIT. CAPÍTULO III

Habíamos dejado a Madame Clementine atendiendo el negocio de la mercería; una ocupación que, como la de aguantar a su marido, cada vez le procuraba menos gozo. Se preguntarán los lectores a estas alturas si nuestra protagonista se sentía desgraciada o acomplejada por ser una mujer barbuda, un monstruo -del latín "monstrum", prodigio-. Pues no: Madame Delait fue siempre una señora orgullosa de su frondosa pilosidad, una amantísima esposa que solo se entregó al exhibicionismo y al boato tras quedar viuda; lo que se dice una historia ejemplar.

A los 35, fue revisada por el eminente doctor Bérillon, médico y profesor de la Ecole de Psychologie, quien puntualizó en su informe que madame Delait había empezado a menstruar a los 12, con reglas regulares hasta los 33: “Ella tiene gustos muy femeninos (...) Está muy orgullosa de su sexo (...) Representa el tipo perfecto y completo de la mujer barbuda”. Se determinó que su caso correspondía a otros registrados a lo largo de la historia médica, y que estaba relacionado probablemente con un exceso de andrógenos debido a ovarios poliquísticos o a hiperplasia suprarrenal congénita; dicho trastorno provoca un exceso de pilosidad -segun un patrón masculino- en la cara, cuello, areolas, espalda y piernas, que en algunos raro casos llega a ser excesivo.

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Una buena barba sirve para no tener que utilizar nunca más una servilleta.
 
Las únicas barbas de machote son las asirias. Tu ves a alguien que va por la calle con una barba asiria y piensas: Joder, ese tio, hace sacrificios humanos. Seguro que es un setemachos.

Las demás son propias de bárbaros de la otra orilla del Rin.
 
Miguel Cotto habla siempre de él mismo en tercera persona, solo por eso merece un googleo
 
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