Tengo bastantes navajas y cuchillos, casi todos regalos de amigos, aunque suelo usar dos en concreto dependiendo de lo que vaya a hacer.
Para usar a diario en múltiples tareas (preparar bocatas a los niños, cortar precintos y nudos, pequeñas ñapas de contingencia) siempre llevo ésto encima:
Una Victorinox y un afilador de bolsillo. El afilador es muy cañero, y en un par de pasadas dejas la hoja lista y preparada.
Vivo en una zona rural, entre bosques y prados, y menos el descorchador (no suelo beber habitualmente) se usa casi todo a diario. Desde preparar bocatas a los niños, pasando por tronchar ramas de avellano o cañas que siempre vienen bien para estaquillar la huerta, hasta cortar cuerdas que algún subnormal pone para sujetar pancartas políticas a los lados del camino de subida a mi casa y que las retiro para que los bichos no se enreden con ellas y tengamos jaleo.
Cuando toca subir al bosque, como ésta misma mañana por ejemplo, suelo llevar un acero mas duro
Aquí comparada con la Victorinox de batalla
Un buen hierro y un buen palo en el monte, son tan básicos como las botas.
Nunca he tenido problemas por portarlas. Obviamente, siempre van guardadas en bolsillos y no se sacan para hacer el tonto.
Con la Victorinox he hecho muchos bocatas y ñapas (abrir paquetes, cortar cuerdas, etc) delante de los polisias aquí en el pueblo y nunca me han dicho nada. Soy un padre de familia responsable, me llevo bien con todo el mundo y nunca he dado motivos para llamarme la atención.
Lo peligroso no es el arma en si, sino quien la porta, obviamente.