Creep
Clásico
- Registro
- 26 Ago 2004
- Mensajes
- 4.404
- Reacciones
- 0
Hace unos 5 años fui invitado a mi primera fiesta fetichista.
Era un poco excéptico ya que prácticamente no conocía nada de este tipo de cosas, sólo que me sentía atraido.
Pero fui conociendo gente con estas mismas inquietudes y decidí asistir a la sala Wawanco que un viernes al mes celebraba este tipo de encuentros.
Contaba con una invitación y las instrucciones de vestuario para poder acceder al recinto.
En la entrada empecé ya a soprenderme, una gorda vestida integramente de látex negro, paseaba un hombre musculoso semidesnudo ataviado con un arnés de cuero y clavos como si fuese un perrito.
Pasé dentro, previa mirada desconfiada de 2 gorilas que eran más anchos que altos, no era un conocido.
Entre la oscuridad pude vislumbrar a los "conocidos" que me habían invitado. Nos saludamos, pasamos a tomar unas copas y me presentaron a sus sumisas.
Comenzó en breve el espectáculo en los escenarios improvisados, Amos haciendo uso de sus sumisas, Amas humillando a sus esclavos y gente que se iba apartando por las esquinas más sombrías.
No quise emborracharme por miedo.
Después de ofrecerme un Amo a su sumisa, decliné la invitación, previa explicación que sólo estaba allí como primera toma de contacto.
Conocí Amos, Amas, sumisos, sumisas y Switchs. Gente de alto poder adquisitivo y doble vida en su mayoría.
Fué el principio de un descubrimiento, el final de una represión que nunca he tenido.
Salí del recinto, cogí el coche del garage y me fuí a tomar unas copas con los amigos.
Nunca ha vuelto a ser nada de la misma manera.
Era un poco excéptico ya que prácticamente no conocía nada de este tipo de cosas, sólo que me sentía atraido.
Pero fui conociendo gente con estas mismas inquietudes y decidí asistir a la sala Wawanco que un viernes al mes celebraba este tipo de encuentros.
Contaba con una invitación y las instrucciones de vestuario para poder acceder al recinto.
En la entrada empecé ya a soprenderme, una gorda vestida integramente de látex negro, paseaba un hombre musculoso semidesnudo ataviado con un arnés de cuero y clavos como si fuese un perrito.
Pasé dentro, previa mirada desconfiada de 2 gorilas que eran más anchos que altos, no era un conocido.
Entre la oscuridad pude vislumbrar a los "conocidos" que me habían invitado. Nos saludamos, pasamos a tomar unas copas y me presentaron a sus sumisas.
Comenzó en breve el espectáculo en los escenarios improvisados, Amos haciendo uso de sus sumisas, Amas humillando a sus esclavos y gente que se iba apartando por las esquinas más sombrías.
No quise emborracharme por miedo.
Después de ofrecerme un Amo a su sumisa, decliné la invitación, previa explicación que sólo estaba allí como primera toma de contacto.
Conocí Amos, Amas, sumisos, sumisas y Switchs. Gente de alto poder adquisitivo y doble vida en su mayoría.
Fué el principio de un descubrimiento, el final de una represión que nunca he tenido.
Salí del recinto, cogí el coche del garage y me fuí a tomar unas copas con los amigos.
Nunca ha vuelto a ser nada de la misma manera.