Una mujer le dijo que había sido adúltera y que estaba embarazada. El Mensajero le dijo que se fuera hasta que hubiera dado a luz (9 meses). Ella volvió y el Mensajero le dijo que se fuera hasta que destetase al niño (2 años y medio según el uso, como queda reflejado en Corán 26:15). Ella volvió y el Mensajero le dijo que se fuera y que no volviera hasta que no encontrase a alguien de su confianza para cuidar al niño. Y, a pesar de todo ello, la mujer volvió al Mensajero, y fue lapidada[2]. Hadiz del Muwatta, Libro 41:5
Un hombre que se autoconfiesa culpable de adulterio y va a Abu Bakr a decírselo. Abu Bakr le dice que, si nadie se ha enterado, se calle y se arrepienta. El hombre va a ‘Omar, que le dice igual. Y finalmente a Muhammad que por dos, tres o cuatro veces lo rechaza (según la versión del hadiz que usemos). Él insiste y Muhammad pregunta a su familia si está loco. Luego le pregunta a los que le acompañaban si había bebido. Por último, le pregunta a él si quizá sólo ha besado o abrazado o mirado a la mujer. Luego le pregunta si está casado. Y Muhammad prescribe su lapidación[1].
• Una mujer que va al Profeta a autoinculparse de adulterio, a resultas de lo cual estaba embarazada. Muhammad dice a su amo (pues era esclava) que la trate bien y que cuando dé a luz la vuelva a traer. Cuando viene de nuevo es apedreada. El Profeta reza sobre su cuerpo muerto y uno de sus compañeros le dice que por qué lo hace. “¿Conoces algún arrepentimiento mayor que ofrecer la propia vida a Allâh?”, contesta el Profeta . Sahih Muslim, 4207.
Autoconfesion libre tras preguntársele al inculpado
Un hombre ha sorprendido a su mujer con el hijo de otro. El padre temiendo que la pena sea de lapidación para su hijo da al hombre cien corderos y una esclava. Luego se entera por boca de “hombres de conocimiento” que la pena por adulterio no es la lapidación sino cien azotes y un año de exilio y pide que se los devuelva . Muhammad le dice al hombre que restituya los corderos y la esclava, que se le den cien azotes al hijo y que se lapide a la mujer adultera sólo si libremente confiesa. Pero ella confesó . Hadiz del Muwatta, Libro 41:6