ElPayasitoChupi
Forero del todo a cien
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- 19 Ene 2004
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Aquí os copio&pego un texto que me pidió un colega colocara en el sitio donde mejores respuestas se puedan obtener, en ningún momento penseis que es algo que padezco yo y que no admito por falta de huevecillos. Sin más dilación:
Tengo 22 años. No había tenido amigos de verdad hasta hace seis años, cuando conocí a los que ahora lo son. Pero cuando terminamos el instituto, tres de ellos se fueron a estudiar fuera y me quedé sólo con uno aquí, en mi ciudad. Nos convertimos en uña y carne y no puede existir en el mundo una amistad más fuerte que la que me unió a mi amigo. Sin embargo, hace poco mi amigo se echó una novia. No era un rollo de una noche como muchos que hemos tenido, ni una de esas cortas relaciones. Parece ser que ésta es su novia de verdad, como nunca ha tenido ninguna, ni yo tampoco. Desde que está con ella no se acuerda de nosotros. Me he quedado sólo. Cuando se termine el verano, mis otros tres amigos volverán a su ciudad de estudio y yo me quedaré aquí, como todos los años, pero sin mi amigo. No tendré con quién salir por ahí de fiesta ni con quién ir a tomar café cuando salga del curro. Conozco a mucha gente, pero amigos solo tengo cuatro, y tres de ellos no estarán aquí en invierno. El otro, mi mejor amigo, lo doy por perdido. Me he pasado noches enteras en vela pensando en todo esto y alguna lágrima se me ha escapado. Después de ésto, me doy cuenta de la condición del ser humano. Me analizo y analizo a mis padres, y a demás gente de mediana edad que conozco. No tienen amigos, ni siquiera los que están solteros. Simplemente se han dedicado a sus parejas y se han quedado encerrados en su mundo de dos. Los solteros son los que han sufrido lo que yo estoy pasando, el tener un amigo de verdad sólo y perderlo. Ahora me doy cuenta de que no se puede luchar contra estas circunstancias. He decidido que no quiero más amigos, está claro que acaban desapareciendo. La próxima vez que una chica se cruce en mi camino, si es que alguna vez se cruza, trataré de llevar mi relación con ella hasta lo más lejos que pueda. No quiero quedarme sólo. Me vendría muy bien hablar con alguien que haya pasado por mi misma situación, la verdad es que estoy bastante hecho polvo.
Tengo 22 años. No había tenido amigos de verdad hasta hace seis años, cuando conocí a los que ahora lo son. Pero cuando terminamos el instituto, tres de ellos se fueron a estudiar fuera y me quedé sólo con uno aquí, en mi ciudad. Nos convertimos en uña y carne y no puede existir en el mundo una amistad más fuerte que la que me unió a mi amigo. Sin embargo, hace poco mi amigo se echó una novia. No era un rollo de una noche como muchos que hemos tenido, ni una de esas cortas relaciones. Parece ser que ésta es su novia de verdad, como nunca ha tenido ninguna, ni yo tampoco. Desde que está con ella no se acuerda de nosotros. Me he quedado sólo. Cuando se termine el verano, mis otros tres amigos volverán a su ciudad de estudio y yo me quedaré aquí, como todos los años, pero sin mi amigo. No tendré con quién salir por ahí de fiesta ni con quién ir a tomar café cuando salga del curro. Conozco a mucha gente, pero amigos solo tengo cuatro, y tres de ellos no estarán aquí en invierno. El otro, mi mejor amigo, lo doy por perdido. Me he pasado noches enteras en vela pensando en todo esto y alguna lágrima se me ha escapado. Después de ésto, me doy cuenta de la condición del ser humano. Me analizo y analizo a mis padres, y a demás gente de mediana edad que conozco. No tienen amigos, ni siquiera los que están solteros. Simplemente se han dedicado a sus parejas y se han quedado encerrados en su mundo de dos. Los solteros son los que han sufrido lo que yo estoy pasando, el tener un amigo de verdad sólo y perderlo. Ahora me doy cuenta de que no se puede luchar contra estas circunstancias. He decidido que no quiero más amigos, está claro que acaban desapareciendo. La próxima vez que una chica se cruce en mi camino, si es que alguna vez se cruza, trataré de llevar mi relación con ella hasta lo más lejos que pueda. No quiero quedarme sólo. Me vendría muy bien hablar con alguien que haya pasado por mi misma situación, la verdad es que estoy bastante hecho polvo.