Argail
"Suicida" con rególver de bolitas de anís
- Registro
- 9 Nov 2009
- Mensajes
- 3.912
- Reacciones
- 1.567
Prometí en el purgatorio que abriría este hilo si me sacaban y aquí estoy. Desnudo (metafóricamente). Ya he contado algunas de estas cosas por aquí así que tampoco hay mucho nuevo que decir. Por aquí se arrastran usuarios tipo verruga que no se creen las cosas que cuento. Es normal, yo tampoco me creería. Este hilo es para contar nuestras miserables vidas. Aquí no cabe el optimismo ni la felicidad, todos sabemos que la vida es una mierda. Hay que luchar por el titulo del forero mas triste. ¿Recordáis a Butifarrez? Bueno, yo no sé transmitir la tristeza tan bien como él o Cenobita pero pilláis un poco de que va esto. Quiero dolor, traumas, emos, amos, loles, chises...
Bueno empiezo yo y si la gente se anima pues sigo contando mierda.
Nací una madrugada fría de septiembre. Todos esperaban una niña (ahora entiendo muchas cosas) por lo que mi padre no fue a verme hasta el día siguiente borracho como una cuba. Desde pequeño ya vi que algo no andaba bien por casa, notaba el ambiente enrarecido. Gritos, discusiones a todas horas, el penetrante olor del alcohol siempre presente en el aliento de mis padres. Han tenido que pasar muchos años para que me diera cuenta de que nunca nada fue bien en mi casa. Mi primer recuerdo es, con cuatro años, el de mi padre arrojándome con fuerza un libro a la cara porque no era capaz de aprenderme (del miedo que me daba el) una canción infantil.
No pretendo dar pena, todo esto que cuento está superado. Lo que me guardo es esas heridas que solo cierran con la muerte, porque la venganza y el rencor a la larga te envenena el cuerpo y la mente. Mi padre fue siempre "ese señor que a veces viene a casa a comer y que me pide las notas". No guardo rencor a ese hombre, ahora creo que me pegaba porque a el le habían pegado y no entendía otra forma de educar. Mi madre nunca supo protegerme, estaba demasiado drogada o borracha para hacer nada que no fuera lo mínimo para que la casa no se hundiera.
Como odiaba de pequeño cuando salíamos los cuatro a tomar algo, aquí el deporte de aparentar es número uno y ambos debíamos parecer niños limpios, buenos y educados. Si me manchaba, como cualquier niño, me reían la gracia. Los otros niños no entendían lo que me ocurriría cuando llegase a mi casa.
No os aburro más; solo un último recuerdo de momento, con 10 años suspendí un tercio de una asignatura, me tuvo 6 horas seguidas haciendo bicicleta estática. Cuando me bajé me pegó. Y antes de irse me dijo que siguiese y que si cuando volvía la parte del mecanismo no estaba caliente me volvería a pegar. Pedalee como nunca pero cuando me bajaba aquello estaba frío (era metálica). Diez minutos antes de volver tenias a un crío de 10 años sentado en el suelo de su habitación dándole con un secador de pelo al máximo a la puta bicicleta (si, tiene algo de lol). Llegó tocó y me pegó. Así tres días hasta que mi madre desesperada llamo a mi abuela (la madre de mi padre, obviamente) pidiendo halluda, lo amenazó con llamar a la policía y cesaron los golpes.
Es vuestro turno.
Bueno empiezo yo y si la gente se anima pues sigo contando mierda.
Nací una madrugada fría de septiembre. Todos esperaban una niña (ahora entiendo muchas cosas) por lo que mi padre no fue a verme hasta el día siguiente borracho como una cuba. Desde pequeño ya vi que algo no andaba bien por casa, notaba el ambiente enrarecido. Gritos, discusiones a todas horas, el penetrante olor del alcohol siempre presente en el aliento de mis padres. Han tenido que pasar muchos años para que me diera cuenta de que nunca nada fue bien en mi casa. Mi primer recuerdo es, con cuatro años, el de mi padre arrojándome con fuerza un libro a la cara porque no era capaz de aprenderme (del miedo que me daba el) una canción infantil.
No pretendo dar pena, todo esto que cuento está superado. Lo que me guardo es esas heridas que solo cierran con la muerte, porque la venganza y el rencor a la larga te envenena el cuerpo y la mente. Mi padre fue siempre "ese señor que a veces viene a casa a comer y que me pide las notas". No guardo rencor a ese hombre, ahora creo que me pegaba porque a el le habían pegado y no entendía otra forma de educar. Mi madre nunca supo protegerme, estaba demasiado drogada o borracha para hacer nada que no fuera lo mínimo para que la casa no se hundiera.
Como odiaba de pequeño cuando salíamos los cuatro a tomar algo, aquí el deporte de aparentar es número uno y ambos debíamos parecer niños limpios, buenos y educados. Si me manchaba, como cualquier niño, me reían la gracia. Los otros niños no entendían lo que me ocurriría cuando llegase a mi casa.
No os aburro más; solo un último recuerdo de momento, con 10 años suspendí un tercio de una asignatura, me tuvo 6 horas seguidas haciendo bicicleta estática. Cuando me bajé me pegó. Y antes de irse me dijo que siguiese y que si cuando volvía la parte del mecanismo no estaba caliente me volvería a pegar. Pedalee como nunca pero cuando me bajaba aquello estaba frío (era metálica). Diez minutos antes de volver tenias a un crío de 10 años sentado en el suelo de su habitación dándole con un secador de pelo al máximo a la puta bicicleta (si, tiene algo de lol). Llegó tocó y me pegó. Así tres días hasta que mi madre desesperada llamo a mi abuela (la madre de mi padre, obviamente) pidiendo halluda, lo amenazó con llamar a la policía y cesaron los golpes.
Es vuestro turno.