Ya te resumo mi experiencia de ayer de mientras.
Nos presentamos en la misa. Bien. Dos colegas habían preparado una carta para leer en la iglesia... el día anterior, en un ratillo... llena de bromas malas que no habían pasado ningún filtro. Lo que debería haber sido un primer borrador de algo mucho mas trabajado y pulido. Pero ese primer borrador les debió parecer mas que suficiente. Y la imprimieron 15 minutos antes de la boda, que le eché un vistazo yo y no le habían pasado ni el corrector automático del Word. La ejecución para el público también lamentable. Un desastre. 1/10 a ese trabajo.
Salimos a la puerta a esperar a los novios. Un amigo había decidido comprar petardos. Unos petardos del tamaño de un mechero, que el primer petardazo sonó como un coche bomba en Bagdad, matando del susto a la totalidad de invitados y viandantes, y atrayendo a nosotros sus miradas de rabia, asco y susto. En mi opinión una cosa innecesaria, infantil y desagradable. Más con el panorama que tenemos hoy en día, alguno tomándose algo en una terraza, después de tirarse el vino por encima del susto, lo primero que pensaría era que había explotado una bomba, o al menos alguna bombona de butano en alguna vivienda cercana.
Cumplida mi promesa de asistir a la misa, me fui a casa. A la noche uno del Whatsapp de los amigos de salió del grupo. Pregunté a tres de ellos a que se debía y no me respondieron, por lo que hubo bronca gorda, al menos un colega en desbandada, su recién presentada novia de la otra punta de Esñapa arrastrada a casa a pesar de que se lo estaría pasando bien, y el novio tampoco quedaría muy contento con la escena, el día de su boda.
Las bodas deberían ser para un puñado selecto de invitados. Te casas, les das de comer bien, y para primera hora de la tarde cada uno a su casa. Si es que no acaban bien nunca.
Edito: Me he acordado de otra cosa. Salen los novios por la puerta, nos acercamos a felicitarlos. Le estrecho la mano a mi amigo y le digo "felicidades", y el un poco en broma me dice "que, ¿no me das un abrazo?", y entonces yo procedí a ejecutar un torpe, artificial y grotesco intento de abrazo, algo así como los nerviosos intentos de un perro primerizo de montar a una hembra. Lo recordaré con gran vergüenza mucho tiempo.
![Facepalm :face: :face:](/images/emoticonos/facepalm.gif)
Y es que yo no le he dado un abrazo a un hombre en mi puta vida, y diría que a una mujer tampoco.
![Facepalm :face: :face:](/images/emoticonos/facepalm.gif)
No sé realizar ese movimiento...