Yo el primer ordenador que toqué fue este:
Del que aún me acuerdo del característico sonido de las teclas, sonido que aún a día de hoy me sigue encantando. En aquella época no había internet. Hablo de 1989. Disquetes de 5 1/4", ni siquiera de 3'5". Estos:
Catorce años tenía yo.
Internet, cosa mucho más tardía, no lo toqué hasta un día que entré en un aula de la facultad donde habían puesto unos ordenadores Apple para que quien los necesitara los usara. El correo electrónico estaba PROHIBIDO, así rezaba un cartel, de utilizar. Sólo se podía utilizar internet con fines académicos. Creo que sería como en 1994 o 95, no sé. Quizá 96. Así pues, me senté, le di al Netscape navigator
que era lo que me habian dicho que había que dar, y abrí internet por primera vez en mi puta vida.
Tres minutos después terminó de cargar la página de inicio de la Universidad Complutense. Esta:
UCM -- Universidad Complutense de Madrid -- Home page
Aquello me interesaba tres cojones, la verdad, así que le di a lo que me habían dicho que había que darle, esto es, a escribir la dirección de Yahoo, y allí hice mi primera búsqueda.
Yahoo!
No era muy distinta a esta, si es que no era esta misma. Su par de minutos sí que tardaba en cargar.
Comoquiera que había más gente sentada detrás de mí, no podía buscar nada así muy raro, así que intenté buscar lo primero inocuo que se me pasó por la cabeza. Un mapa de La Habana. Esa fue mi primera búsqueda en internet, fíjate tú. Me parecía cosa de ciencia ficción que uno pudiera escribir "mapa de La Habana" y que te apareciera. Bueno, pues Yahoo no me pudo dar un mapa de La Habana, la búsqueda fue infructuosa, tócate los cojones. No fui capaz con ese Yahoo de dar con un mapa de la Habana. De lo que hice tras eso ya no me acuerdo, supongo que visitaría páginas al azar, saltando de una a otra cada cinco minutos, el tiempo medio que tardaba cada página en cargar.
Ya el segundo día me puse en la fila de detrás del todo para que nadie viese la pantalla y busqué, naturalmente, fotos de tías en pelotas. Y me las grabé en un disquete de 3 1/2 para pajearme cuando quisiera. No era nada fácil de encontrar una página de fotos de tías en pelotas en la que no te salieran chorrocientos pop-ups o te redireccionara a otro lado y que tuviera un mínimo de calidad y cantidad.
En fin. Que eso fue lo primero que vi de internet, lo primero que busqué. Ese día, sin yo saberlo, fue el principio del fin. Miro hacia atrás y me acuerdo de que Luis XVI escribió en su diario una sola palabra el día que empezó la Revolución Francesa: "Nada". No supo el hombre que ese día empezaba no sólo su fin, sino el de su mundo y el de su dinastía, y yo no supe que pulsando ese icono con una N y un timón empezaba todo esto.